Al amanecer de aquel sábado, aproximadamente a las 6, alguien llamó a nuestra puert, haciendo que todos nos asustemos, bueno menos los niños. De hecho era una visita bastante inesperada.
Era Melanie, había vuelto de uno de sus ocasionales viajes al extranjero, está vez había estado por México, con un grupo de amigos que tienen el mismo estilo vida.
- ¿Qué te pasó? - dijo entrando a la casa y mirándome alarmada esto por mi estado.
- Tuvo un accidente - dijo Tom, antes de que yo pudiera decir algo.
- Es una larga historia - dije para luego acercarme en mi silla de ruedas a abrazarla, mientras lo hacía no pude evitar derramar unas cuantas lágrimas.Melanie siempre había sido mi consejera, mi confidente y mi mejor amiga. Al morir mi madre, fui yo quien básicamente se hizo responsable de ella, la relación que teníamos con nuestro padre no era muy buena ya que él se ocupaba de ahogar las penas de su viudez en vodka y vino barato, dejando desamparadas y solas a sus hijas, pero eso no le impidió dejar de hablarme y echarme de la casa cuando le avise que me casaría con Tom, pues nos tachó de ser inmorales, cosa que él había sido casi toda su vida (o al menos después de que mi madre muriera).
- Te extrañé muchísimo - dijo separándose de mí - Te he traído algo, bueno les he traído algo a todos, compré cosas para los niños y para ustedes. México es fabuloso, la comida es estupenda, y la gente es tan acogedora, no se parece en nada al carácter que tienen los ingleses - hizo un pausa y miró a Tom - Sin ofender claro - dijo riendo leve.
Melanie aún es como una niña chiquita o al menos yo la veo así, para mi no crece. Antes cuando ella llegaba la casa, esta se llenaba de un ambiente repleto de risas y juegos, le encantaba pasar el tiempo con los niños y ellos la amaban, ella siempre le hacía bromas y comentarios jocosos a Tom, pero él siempre intentaba mantenerse serio.
Pero ahora eso ha cambiado y se nota que mucho, luego de ese pequeño diálogo que ella intentó entablar en la sala, el ambiente se torno algo tenso y hostil, como nunca antes el silencio reinó entre nosotros y todos nos pusimos tensos.
- Imagino que debes de estar hambrienta - dije al final.
- Pues sí y mucho, ¿y los niños dónde están?
- Aún están durmiendo
- Permiso - dijo Tom y luego se retiró hacia su habitación.
- ¿Pasa algo? - dijo Melanie, sin entender mucho la abrupta salida de Tom.
- Amm no, estuvo algo estresado por lo de mi accidente, quizás hoy no esté de humor - dije mintiendo a mi hermana lo mejor que pude, se me hace complicado casi imposible mentirle, me conoce tan bien que incluso a veces creo que me lee la mente.
- ¿Y cómo está Harry? - dijo acompañándome hacia la cocina.Su pregunta sobre Harrison me hizo dar cuenta que hacía mucho que no sabía nada de él, la última vez que lo vi, fue en aquella cancha de baloncesto, cuando le anuncié a Tom que estaba embarazada por tercera vez, supongo que Tom tampoco lo ha contactado en todo este tiempo como también debo suponer que él es su mejor confidente.
- Ha pasado tiempo desde la última vez que lo vi - dije sirviendo café.
- Deberíamos preparar algo e invitar a todos a venir, a tu suegra, a los hermanos de Tom, a Harry y a Tamara.Me atragante con mi café al oír el nombre de Tamara, fue como clavar una daga en mi corazón.
Melanie tenía muy buenos recuerdos de Tamara, nos veía como a dos grandes amigas, pues desde que la conocí ella se apegó a mi familia, pero ahora sí yo no sabía cómo explicarle todo lo que había cambiado en cuanto ella se refiere, y además en cuanto a lo que ha estado pasando con mi vida, los niños y Tom.
- Supongo que pasó algo malo entre ustedes dos.
- Es algo complicado Mel, verás...
- Bueno, ciertas cosas siempre deben de llegar a su fin - dijo con una gran sonrisa - Ahora tengo una pregunta más seria, ¿dónde guardas esas galletas que tanto me gustan?
- En el cajón de la izquierda, en la repisa de allá, ahí las escondo de los niños - dije señalando.Amo que Melanie a veces se tome a la ligera cosas que son importantes, aunque a veces me ofende un poco, pero en este caso me ayuda a postergar mi tremendo relato de cuán triste se ha vuelto mi vida.
Para mi hermana siempre he sido su heroína (o eso creo), yo tenía solamente 5 años cuando falleció mi madre y tenía 6 cuando me vi forzada a hacerme cargo de Melanie, fue un año después de la muerte de mi madre que las deudas de mi padre empezaron a sofocarnos. Mi padre bebía, iba a bares y peleaba, se perdía semanas enteras y a veces incluso meses, cuando esto ocurría y volvía nos compraba galletas, té, mantequilla, dos maples de huevo y una barra de chocolate a cada una, se suponía que debíamos de ingeniarnosla para hacer que esos alimentos nos alcancen durante todo el mes.
Al cumplirse 5 años de la muerte de mi madre, nos corrieron de la casa porque mi padre no había pagado la hipoteca al banco, entonces nos mudamos a un sitio más alejado y mucho más peligroso, estuvimos viviendo allí como 6 meses hasta que luego nos acogió en su casa , una tía de mi madre, en los dos años que estuvimos viviendo ahí mi padre encontró otro vicio, apostar y jugar al poker, su nueva adicción provocó que nuestra tía se cansara y nos echara de su casa. Luego, nos instalamos en un edificio viejo, donde nuestro apartamento era de un tamaño similar al de una ratonera y fue allí donde nos establecimos definitivamente, viendo la hora de marcharnos.
Cuando cumplí 18 e ingresé a la universidad de bellas artes, me fui de la casa a vivir en una hermandad, mi hermana llegó al año siguiente, pero dejó la universidad con la misma rapidez que viaja la luz, haciendo que su vida tome un rumbo un poco más errante y desorganizado.
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Infiel TOM HOLLAND © T1 Y T2
FanfictionLa triste realidad, llegó a ella, como un balde de agua fria, congelando todo en su ser, su corazón y su vida. Pero... ¿ Ella podrá volver a confiar luego de que él la engaño? Portada por: @laurag29 Nota: No se trata de romantizar ninguna acción rec...