El regreso de mis hijos se dio mucho más antes de lo planificado.
A David le dio una terrible infección estomacal que lo tuvo vomitando todo el camino de regreso a casa. Ninguno pudo poner siquiera un pie en Brighton.
Me dirigí al hospital donde me encontraría con ellos, la noche era muy fría pero me gustaba sentir la sensación de la brisa golpeando mi rostro cuando bajaba la ventana.
Esperé un largo rato en el hospital hasta que llegaron, los médicos de emergencia llevaron a David en una camilla hasta laboratorio para que le hicieran algunos exámenes.
- ¡Mami! - me abrazó James al llegar. Él se veía angustiado - ¿Se pondrá mejor?
- Claro que lo hará. Porque mejor no me cuentas cómo era el camino, ¿eh? - tomé su mano y caminamos a la cafetería seguidos por Tom.
- ¿Cómo demonios puedes estar tan tranquila con David en ese estado? - susurró mirándome molesto.
- Si te hubieses ocupado de estar más tiempo con ellos desde que eran más pequeños, estarías igual que yo en estos momentos. Los niños, Thomas, se meten todo a la boca, puedo apostarte 10 libras a que David comió algo de tierra o bebió agua de la pileta y por eso está así. En vez de asustar más a James mejor cómprale algo para que se distraiga.Sin decir nada más, Tom caminó a una de las máquinas de dulces. James y yo nos sentamos en una de las mesas.
- Mami, conocimos a Anna.
- Que bueno cielo, ¿te agrada Anna?
- Mucho, es amable y siempre tiene dulces en los bolsillos. Nos regaló un balde de soldaditos, son como mil.
- Que lindo, cielo - dejé un beso en su frente - Me los mostrarán luego, ¿sí?
- Toma, te traje una soda, unos chicles y lo que sea que sea esto - Tom puso las cosas en la mesa.
- Gracias - susurró James y miró sus manos fijamente. Tom se sentó enfrente de mí.
- James me contaba que él y su hermano la pasaron muy bien con Anna - Tom se puso tenso.
- Sobre eso...
- Toma, cielo - abrí la lata de gaseosa y se la alcancé a James - Debería llevarlo a casa, necesita dormir.
- Yo los llevaré.
- No, gracias, Tom te recuerdo que tengo auto y prefiero que te quedes aquí con David.
- Los acompañaré hasta afuera entonces.Caminamos por el pasillo con James que bostezaba y se frotaba los ojos. Estaba muy cansado.
Salimos del hospital y caminé hasta mi auto, en cuanto mi hijo subió al asiento trasero, se recostó y puedo apostar a que se quedó dormido.
Mientras lo cubría con una manta, una mujer de aproximadamente unos 50 años se acercó al auto con la maleta que mis hijos llevaron al viaje en auto.
- Buenas noches, las cosas de los niños - dijo amablemente.
- Gracias - tomé la maleta y la puse en el suelo del auto - Disculpe, ¿usted es?
- Anna, la niñera de los pequeños, el señor Holland me contrató para cuidarlos cuando está trabajando, usted debe ser la madre de los angelitos.
- Lo soy, Diana - extendí la mano y ella la estrechó educadamente.
- Gracias Anna - dijo Tom y la mujer se marchó.
- ¿Contrataste una niñera?
- Sí, es que es difícil cuidar de ellos mientras trabajo, es una misión imposible.
- No lo es - subí al auto - Es la historia de cada día de mi vida, Tom y lo hago sin necesidad de una niñera.
- Yo...
- Volveré después de acostar a James - puse el auto en marcha.Al llegar a casa, con pequeños quejidos James bajó del auto. Entramos a la casa y subimos a su habitación, le puse el pijama y lo recosté, cuando su cabeza entró en contacto con la almohada quedó profundamente dormido.
- Buenas noches, mi amor - dejé un beso en su frente y salí de la habitación.
Bajé las escaleras y saqué las cosas de James de la maleta, guardé el resto y salí de la casa. Puse el seguro a la puerta y subí al auto.
Al llegar al hospital y encontrarme con Tom, David ya estaba siendo atendido en una sala, estaba dormido cuando le pusieron un suero hidratante y algunos medicamentos para que dejara de vomitar.
- La pediatra vendrá más tarde, le mostraremos los análisis y podrán hablar con ella - nos comunicó una enfermera.
- Uno de nosotros debería quedarse con David - dijo Tom.
- Tú quédate y yo iré con James, está solo en casa.
- Claro y trata de descansar.
- Eso haré, mañana temprano vendré con James.
- Esta bien - Tom se acercó a mi y le iba a dar un beso en la mejilla cuando este movió su rostro.Desafortunadamente mis labios fueron a parar con los suyos, me separé rápidamente y le di una cachetada.
- No vuelvas a hacer eso
- Fue un accidente.
- Muy conveniente, ¿no?
- ¡Basta! Estás jugando conmigo, te acercas a mí y actúas tan atenta como antes, me dices cielo, me confundes. ¡Me confundes Diana!
- En primer lugar, deja de gritar. Segundo, no seas dramático, entiende que ya no me interesa estar contigo, tengo que acercarme a ti por el bien de los niños, después no tengo otra razón. Te dije cielo porque me equivoqué, estoy tan acostumbrada a hablar con James y David que pensé que hablaba con uno de ellos en ese momento. Y me alegra que te confunda, así de desesperada y perdida estaba en nuestro matrimonio, ahora sabes como se siente.
- Estás siendo injusta
- Y tú un maldito inmaduro. Madura de una estúpida vez, tienes dos hijos y aún te comportas como un adolescente.
- Diana, te quiero de vuelta.
- Yo no, le tengo tanto aprecio a mi nueva independencia que ni muerta la perdería para estar de nuevo contigo.
- Basta - negó y miró a otro lado.
- Es la verdad, no me importa si no te gusta escucharla, tienes que enfrentarla, así son las cosas ahora. Ya no te quiero.
- Mientes
- ¿Qué?
- Mientes
- No estoy mintiendo.
- Te escucho hablar y hablar pero sé que estás intentando convecerte a ti misma que ya no me amas.
- Dime Tom, ¿cómo podría amar a alguien como tú, eh?
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Infiel TOM HOLLAND © T1 Y T2
FanfictionLa triste realidad, llegó a ella, como un balde de agua fria, congelando todo en su ser, su corazón y su vida. Pero... ¿ Ella podrá volver a confiar luego de que él la engaño? Portada por: @laurag29 Nota: No se trata de romantizar ninguna acción rec...