No Caeré De Nuevo

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Para hacer pasar mi enojo, tire unos cuantos platos al suelo y a la pared, arme un desastre ahi solita en la cocina, pero en serio que me desahogue del todo, fue un método bastante efectivo para poder relajarme. Solo que ahora deberé ir a comprar otra docena de platos, me gustaban esos porque tenían un borde dorado que los hacía ver como si fueran de oro, comer en esos platos me hacía sentir como de la realeza o algo parecido, pero ya encontraré otros.

Luego de limpiar todo en el comedor, arreglar la cocina y poner todo a su lugar. Mis hijos se encontraban en su habitación con su tía, aun podía escuchar unas risitas y el volumen alto de la TV mismos que dieron evidencia de que veían Toy Story, no estoy segura de cual era, pero eso veían, oí que alguien dijo "Hay una serpiente en mi bota".

Me dirigí hacia la habitación que tenía con Tom, no es que ya estemos bien, pero al llegar mi hermana, le acomode la cama en la que dormía en el cuarto de mis hijos, porque le gusta dormir ahí y yo tuve que volver a compartir la habitación con Tom.

Al entrar, Tom levantó la vista de su teléfono y me miró fijamente mientras me acercaba a los cajones de nuestro armario, para buscar una pijama. Abrí uno de mis cajones y este estaba completamente vacío, ahí guardaba mis pantalones y shorts, abrí otro y estaba también se encontraba vacío, donde tenía mis camisetas, pero al revisar el último cajón, donde guardaba mis pijamas subidos de tono, que no usaba hace mucho mucho tiempo atrás, no faltaba ni una sola prenda, estaba todo bien doblado y acomodado tal como lo había dejado. Volteé rápidamente a ver a Tom, quien estaba muy distraído con su teléfono o fingía estarlo.

- ¿Y mis cosas? - pregunté.
- ¿Ah?
- ¿Dónde están?
- No lo sé, yo no toque nada
- Pues no están aquí...
- No me culpes si no lavaste tus pijamas y ahora no tienes que ponerte - dijo rodando los ojos.
- Pero... Yo tenía todo doblado aquí - hice una pausa para recordar su la había lavado o no. Me abrí a la posibilidad de que quizás había olvidado lavar mis pijamas, he estado muy atareada con la visita que tengo en casa.

Busqué algo en el cajón, encontré un camisón transparente de color verde agua, me dirigí al baño y me lo puse, me mire al espejo y solo suspiré para luego salir, aquella prenda me traía muchos recuerdos buenos de cuando era más joven.

- ¿Duermes con brasier?
- Ya cállate - dije y caminé hacia la cama, apagando la luz.
- Te ves muy bien - dijo mirándome de arriba a abajo.
- Qué te calles - dije y me metí en la cama, dándole la espalda.

Estaba apunto de ceder plenamente ante el sueño, cuando su mano rodeó mi cintura y me atrajo hacia él.

- ¿Qué crees que estás haciendo? - dije.
- Ya no puedo resistirme a ti - dijo casi susurrando en mi oído.
Suéltame te lo advierto
- Me encanta esta nueva tu, amo que me hagas enfurecer, eso me pone tan...
- Ya déjame - dije dando un suave golpe con el codo hacia su estómago, para intentar separarme sin hacerle daño.
- Créeme, me estás volviendo loco, no me fuerces a hacer algo que quizás no te guste al principio, pero luego lo hará, te lo puedo asegurar - dijo apretando más contra él.
- Pues... - me volteé hacia él - Debo de decir lo mismo - me acerque a sus labios, haciendo que se relaje lo cual me dio el suficiente tiempo para levantar la pierna y golpearlo con la rodilla en la entrepierna - No me vuelvas a tocar.

Él me soltó rápidamente y dirigió sus manos al lugar del golpe, yo me gire y luego salí de la cama de un salto.

- ¡Vete al sofá!
- ¿Qué? - dijo aún adolorido.
- ¡Qué te vayas al sofá, ahora!
- Está es mi habitación también
- ¡Intentaste violarme, estúpido, fuera! ¡Pero ya!
- Agh - dijo levantándose y agarró su almohada y una manta de las que teníamos dobladas en la patada de la cama, saliendo de la habitación con rumbo al sofá.

Infiel    TOM HOLLAND ©   T1 Y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora