Infiel TOM HOLLAND © T1 Y T2

Empieza Hoy

A la mañana siguiente, me levante como a las 09:30, baje las escaleras y me dirigí al sofá, donde Tom aún estaba durmiendo.

- Tom, levántate, debes ir a trabajar - dije sacudiendo su cuerpo dormido suavemente.
- ¿Qué hora es? -dijo frotándose los ojos.
- Son las 9 y 30
- Maldición - dijo con un gruñido y levantándose del sillón - Me duele la espalda.
- Te lo ganaste - digo rodando los ojos.
- Ya olvídalo - dijo mirándome serio y luego yo me puse a reír, pues en todos estos años, él jamás había pasado por algo así, quiero decir que yo lo echara a dormir en el sofá, por alguna razón, era como una fantasía para mi hacer eso cuando nos casamos, pero no se habia realizado hasta ahora.
- Ve a cambiarte, estas dos horas tarde.
- No prepares nada para mi, no comeré aquí hoy, tengo...
- No iba a hacerlo de todas formas - dije caminando a la cocina.
- ¿Por qué?
- No soy empleada tuya para tener que esperarte aquí con la comida calientita para cuando llegues de trabajar.

Gruñó y subió a su habitación, preparé unos panqueques para mis hijos y los decore con miel y trozos de fresa, además de arándanos. Y les hice leche con chocolate.

Deje su desayuno en la mesa y luego fui a hacerlos levantar para que bajen a desayunar, Melanie despertó y bajó las escaleras a la par de ellos dos.

Mis hijos tenían sus sillas decoradas a su gusto, pues estaban pintadas por ellos mismos, las habíamos decorado con témperas y óleo años atrás, con eso quiero llegar a que los dos lugares que mis hijos ocupaban si tenían un plato al frente, pero el de mi hermana no.

- ¿Y mi desayuno? - preguntó con cautela.
- Lo siento reina Melanie, ¿qué se le antojaba comer hoy? - dije irónica - Sígueme - le indique saliendo del comedor.
- ¿Qué sucede?
- Mira, no aportas nada a esta casa, no me das ni un centavo y encima quieres que cada mañana, tarde y noche te espere con un buen plato de comida, esto tiene que cambiar, debes madurar de una puta vez, ¿entiendes?. Bajo mi techo lo harás y si no te gusta te puedes ir.
- Yo... Yo... Esta bien.
- Ven acá - dije abrazándola - Te hice un licuado de manzana, pero hablo en serio sobre lo anterior.
- Lo entiendo - dijo sonriendo torcido y dirigiéndose al comedor.

Ya es hora de que Melanie asuma algunas responsabilidades y yo me voy a encargar de que lo haga mientras se encuentre viviendo bajo mi techo, comiendo mi comida y respirando el mismo aire que yo.

Mientras comíamos pude oír como Tom iba de un lado a otro apresurado del piso de arriba, algo que aún no comprendo bien, es que él es su propio jefe y no hay nadie que lo regañe si llega tarde, no sería dar un buen ejemplo a sus empleados, pero tampoco algo de que preocuparse como está haciendo en este momento. 

Cuando terminó de arreglarse entró a la cocina y tomó una manzana del frutero, luego vino a despedirse. Besó en la cabeza a mis hijos, sonrió forzado a Melanie y a mi me dio un corto beso, que me dejó impactada.

- Olvidé decírtelo, esta noche debemos de salir con personas del trabajo a una cena, arréglate para las 7 - dijo saliendo y dirigiéndose a la puerta de salida.
- ¡Oye! - dije yendo tras él - ¿Quién demonios te crees que eres para ordenarme que hacer?
- Pues debes ir, en mi trabajo todos se preguntan porque jamás asiste mi esposa.
- Pronto seré tu ex y dejaran de preguntar, no iré hoy.
- Debes ir
- No, no tengo que ir, no iré.
- Necesito que vayas
- ¿Y por qué antes no lo necesitabas como ahora?
- Sabía que no querías
- Eso no ha cambiado en mí
- Esperaba que eso si lo hiciera
- ¡Mami! - corrió hacia nosotros mi hijo.
- Adiós Tom - dije sonriendo forzado.
- Adiós - me dijo - adiós campeón - dijo acariciando la cabeza de mi hijo.

Al Tom salir por la puerta, cerré está de un fuerte portazo, lo salvó la campana.

- Mami vayamos al parque, ¿siii? - dijo emocionado mi hijo dando pequeños saltitos.
- Cariño... - dije haciendo una pausa para pensar en algo- Si, esta bien, tu tía los llevará. ¡Melanie!
- Ya oí - dijo emocionada como una niña y oí como chocaba la mano con James, quien aún se encontraba en el comedor.

Tenía un plan perfecto para esta noche, desde hoy empezó mi juego de ojo por ojo.