Reunión De Padres

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En la escuela de James y David, una vez al mes hay una reunión de los maestros con los padres de familia, en la cual nos dicen como están nuestros hijos, su comportamiento y su rendimiento académico. Para lo cual nos llaman obligatoriamente a ambos padres, pero con Tom siempre acordamos ir en horarios distintos para no vernos la cara, ni pasar por una situación incómoda, por suerte ambas maestras son comprensivas con eso.

Últimamente mis hijos bajaron su rendimiento académico y se comportan mal, casi cada día James vuelve a casa con un reporte de mal comportamiento, lo llevaron a ver a la psicóloga del establecimiento y ella dijo que era a causa del divorcio y que era su forma de demostrar como se sentía con todo aquello, pero por mas que lo intentamos, no cambia de actitud.

David simplemente dejó de realizar sus tareas, tanto en la escuela como en la casa, pero por suerte ya está mejorando, pues ahora tengo algo más de tiempo para poder realizar sus deberes con él.

Por lo tanto, ya sé que me espera esta noche, sé que los maestros presentarán varias quejas sobre mis hijos y que yo tendré que comprometerme a ayudarlos, además que tendré que explicarles por lo que están pasando a cada uno de sus maestros, quienes me dirán lo mismo que me dijo la psicóloga o los otros padres: "necesitan tiempo", "no dejes que te ganen unos niños", "es culpa de ustedes dos", "los divorcios afectan a los niños y no a ustedes", "es que no pensaron en ellos", "dales tu apoyo", "tienen que sentarse los dos y hablarles", "el hijo de una amiga estaba igual"; en todo este tiempo escuche cosas de esa naturaleza, como si no las supiera ya, pero no son de mucha ayuda para ser honestos.

James es quien está peor, golpeó a algunos niños de su salón, cuando conversé con su padre sobre eso, me dijo que él también lo hizo cuando estaba en la escuela y que estaba bien, pues lo ayudaba a endurecer su carácter, aquel día fue a recogerlo y lo llevó a comer una hamburguesa como premio a su actitud, hizo eso las 6 primeras veces, la séptima, es decir cuando ya se le escapó de las manos la situación, me dijo que yo vea la forma que frene un poco sus actitudes violentas y que ya no era normal.

Tom, cuando era más joven solía ser ese típico chico cliché de las novelas y películas, era bien parecido, tenía un buen cuerpo, una buena cantidad de dinero en el banco (que con los años fue creciendo y creciendo), una personalidad complicada y mucho carisma, según Nicky, solía pelear mucho en la escuela, por algún tiempo bebió y fumó, cambiaba de chica más que de ropa interior y se daba buenos lujos, supongo que yo llegué a su vida y alteré todo aquello, aún no estoy consciente si eso fue para bien o para mal, pero sea como sea, ya está hecho.

Él trajo caos a mi vida y yo frené el suyo con mi llegada.

Quizás éramos lo que el otro necesitaba en aquel preciso momento, y todo terminó porque dejamos de necesitarnos, que deprimente.

Desde la mañana ando contando las horas para la reunión, estoy cansada de ver a los maestros para que estos me vengan con una nueva queja, ya me da vergüenza asomarme por esos pasillos y de igual forma tener que firmar los reportes diarios de mis hijos, además ahora tengo que andar esquivando a los otros padres de familia, porque estos también se acercan a decirme que mi hijo le puso el ojo morado al suyo o que le rompió la nariz y tengo que ver en sus rostros como se compadecen de mi situación, por primera vez puedo decir que no tengo ni la más mínima idea de que hacer con mis hijos, es una situación difícil que ni Tom, ni yo podemos controlar, al menos no por el momento, especialmente porque el señor no pone mucho de su parte, argumentando que está muy ocupado con sus últimos negocios, como si yo me andará rascando la panza todo el maldito día sentada en una silla, ahora también trabajo, tengo que cuidar a dos niños rebeldes que hacen que tenga una crisis nerviosa a diario, tengo que vigilar a mi personal y al de Bitia, mientras está se encuentra de viaje por tres meses con su marido en Egipto y el Medio Oriente para celebrar sus no recuerdo cuantos años de matrimonio, debo asistir a algunas reuniones con inversionistas o posibles inversionistas para mis galerías, ando volviendome cada día un poco más histérica que antes, hasta creo que ya me salió una cana en el cabello, al menos así lo note en el espejo unos días atrás, lo arranqué con una pinza y espero que sea el primero y último que encuentro por un buen tiempo.

Desde que Bitia se embarcó en su viaje turístico por el Medio Oriente, recibí bastante apoyo de mi principal inversionista, al que por el momento llamaremos "El Lobo", que de hecho es su apodo en el medio, así como "El Lobo de Wall Street", recibió este apodo gracias a su eficacia para concretar negocios y habilidades para conseguirlos, similares a los Leonardo Dicaprio en la película, solo que sin ninguno de los detalles ilegales, se puede decir que es la principal competencia de Tom en el negocio y el medio, superándolo en ciertos aspectos, igualándolo en otros y quedando a la par en algunos.

En los periódicos, en el área de "Tecnología y Finanzas", sus fotos (las de Tom y "El Lobo") siempre están peleando por aparecer en la primera plana, lo cual hacen, solo que existe una gran diferencia en los enunciados que los acompañan, en el caso de Tom, suelen decir que esta envuelto en una nueva controversia con otra mujerzuela y que se encuentra más ocupado en esas cosas que en sus negocios, en cuanto al "Lobo" suelen decir que estuvo hace poco en África con una de sus fundaciones ayudando a los voluntarios y necesitados o que estuvo estrechando la mano de algún presidente europeo con el cual acaba de firmar un contrato. Digamos que la fama de ambos es muy grande y que anda peleando entre sí por ver cuál es la que más resalta, sin importar cómo sea, buena o mala, pero como siempre los medios de comunicación sólo buscan ganar espectadores y dar buenos espectáculos con la vida de los demás.

Infiel    TOM HOLLAND ©   T1 Y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora