Las pruebas del amor

Capitulo 11.

Pasaron los meses, Ana visitaba a sus niños con mucha frecuencia y solo muy pocas veces se había cruzado con Fernando, ahora tenia algo mas serio con Diego, eran novios oficiales, los niños salían con ellos de vez en cuando, Ana sabia muy bien que su corazón no le pertenecía totalmente a Diego, tenia una mitad aun rota, pero esperaba que algún día se pudiera reparar.

Ana se encontraba frente al espeso maquillandose

Ana

Estaba muy nerviosa, desde aquella vez en la oficina no he vuelto a dirigir palabra con Fernando,  se que el tiene conocimiento de mi noviazgo con Diego y eso me pone aun mas nerviosa, hoy es la pedida de mano de Jenny, sera la primera vez en que estare en el mismo lugar con Fernando y Diego, y  no entiendo porque me pongo así. -irritada con ella misma-

Vamos Ana eres novia de Diego acá Fernando no importa -hablando con ella misma-

Alguien toca el timbre, era Diego, ya se irían a la mansion.

Fernando estaba colocándose su saco, hoy vería a Ana luego de mucho tiempo, lo peor de todo era tener que verla con su hermano.

Fernando.

Baje las escaleras y me dirigí a la oficina, mi papa estaba allí, se encontraba muy nervioso.

Vamos papa, todo saldrá bien -le dije- el solo me sonrio, en eso entra Nando mi hijo quien se pone a hablar con el, no les preste mucha atención, Ana no salia de mi mente, saber que la vería hoy me ponía muy feliz... Pero saber que la vería con Diego me enojaba demasiado, odiaba que estuviera con el y mas odiaba que estuvieran tan bien, o por lo menos eso me dice papa... Mi papa, mierda, acuerdate que le estas dando apoyo, sacate a Ana de tu cabeza ya!! -regañándose a si mismo-

La pedida de mano seria algo muy familiar, solo estarian los mas allegados. En una gran mesa en el centro se encontraba Fernando con sus hijos y a su lado, Isabela su esposa, habían dos puestos vacíos destinados para Ana y Diego quienes aun no llegaban.

Ana

Entramos a la recepción, había muy poca gente, los mas cercanos a la familia, apenas llegamos Diego comenzó a saludar a muchos de los invitados y a cada uno me presentaba como su novia, se portaba muy bien conmigo.

Pude ver una gran mesa en el centro donde se encontraban mis niños, se veían muy aburridos. En una silla puede ver a la tarántula... De razon estaban aburridos. Odiaba que estuviera aquí, luego mire mas allá y lo vi...

Estaba sentando mirando a la nada, se veía muy bien con su traje, volvi la mirada a su rostro y vi que sus ojos se encontraban mirándome los pies y así fue subiendo muy lentamente, deteniéndose con especial cautela en unas partes mas que otras, hasta que subió completamente la mirada encontrando mis ojos... Fue una mirada llena de amor, arrepentimiento y tristeza, sus ojos reflejaban exactamente lo que los mios transmitían, nuestras almas se sentían igual de desdichadas y odiaba eso. No quiero que el este allí frente a mi. No quiero que me mire con esa expresión que refleja mis propios sentimientos. No quiero ver que esta lastimado tanto como yo estoy lastimada. Odio que nuestros sentimientos se reflejen el uno con el otro como un espejo. Quiero que este feliz, porque así tal vez yo podría olvidarlo, pero no es así y eso me hace necesitarlo mas...

No supe por cuanto tiempo me quede hipnotizada con sus ojos, hasta que Diego me hablo al oido -Jenny quiere hablar contigo- haciendo que desviara la mirada al otro lado de la sala, donde estaba mi mejor amiga bastante nerviosa, con un gesto le hice saber a Diego que iría a hablar con ella y me fui a su lado

Fernando.

Se veía tan hermosa al punto que casi me dolía solo verla, pensé que luego de todo este tiempo no me afectaría tanto tenerla cerca, pero no era así, mi cuerpo reaccionaba como el de un adolescente con solo mirarla.