Infiel TOM HOLLAND © T1 Y T2

Propuesta

- ¿Cómo puedes siquiera querer alejarlos de mi?
- Es por el bien de todos Diana
- No te hagas, ni siquiera sabes cómo tratar con ellos, ¿por lo menos sabes cuál es su comida preferida?
- Claro que lo sé, Diana. Estas olvidando que también son mis hijos y sé que... bueno les gusta la pizza, así que esa es.
- Que coman pizza siempre que van a tu casa no significa que les guste, Thomas. Te aviso que su comida favorita es la pasta con salsa de tomate. 
- ¿Y cuál es la relevancia que tiene eso ahora?
- Que no sabes algo tan simple sobre tus hijos y piensas quitarmelos, no es justo
- No quiero quitartelos solo darte un tiempo para concentrarte en únicamente en ti misma, para que puedas descansar, estás muy estresada...

Habla muy pausado, en un tono neutral y se nota demasiado intranquilo al hacerlo, es como si tuviera prisa en acabar la conversación de una vez por todas, lo cual me pone aún más nerviosa. Siento dentro de mi corazón (y eso que no trato de juzgarlo o acusarlo de nada) que si logra separarme de mis hijos esta vez, no va a regresarmelos tan fácil como dice cuando termine mi supuesto momento de relajación.

- Porque tú - lo señalé furiosa con el dedo índice - Tú eres la causa de mi estrés - lo dije en un tono autoritario y casi gritando, en realidad quería ver cómo reaccionaba- Por tu culpa me pongo así, ¿no puedes sólo dejarme estar tranquila, en paz?

Frunció el ceño y su expresión se ensombreció, no está a la defensiva pero tampoco le gustó mi acusación. Hay una pausa en nuestra pequeña discusión y eso solo consigue aumentar mi nerviosismo.

- ¿Pero yo qué te hago?
- Eres un cínico - digo bajo y niego con la cabeza

Nos sumergimos en un silencio incómodo y cada vez más tenso. Tom mira fijamente hacia la pared, ese es su típico intento por evitar mirarme. Yo simplemente me limito a mirar el suelo y a mover mi pie rápido de forma impaciente. Hasta que entonces se me prende el foco.

- Por favor Tom... - por un momento parecía que mi voz se quebraba como si estuviera a punto de echarme a llorar

Jamás fui buena fingiendo, nunca me veía creíble, pero me sorprende que esta vez saliera mejor de lo que esperaba.

- No puedes hacer esto... ellos son todo lo que me queda, son mi única compañía, no puedo imaginarme un día de mi vida sin ellos a mi lado... por favor

Debo admitir que no me gusta sentirme vulnerable, pero en verdad me sentía asi en esos momentos, con solo imaginar que Tom podía alejar a mis hijos de mi lado.

James y David son mi mundo, mi vida y mi adoración. Él no los trataría igual que yo y yo no podría estar tranquila. Estoy consciente de que pasan días con su padre, pero no es lo mismo que estar las 24 horas con ellos todas las semanas.

Yo estaría pensando todo el tiempo en si comieron bien, si se cepillaron los dientes  después de comer o si tuvieron una pesadilla en la noche. Me horroriza mucho pensar en que no estarán a mi lado, bajo mi cuidado y mi supervisión.

El ataque de pánico que tuve antes puede ser un atenuante consistente para que Tom pueda llevarse a James y David por un tiempo, incluso ganar una custodia si decide hacer que me califiquen como una persona inestable, cosa que no dudo que él podría llegar a conseguir si así lo quisiera. Y con sólo mirarlo a los ojos en este momentos sé que piensa recurrir a ese aspecto para tenerlos. Lo ha pensando demasiado y sabe que puede vencerme.

Tengo unas ganas enormes de darle una bofetada y gritarle en la cara lo mucho que lo detesto, pero prefiero ser cautelosa ahora y pensar en cada una mis palabras y acciones.

- Diana...
- Pensaba que podrías quedarte con nosotros o a lo mejor nosotros tres podríamos quedarnos contigo en tu casa, al menos por un tiempo. Ya sabes, hasta que me sienta mejor, más relajada y sé que eso podria ser algo bueno para los niños y bueno no sólo para ellos, sino también lo sería para mí.

Al oír lo que dije los ojos de Tom se iluminaron como los de un niño recibiendo un enorme juguete en navidad. Aunque luego de unos segundos su expresión denotaba algo de confusión, además estaba atónito, por supuesto que no esperaba recibir aquella propuesta de mi parte. Sé que piensa que acaba de ganarse una oportunidad para "recuperarme".

Puede que la decisión que le propuse se vea totalmente estúpida y estoy muy  consciente de ello, pero estoy tratando de jugar las cartas a mi favor. Sé las pocas oportunidades que tengo de ganar si empiezo una pelea contra él justo ahora, pero si le doy la oportunidad elegir algo que a mi no me entusiasma mucho, pero que es lo que él estuvo buscando desde hace mucho puedo obtener algo bueno tanto para mi como para mis hijos.

Dentro de mi, estoy absolutamente segura que no va a negarse, pero primero tratará de convencerse o mejor dicho asegurarse que escuchó correctamente.

Por lo bien que lo conozco, sé que preguntará al menos unas dos veces más, si estoy segura de lo que dije.

- ¿Hablas en serio Diana?

Va una...

- Sí, estoy más que segura, Tom

Por su mirada, que ahora si esta puesta en mi, puedo notar que está aún más confundido, sigue analizando lo que dije antes.

- ¿En serio quieres que estemos... juntos?

Van dos...

- Sí, pero... mejor olvídalo quizás no es una buena idea... solo quería...

Si mis cálculos son correctos, este es el momento preciso donde él rectificará todo rápidamente y dirá que sí a mi propuestas y por lo tanto habré ganado.

- Espera, Diana. Quiero decir sí, sólo pensé que... olvídalo, sí, por supuesto que sí

¡Bingo!

- Yo cuidaré de ti - dice con una enorme sonrisa en su rostro
- De nosotros - lo corrijo forzando una sonrisa en mis labios

Lamento mucho haber tardado en actualizar, la universidad me tiene ocupada :(