¿Con Quién Se Quedan Los Niños?

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Mi hijo en medio de llanto baja a la cocina corriendo...

Tom sigue parado en la puerta y persiste con sus insistentes golpes a la puerta...

- Te daré el divorcio en cuanto antes... Pero yo me quedo con la custodia de mis hijos, tu puedes hacer lo que quieras y verlos los días que ordené el juez.
- No puedes hacerme esto - abro la puerta - ¿Cómo te atreves?
- Tu no podrás cuidar de ellos como es debido.
- Claro que puedo hacerlo, yo encontraré la forma - rompí en llanto en ese momento, no puede separarme de mis hijos.
- ¿Tu crees? No tienes empleo, apenas pudiste conseguir uno pequeño con ese detestable cerdo de Burnes.
- Si me equivoque, no debes repetirlo a diario, no estuve con él, él intentó aprovecharse de mi
- Por eso fuiste a verlo en aquel restaurante el otro día, ¿no es así?. Mientras yo estaba de viaje.
- ¿Quién te dijo eso? - solo me miro fijamente - Fue Tamara, ¿verdad? Maldita bruja - lo empujó a un lado, bajó rápido las escaleras con Tom detrás mío y voy hacia el teléfono.

¿A ella la consideré como mi mejor amiga? ¡Maldita perra! Ella simplemente anda ocupándose de la vida de otras personas, debería de conseguirse una propia. ¿Qué le pasa? ¿Es que acaso que esta atentando contra con mi matrimonio?

- ¿Mami? - escuchó una suave vocecita detrás mío, algo sollozante.
- James amor... - me agachó un poco y lo abrazo.
- Mami ya no peleen, me quiero ir, me quiero ir... - dice llorando desconsolado.

Tom mira la escena, apoyado en la pared y con los brazos cruzados.

- Nos iremos de aquí y todo estará bien cariño - intentó consolarlo, se suelta de mi abrazo y corre a abrazar a su padre. Él lo carga y se dirige a la cocina, con él en brazos. Voy tras ellos dos

Se sienta en su sillita y yo me acerco a él y le limpio la nariz con un papelito.

Ambos están sentados uno frente al otro, James y David, están callados, con la cabeza agachada y con los ojos  llorosos. La escena que tengo enfrente me parte el alma, yo jamás quise exponer a mis hijos a una situación como esta, desde el principio quería evitar que nuestros problemas de pareja lleguen a ellos, pero no podemos tapar el sol con un dedo y tampoco puedo seguir permitiendo que ellos imaginen que todo es perfecto, que nosotros somos perfectos, que somos de cuento de hadas, los cuentos de hadas no son reales y ellos tarde o temprano se van enterar de eso y eso deben de hacerlo lo más antes posible.

Les sirvo su desayuno, unos waffles con dulce de leche, 2 vasos de leche con chocolate y unos trozos de banana, fresas y arándanos.

Ellos agarran sus tenedores de plástico y fijan su vista a los platitos de comida que tienen enfrente, no dicen ni una palabra, ni siquiera emiten sonido alguno; en el comedor todo está en silencio ni una mosca se atreve a volar.

Tom me mira algo molesto, de hecho está completamente enfurecido, en su mirada percibo odio, más no entiendo por qué es él quien lo siente, debería de ser yo quien esté enojada.

- Hoy se quedarán con su papi, ¿está bien?, yo debo ir a arreglar algunos asuntos - Tom me mira serio y ellos solo asienten sin siquiera mirarme - Su papi no irá a trabajar hoy, eso quiere decir que hoy podrán jugar todo el día con él, ¿no es así querido? - sonrió de hecho me siento algo poderosa, por primera vez tengo el control de las acciones de mi familia.
- Así es - dice molesto pero finge una sonrisa a los niños cuando estos voltean a mirarlo de reojo.
- Hazles de comer algo a las 10:00 y luego recién almuercen... - digo indicando a Tom como alimento a mis hijos por las mañanas.

Les doy un beso en la frente a mis hijos y le deposito un pequeño y corto beso en los labios a Tom, le sorprende por completo, a mis niños igual, pero siento como los reconforta vernos así.

Salgo de la cocina, agarro mi chaqueta, mis llaves y mi dinero.

Conduzco el auto hasta la casa de Tamara lo más rápido que puedo, incluso me pase en alto unos 3 semáforos, pero ahora si que esta maldita me tiene que oír...

Infiel    TOM HOLLAND ©   T1 Y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora