Era obvio quien era el remitente de aquél regalo, Tom. Se puede decir que fue un detalle muy agradable para ellos y, de cierta forma, creo que para mí también.
Supongo que a veces los convencionalismos sociales no lo hacen sentirse cómodo pero sí sabe cómo formar parte de ellos. De cualquier forma, tal y como él había prometido, envió un auto por mí, un servicio de taxis que me llevó de vuelta a casa.
Una vez en casa, me senté en el sofá y me puse a pensar, era inevitable que me sintiera feliz por mi hermana. Ella tenía una linda familia, la que siempre había merecido, siempre supe que a mi hermana le hacía falta tener una familia, ya que el destino le había quitado esta opción cuando era pequeña por ello, en algún momento debía devolverle ese injusto robo y finalmente lo había hecho.
Melanie, la niña que cuidé como mía años atrás ya tenía su propia niña que cuidar, no puedo creer cómo pasa el tiempo de rápido y cómo las situaciones dan vueltas.
Por alguna razón, en medio de ese momento de felicidad por Mel, un sentimiento pesado empezó a hacer una incómoda presión dentro de mi pecho, hacía mucho que no lo recordaba pero supongo que era necesario que en algún momento ese recuerdo invasivo volviera a posarse en mi mente.
Por unos minutos me puse a pensar en cómo se habría visto mi hijo o hija no nacido, supongo que hubiera sido igual de lindo que mis otros dos hijos mayores, tal vez hubiera sido una niña, ya saben que dicen que la tercera es la vencida, probablemente la niña que en mis sueños más profundos soñé y era la que venía en camino.
Bien, una idea más dolorosa aún...
¿Cómo puedo quitarme esto de la mente?
Bien... está claro que no puedo, así que sigo divagando en esa idea, me hubiera gustado que sea más parecida a mí que a su padre, hubiera sido lo más justo creo yo. Esa nena hubiera sido mi pequeña cómplice de seguro.
Pero, ¿cómo habría sido cuando creciera? ¿Cómo hubiera podido protegerla de que le tocará casarse con un idiota?
No, ella habría elegido muy bien con quién estar.
De seguro la pobre criatura habría estado sumamente confundida de las cosas y personas a su alrededor en ese tiempo, iba a nacer en un mal momento, yo aún no estaba segura de qué haría con mi vida.
No sabía qué haría... ¿será por eso que se me fue arrebatada?
Ya debería detenerme, mis ojos empiezan a ponerse cada vez más acuosos, seguro porque se encuentran llenos de lágrimas, lágrimas que expresan mi dolor y que lo exteriorizan para que deje de morir por dentro, lágrimas que lloré tiempo atrás pero que retornan a mí.
- ¿Un pañuelo?
- ¡Dios! - salté del sofá y llevé una mano a mi boca para cubrirla.
- Lo siento, ¿pero quieres uno? Es que estás llorando.
- Qué observador eres - traté de regular mi respiración y luego aparté mi mirada para parpadear varias veces queriendo quitar algunas lágrimas que estaban estancadas en mis ojos.
- Bueno, lo siento - Tom soltó una carcajada y metió las manos en los bolsillos de su pantalón - No quería interrumpir tu sesión de llanto que imagino es de felicidad.
- Así es - asentí con la cabeza volviendo mi vista hacia él - Es que estoy tan feliz por ellos que no tienes ni idea, soy un mar de lágrimas desde que vi a la niña - sonreí ampliamente.
- No puedes engañarme, ya deberías saberlo, ¿recordando tiempos amargos?
- Solo recordando - dije tras soltar un profundo suspiro.
- De acuerdo, eso hace daño, Di, deja ir el pasado, ¿quieres un té?
- Mejor no me digas frases motivacionales baratas, ¿quieres?
- Bien - se encogió de hombros - Pero, ¿si quieres el té?
- Sí, con limón
- El té va con leche, Diana, no con limón - me miró levantando una ceja y con un gesto recriminatorio.
- En Inglaterra, en Dianalandia con limón.
- Fingiré que no lo pediste así - negó y se dirigió a la cocina.Me levanté y sequé mis mejillas delicadamente con los dedos para luego ir también a la cocina y buscar en el cajón de la alacena una caja de galletas de avena y miel que tenía guardadas.
- Tom, te aseguro que estas serán las mejores galletas que vas a probar en tu vida - dije vaciando algunas en un bowl.
- ¿Si? - tomó la caja y leyó de qué estaban hechas para luego hacer un gesto de desprecio arrugando la nariz - No, estas no son galletas de verdad.
- ¿Qué? Claro que lo son
- No, las galletas reales tienen chocolate y mucha azúcar.
- ¿Quieres que te dé diabetes?
- No, pero se supone que las galletas deben ser divertidas, no deben parecer arena.
- Ajá, no espero que lo entienda un niño.Rodeé los ojos y tomé el plato dirigiéndome al comedor y robando una galleta en el camino. Minutos después Tom trajo las dos tazas de té y puso una frente a mí y luego se acomodó a un lado mío.
- No entiendo cómo comes esto.
- De gustos nadie ha escrito, Tommy.
- Tienes pésimos gustos.
- Sí, me di cuenta - dije tomando entre mis dedos la taza de té y dándole un sorbo.
- Eso es hasta ofensivo
- ¿Por...? Oh - hice una pausa y me encogí de hombros dejando la taza y agarrando una galleta - Anda, come una.
- ¿Y si vómito limpias tú?
- No, no vas a vomitar, dramáticoSonrió de lado y tomó una de las galletas dándole un mordisco, masticó esta lentamente y luego movió la cabeza de un lado a otro.
- No está mal
- Te lo dije, ¿quieres otra?
- Sí, pero será la última.Y no lo fue, comió toda la caja de aquellas galletas "de arena" junto con el té con limón que también cometí el error de hacerle probar y que terminó gustándome más. Tom, en momentos actúa como un niño en el cuerpo de un adulto, pero sigue teniendo un carisma que no puedo evitar ignorar, suele causarme gracia, eso es lindo, antes me daba dolores de cabeza.
Está diferente, aún hay algo oscuro en él pero que de vez en cuando se tornan destellos de luz, una luz cálida y familiar que me hace sentir cómoda y, de cierta forma, en casa.
Solo sé que ahora quiero que hayan más noches de té y galletas para sentir esa vibra hogareña que se siente bien.
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Infiel TOM HOLLAND © T1 Y T2
FanfictionLa triste realidad, llegó a ella, como un balde de agua fria, congelando todo en su ser, su corazón y su vida. Pero... ¿ Ella podrá volver a confiar luego de que él la engaño? Portada por: @laurag29 Nota: No se trata de romantizar ninguna acción rec...