Infiel TOM HOLLAND © T1 Y T2

Una Madre Siempre Sabe

El domingo la madre de Tom se llevó a los niños de paseo y al momento de traerlos de vuelta ella me pidió que habláramos en privado.

Nicky siempre ha sido el reemplazo de madre que necesitaba, mi mamá murió cuando tenía solamente 5 años, se enfermó gravemente y luego su muerte se hizo inminente. Y pues mi papá siempre hizo lo "posible" para que nos sintiéramos felices, bueno eso según lo que él dice a todos, siempre le dice a todo el mundo que él ha sacrificado todo por sus dos hijas.

- Sé lo que pasa Diana, he podido ver que no eres feliz, y sé también que le pasa a mi hijo.
- ¿De qué habla? - respondí poniéndome a la defensiva, si Tom le contó algo, yo lo mato.
- Tu matrimonio está en serios problemas, porque Tom ya arruino la base de un buen matrimonio, perdió la confianza, pero ahora depende de ti evitar que se derrumbe el resto. Debes ser sabia Diana debes saber cómo manejar la situación y cómo manejar el carácter de mi  hijo para que este en vez de alejarse se acerque, no actúes de forma celosa con eso solo conseguirás adular y hacer que su ego aumente y luego todo eso te va a perjudicar y jugar en tu contra - genial sabía muy bien qué pasaba, pero...
-¿Por qué el peso de salvar mi matrimonio cae sobre mis hombros? Yo no fui quién lo arruinó -respondí sin pensar y porque me sentía atacada.
- Porque la mujer es la cabeza del hogar, es quien o bien salva a su hogar o bien es quien lo hunde. Esa ya es decisión tuya linda. Eres una chica muy inteligente, sé que hallarás la forma de salir de esto.

Antes que pudiera responder David se lanzó a los brazos de su abuela y James a los míos. Ellos dos eran una de las alegrías más grandes para Nicky, pues a pesar de que Patrick aún vivía con ellos, él se distanció mucho cuando llego a cierta madurez y tal como decía Nicky eran su adoración y lo que la hacía sentir joven y feliz, una razón para seguir adelante.

Para mí también lo eran, eran unos ángeles enviados para mejorar mi vida, para darme fortaleza y yo simplemente no sé que he hecho bien en esta vida como para poder merecer unos niños tan maravillosos, pero fuese lo que fuese, doy mil gracias por tenerlos conmigo.

- Quiero llevar a los niños mañana a tomar un helado y a comer pastel - ante esto los ojos de mis hijos se llenaron de brillo y compartieron entre ellos unas miradas de complicidad.
- Esta bien. ¿A qué hora vendrás por ellos? - dije sonriendo al ver la emoción de mis pequeños.
- A las dos de la tarde, ¿te parece bien? - dijo mirando a los niños y yo solo respondí asintiendo en signo de aprobación.

Dejé a los niños junto a su abuela en el patio. Entre a la casa y busqué la tarjeta de Tony lo llame para poder confirmar nuestra cita de hoy, nos encontraríamos en su galería ubicada en el centro a las 03:00 de la tarde. 

Estaba emocionada por ir, porque el arte era otra parte de mi vida que me hacía feliz así que sentí que no debía perder la oportunidad para incursionar en el mundo del arte. Yo había estudiado arte en la universidad, pero jamás trabajé de ello, jamás trabajé de hecho, Tom traía el dinero a casa y este era excesivo, pues su empresa generaba bastante dinero y por ello no vi necesario trabajar, aparte que ha Tom no le gustaba la idea de que consiga un trabajo, porque según él descuidaría a mis hijos y yo acepte.

Sabía que Tom no estaría de acuerdo con que fuera, no quiere que tenga relaciones ni siquiera laborales con Tony, pero desde hace un tiempo dejó de importarme su opinión acerca de las cosas que hago o que no hago, desde el momento en que se metió con aquella víbora de siete cabezas de su trabajo.