Tensiones

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Una vez que Tom puso su auto en marcha, condujo un par de calles y luego se estacionó.

- ¿Qué sucede?
- Mmm Diana, no sé a dónde ir.
- Cierto... ¿Dónde crees que llevarían a alguien que encuentran tirado en la calle?
- Entonces así pasó... - dijo por lo bajo pero aún asi pude oírlo - Tal vez al Central, podemos averiguar ahí.
- Uhm - balbucee y asentí con la mirada perdida.

Puso su mano sobre mi hombro por unos segundos y luego tomó mi mano de una forma amigable y de hecho, reconfortante.

- Vamos, ¿qué esperas? - aparté mi mano de la suya.
- Diana...
- Avanza...
- Oye, está bien, sólo... hazlo

Ya no podía aguantar más, me ardía el pecho y sentía que me explotaría. Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas por si solas. Tom pasó su brazo por mis hombros acercándome a su cuerpo. Apoyé mi cabeza en su pecho mientras lloraba y el acariciaba suavemente mi brazo.

- Soy una idiota - susurré.
- No lo eres, llorar por tu padre no te hace idiota
- No lo odio Tom, lo juro...
- Lo sé... y sé que Melanie también lo sabe - susurró asumiendo porqué le decía aquello.
- Cree que soy insensible
- No lo eres, no todos reaccionan de la misma forma
- Nunca pude perdonarlo y ahora tampoco puedo...
- Diana...
- ¿Sí?
- Creo que en realidad ya lo hiciste

Me quedé en silencio apoyada a él un par de minutos, mi mejilla estaba húmeda al igual que su camisa. No sé porqué Tom me había dado la seguridad de poder desahogarme.

- Creo que debemos irnos - susurró
- Sí, lo siento - me incorporé y limpié mi cara con la mano
- Tranquila, está bien

Puso el auto en marcha hasta el hospital que había mencionado, bajé del auto y caminé hasta la recepción para preguntar si sabían algo de mi padre. La respuesta de la enfermera luego de ver los registros fue negativa, no lo habían llevado allí.

- No está aquí - comenté al subir de nuevo al auto.
- ¿No sería más fácil preguntarle a tu hermana de qué hospital la llamaron?
- No quiero hablar con ella ahora Tom
- Entonces llamaré a Harry, que le pregunté.

Asentí y este se comunicó con su amigo. Un par de minutos después estábamos de camino al hospital a identificar el cadáver de mi padre.

- ¿Alguna vez tendremos un momento de paz en nuestras vidas?
- Supongo que no es lo nuestro - lo miré
- Supongo que no, ¿alguna vez creíste que tu hermana se casaría?
- ¿Con tu mejor amigo? No. Con otra persona dentro de un par de años más, sí.
- ¿Cómo crees que sea de madre?
- Un poco alocada pero buena
- Pienso igual, Harry tendrá mucho por hacer - sonrió de forma burlona
- ¿Eso qué quiere decir? - lo miré con el ceño fruncido y él borró su sonrisa.
- Nada, olvídalo.
- Tuvieron una boda linda - comenté.
- Te veías de maravilla
- Lo sé, tú igual.
- Gracias, estaba un poco ebrio
- ¿Sólo un poco? - levanté una ceja mirándolo.
- Tuvimos una despedida muy movida, no fue de mis mejores ideas
- ¿Alguna de tus ideas es buena? - dije con un tono burlón.
- Un buen par de ellas sí, gracias - fingió estar dolido.
- ¿Por ejemplo?

Estaba a punto de contestar, pero hizo una mueca y se quedó callado un par de segundos.

- Pienso en una, pero me escucharé ridículo diciéndola.
- Adelante, no te juzgaré Thomas.
- Pedirte que te cases conmigo - su rostro se puso algo incómodo.
- Debo admitir que esa si fue una de tus mejores ideas - admití y me encogí de hombros.

Abrió su boca para decir algo más pero luego volvió a cerrarla, un segundo más tarde repitió su acción pero tampoco dijo nada.

- ¿Qué? - lo miré
- ¿Y para ti lo fue?
- ¿Cómo?
- Quiero decir, casarte conmigo, ¿fue una buena idea?
- Lo fue - admití - Y también divorciarme de ti, Tom - lo miré cautelosa, se había puesto más incómodo - No estábamos funcionando.
- Pero ahora si lo hacemos, ¿no?
- Ajá... ¿qué? ¿vas a pedirme que me case contigo? - dijo algo sarcástica.
- ¿En el preciso momento donde vamos a buscar a tu padre a la morgue? - sonrió ampliamente - Sí, no me parece que haya una oportunidad más romántica para hacerlo Diana.

Ambos reímos, me gustaba esta nueva faceta donde no había tensión entre nosotros y nos llevamos... bien. Ojalá este Tom siempre hubiese sido así y lo fuera el resto del tiempo, pero al parecer es una misión imposible hacer que se mantenga así.

Al llegar al hospital, Tom estacionó el auto frente al mismo. Bajé del auto auto él después de mí.

- Tom, no es necesario que me acompañes, puedo hacerlo sola.
- ¿Estás segura?
- Por supuesto que lo estoy, gracias por traerme.
- Claro, no llevaré a los niños a casa de Harry y Melanie, los dejaré con mi madre si no te importa.
- Mejor, no sé en qué estaba pensando cuando le di la orden a Claudia.
- No te preocupes, llámame si necesitas algo.

Asentí, volví a agradecerle y me adentré en el hospital. Hablé con un par de enfermeras y estas me guiaron hacia el sector de la morgue. Debía reconocer el cadáver de mi padre por protocolo.

Me dieron un barbijo y me dejaron entrar a una fría sala con el doctor que estaba a cargo. Alrededor había un fuerte y fétido olor a químicos y varias gruesas bolsas plásticas de color plomo en donde se encontraban los cadáveres.

El doctor me guió hasta una camilla de metal con una etiqueta amarilla donde estaba escrito el nombre de mi padre. Descubrió aquella bolsa y vi el rostro pálido de mi padre, a quien reconocí inmediatamente, a pesar que estaba muy delgado, con una barba algo larga y con un cabello canoso que no tenía la última vez que lo vi. Asentí y apenas pude decir en voz alta que sí era mi padre. Me indicó que abandone la sala y hable con la enfermera.

Salí de aquél lugar, casi corriendo patitas para qué te quiero. Era un lugar triste y algo repulsivo para estar. La enfermera que estaba parada a un lado de la puerta me entregó una serie de formularios para que los llenara.

Infiel    TOM HOLLAND ©   T1 Y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora