¿Buenas Noticias?

4.4K 226 33
                                    

- Como había dicho, todo lo que predijé se cumplió, los maestros hablaron todos de lo mismo, me dijeron que les debía dar más apoyo y por poco me dicen que los saque a pasear dos veces a la semana por el parque con sus correas, esa reunión fue todo un desastre.
- Vaya comentario - sonrió - Debes tenerles paciencia, los niños son difíciles, además ellos aún no entraron a la adolescencia.
- Ni siquiera lo menciones.
- Si no los corriges hasta entonces, habrá un día en que tendrás que ir en la madrugada a darles los mismos argumentos a los oficiales de policía que arresten a tu hijo.
- Voy a ir ahorrando para la fianza.
- Deberías darte un respiro hoy, vayamos a cenar esta noche, hay un buen restaurante de comida italiana, que estoy seguro que te gustará.

Estaba por responder que sí a la invitación del "Lobo", hasta que mi teléfono sonó, era Melanie.

- ¡Me voy a morir! - gritó al otro lado de la línea.
- ¿Qué? ¿Qué pasó?
- No puedo creerlo.... Yo no quería... Y luego... Hoy... Y no lo quiero... No puedo - dijo lloriqueando, sin que yo pueda entender que me decía.
- Melanie, no te entiendo nada.
- Te necesito, ven.
- Esta bien, estaré en unos 20 minutos - colgué el teléfono - Debo irme, lo siento, algo le pasó a mi hermana y está en un ataque de nervios.
- Si quieres te llevo o al menos te acerco.
- No quiero molestar.
- Sabes que no lo haces.
- Bien, entonces sí.

No iba a desperdiciar tal oportunidad, digamos que me es imposible decirle que no.

Al salir de la galería nos acercamos hasta el estacionamiento, subimos a su automóvil y le indiqué la dirección de la nueva casa de Harry y Melanie.

- ¿Quieres que te espere?
- No sabría decirte cuanto voy a tardar y no quiero perjudicarte más.
- No lo harás, además hoy es mi día libre.
- ¿La invitación para ir a comer al restaurante italiano sigue en pie?
- Por supuesto que si - dijo con una gran sonrisa en el rostro.
- Quedemos en eso entonces y gracias por traerme - dije mientras bajaba del auto.
- Cuentas conmigo para lo que sea, lo sabes.
- Así es, gracias por todo.
- No hay problema, te llamaré más tarde hermosa y suerte con tu hermana.

Agradecí nuevamente y a continuación ingresé a la casa, desde que se mudaron a la nueva casa, ellos dos tienen la rara costumbre de tener las puertas sin seguro todo el día algo que yo considero muy peligroso.

- ¿Por qué tardaste tanto? - dijo mi hermana mirándome con los brazos cruzados en cuanto crucé el umbral de la puerta.
- Vine lo más rápido que pude. ¿Qué te pasó? - cuando levante la mirada note que sus ojos estaban hinchados y que su maquillaje estaba corrido por ambos lados de sus mejillas.
- No quería que pasará, trate de evitarlo a toda costa, te lo juro... Yo...
- No entiendo, ¿qué pasó?
- Es que estoy... - sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
- ¿Estás...?
- ¡Estoy embarazada, maldita sea!

Oh...

- ¿Y eso qué tiene de malo?. ¡Felicidades!
- ¡¿Qué tiene de malo?! ¡No quiero un hijo, no sé cómo cuidar de uno, ni siquiera puedo cuidar de mi misma a veces, no puedo, Harrison lo hace por mi!
- Claro que puedes - la tomé de la mano y la lleve al sofá a que se sentará.
- No estoy lista, no estoy lista para ser madre.
- Nunca lo estás.
- Pero yo no quiero uno, se lo dije a Harrison ya hace bastante tiempo, pero él si quería, es decir, si quiere uno, él insistía en que tuviéramos tan siquiera uno, no quiero tenerlo.
- Mel, los bebés son un efecto secundario de estar casado, ya no hay vuelta atrás, deberías estar feliz y sé que él también lo estará.
- Harrison se pondrá muy feliz - dijo llorando.
- ¿Entonces por qué lloras?
- No quiero que esté feliz...
- Pero para él será una buena noticia.
- Ya sé y quiero que sea feliz.

Espera... ¿Qué?. En verdad no la entiendo.

- ¿Estás completamente segura? - en ese momento se levantó y corrió al baño, fui detrás de ella.
- ¡Mira! - dijo señalando el suelo, en donde habia una cantidad significativa de pruebas de embarazo de diferentes marcas.
- No sabía que tenías tanto pipí acumulado dentro de ti - dije mirando aquel desastre.
- No es momento para bromas - levanto una y la puso a la altura de mis ojos, repitió está acción varias veces con las demás.
- Bien, bien, ya entiendo, todas dicen positivo.
- No sé qué voy a hacer ahora - se sentó en el borde de la bañera.
- Mel, tendrías que estar feliz, los niños son lo mejor que puedes tener en la vida, esos pequeños seres se convierten cada día un poco más en el amor de tu vida.
- Cállate, no quiero oír nada sobre porqué es bueno tener hijos.
- Bien lo entiendo. ¿Cuándo se lo dirás a Harry?
- Supongo que hoy.
- ¿Por qué decidiste hacerte la prueba?
- Porque tengo un retraso desde el mes pasado, tengo constantes mareos y me dan ganas de vómitar todo el tiempo.
- ¿Espera, tienes un retraso desde el mes pasado y recién ahora se te ocurre hacerte una prueba?
- No me juzgues, solo ayúdame a buscar la forma de decirle a Harrison, ya sé esta noche podrías quedarte y me ayudas a decírselo.
- Esta noche no puedo Mel, lo siento.
- ¿Por qué no?
- Porque hoy tengo programada una cena con alguien.
- ¿Es con Nathaniel?
- Sí, me invitó justo antes de que tu llamarás, además me trajo hasta aquí.
- Pero yo te necesito conmigo hoy, necesito tu ayuda.
- Pero Mel, ¿qué puedo yo hacer, evitar que Harry te abrace cuando se lo digas?
- No es eso, es que... - antes que pudiera terminar la frase vomitó sobre sus zapatos y parte de los míos.
- Ten - le alcance un trozo de papel y con otro limpié la punta de mis zapatos.
- Perdón - dijo mientras se limpiaba la boca.
- Esta bien
- Gracias - suspiró.
- Me quedaré hoy contigo.
- ¿Estás segura?. No quiero que sea por causa mía que no vayas a la cita esa con tu nuevo galán.
- Ya deja de comportarte como una niña, date un baño y arregláte para darle la noticia a tu galán.

Infiel    TOM HOLLAND ©   T1 Y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora