Capitulo 124.

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Luz: se puede saber donde estaban?

Ana.

Apenas abrí la puerta me encontré con una Luz bastante molesta sentada en el sofá, inmediatamente me vio se puso de pie con sus brazos cruzados, Fernando llego y se coloco atrás de mi.

Ana: salimos un momento.

Luz: un momento? Se fueron desde ayer, que son estas horas de llegar?

Fernando río ante aquella escena.

Fernando: lo que paso fue que Ana y yo ayer salimos y se presento un imprevisto y no pudimos volver en la noche misma.

Luz alzo sus cejas y meneo de lado a lado su cabeza.

Luz: yaaaa -en repoche- pues que no vuelva a pasar.

Luz se dio la vuelta y se fue a la cocina dejándonos ahí. Voltee a ver a Fernando, nos miramos muy serios un par de segundos y luego soltamos una carcajada.

Ana: te das cuenta que nuestra hija de cinco años nos acaba de regañar por llegar tarde a la casa?

Fernando: eso parece -riendo-

Ana: todos deben estar en la cocina desayunando.

Fernando: deberíamos decirles ya?

Ana: Fanny debe estar en la universidad, mejor esperemos a la noche y se lo decimos a todos juntos.

Fernando: como tu digas mi amor.

Ana: bueno, yo iré a ver a mis niños.

Fernando: yo ya subo, llamare para ver si te dejan pasar conmigo.

Ana: bueno mi vida -con una sonrisa-

Fernando: realmente estas segura de esto?

Ana: muy segura.

Fernando: esta bien.

Ya era hora de la citación con Enrique Basurto, Fernando estaba esperando abajo a Ana mientras esta dormía a las niñas, estaba muy nervioso por lo que sea que podría pasar, había accedido a esto porque confiaba en Ana, porque sabia que podía, apoyaría para poder superar esto, pero su instinto de protección no dejaba de insistirle en que no podía permitir que la volviera a lastimar.

Ana: casí no puedo dormirlas -bajando por las escaleras- vamos?

Cuando Fernando llamo al abogado este le dijo que iba a ser complicado permitir el ingreso de Ana pero al final el nombre de Fernando Lascurain pudo influir bastante y permitieron que ambos pasaran a hablar con el.

Fernando: vamos -extendiendole la mano-

Se fueron en el auto a la comisaria, 15 minutos después habían llegado, al verlos no sabias quien estaba mas nervioso, si Ana o Fernando, se agarraron de la mano y entraron juntos.

Pasaron por todos los controles necesarios, el abogado los estaba esperando al igual que la vez anterior, esta vez no verían a Enrique a través de la cabina si no en la sala de interrogatorio, el entraría esposado de pies y manos y dentro estarían varios guardias controlando la situación.

Luego de varios minutos y de una avalancha de papeleos les dieron la indicación de que ya podrían pasar, no les permitirían estar mas de 15 minutos allí. Fernando miro a Ana con algo de temor, ella le devolvió la mirada y le sonrió intentándole dar calma y tranquilidad aunque ni ella misma sabia si la tenia. No sabia si Enrique estaba enterado o no de que ella también pasaría y eso la inquietaba, también la inquietaba pensar en lo que Enrique podría decir y le daba miedo no solo lo que ella sentiría si no la reacción de Fernando ante cualquier cosa que el pretenda decir.

Las pruebas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora