Las pruebas del amor

Capitulo 113.

Ana.

No supe en que momento me había quedado dormida en el piso, mire el reloj y eran las tres de la mañana, me levante de mala gana y me cambie, luego me acosté en la cama, sentía el cuerpo muy pesado, estaba cansada pero no tenia sueño. Me recoste mirando el lado vacío de la cama y di un gran suspiro, mis ojos me ardían de tanto llorar y estoy segura estan rojos. Siempre un abrazo de el me hacia sentir mejor pero ahora eso no serviría, sabia que tenia que escucharlo y estaba dispuesta a hacerlo pero no todavía, no en este momento aun no estaba preparada, mi cabeza no dejaba de dar vueltas y no dejaba de pensar y si el me decía ahora con mi cabeza hecha un lío y miles de teorías en mi mente no iba a entender bien nada, solo iba a escuchar lo que mi cabeza pensaba y lo que no quería oir.

En ese momento un sonido me despertó, las bebes se habían puesto a llorar, me levante y abri la puerta... Fernando estaba recostado y casi se cae al piso apenas lo hice. Debo admitir que la escena me causó mucha gracia, aun traía abrazando la almohada en el pecho.

Ana: que haces ahí? -intentando contener una risa-

Fernando: perdona me quede dormido -levantandose-

Ana: mmm.

Pase por su lado y me dirigí al cuarto de las gemelas, Camila estaba llorando, tenia hambre, la cargue y me senté en la mesedora y la amamante.

Fernando.

Que escena mas patética, como me fui a quedar dormido en el piso? Bueno al menos a Ana le causo gracia, un punto a mi favor, me dirigio la palabra así sea para medio burlarse de mi.

Me levante y fui al cuarto de las gemelas, ella estaba allí con Camila en sus brazos, no entre y me la quede mirando, amaba verla en su papel maternal, se veía muy linda. Tenia muchas ganas de entrar, sentarme a su lado y dejar que se arrecostará en mi hombro... pero no podía hacerlo.

Me la quede mirando por quien sabe cuanto tiempo hasta que logro dormir de nuevo a las bebes y salio, yo camine al pasillo y me gire para verla.

Fernando: Ana hablemos porfavor.

Ana: no me insistas ahora.

Fernando: no dejare de insistirte.

Ana: es mejor que esperes a que me calme un poco.

Fernando: Ana la espera me mata.

Ana: y a mi me mata haberte visto salir del apartamento de esa -con frialdad-

Ana siguió y volvió a entrar a la habitación cerrando tras de ella la puerta, quice irme al cuarto de huéspedes pero el llanto de una bebe hizo que me dirigiera a la habitación, era Emilia, la alce inmediatamente evitando que llorara mucho, me senté en la mesedora y comencé a calmarla, cuando se calmo la volví a recostar en la cuna pero la bebe había hagarrado uno de mis dedos; pegue la mesedora a la cuna y me recoste con la mano estirada ya que la bebe no me soltaba el dedo, me quede pensando un rato mas lo que había pasado hasta que mis ojos me comenzaron a pesar y me quede dormido.

Sentí que alguien me movía el hombro -despierta- Fernando despierta- abrí mis ojos y me encontré con los de Ana, ya entraba luz por las ventanas, era de día.

Ana: si quieres ve y duchate

Ella ya no traía su pijama y olía como cuando huele cuando recién se ducha.

Fernando: me levante y la bebe aun hagarraba mi dedo, de reojo pude ver como Ana medio sonreía al ver la escena, sonreí para mi, intente soltar mi dedo pero apenas lo hice Emilia despertó.

Fernando: buenos días princesa -acercandome y dándole un beso en la frente-

Camila se despertó instantáneamente.