Infiel TOM HOLLAND © T1 Y T2

Perdonar Implica Olvidar

Para mi el perdón tiene un sentido muy profundo, porque perdonar significa olvidar, olvidar el daño hecho y superar todo, yo no puedo, antes lo hacía pero hoy en día ya no creo ser capaz.

Supongo que basta con mencionar que jamás he perdonado a mi padre por lo que nos ha hecho y tampoco pienso hacerlo, no puedo olvidar el dolor que nos ha provocado a mi y a mi hermana.

Es lo mismo con Tom siento que si le concedo el perdón que él solicita, doy espacio al olvido, algo a lo que no estoy dispuesta.

Luego de que pronunciara aquella palabra, aquel "No", la sesión se aceleró y rápidamente concluyó, quien estuvo ahí de mediador dijo que aceptó la petición de divorcio, porque puedo percatarse de que hay un gran impedimento para seguir con la relación, de que por parte de uno no hay ni siquiera intención de arreglar las cosas (sé que se refería a mi), y que por otra parte ya es demasiado tarde para querer recuperar años perdidos (sé que se refería a Tom).

Hablando de recuerdos, aún puedo recordar con claridad aquel sábado de otoño, en donde lo primero que vi al despertar fue ese vestido blanco en corte princesa con falda de tul bordada, colgada frente a mi cama.

Ese día ajetreado en el cual había gente que corría de un lado a otro cargando flores y ultimando detalles con una gran sonrisa en el rostro, en el cual me pasé largas horas arreglandome el cabello y maquillandome, para luego entrar en ese divino vestido de diseñador.

Ese gran día, mi gran día, el día de mi boda, el día en que me convertí en la señora Holland, el día en que me case con él que creía el amor de mi vida.

Recuerdo que era feliz, estaba muy nerviosa pero era feliz, el momento que más aprecio recordar y que bajo ninguna circunstancia he de olvidar, es aquel de cuando entraba (sin compañía, gracias a que mi padre se rehusó asistir a mi boda, aclarando que fui inmoral), por aquel estrecho pasillo cubierto por una fina alfombra en tono carmín, llevando entre mis manos un hermoso ramillete de tulipanes rosados y rosas blancas, en donde la mirada de Tom y la mía se cruzaron durante el trayecto, donde sentí que nuestros corazones se fusionaron y empezaron a latir como uno solo, en esos momentos tenía mi corazón colgando en sus manos, mis sueños dependiendo de él y mi alma entera entregada únicamente a él, en donde éramos uno solo.

A partir de ahora nuestros caminos se van a ir separando lentamente, a medida que el divorcio progrese nuestra separación se hará más evidente y llegarán nuevos retos a nuestras vidas, nos veremos forzados a olvidarnos el uno del otro, a tener presente los buenos recuerdos y a intentar olvidar los malos y a tener como único medio de comunicación entre nosotros la crianza de los dos frutos de un amor joven y apasionado.

Es algo que debía pasar y está pasando, es doloroso, por dentro me está matando, pero debo hacerlo, finalmente me hice la idea que es por un bien mayor, como oí decir en una película de mis hijos : "Decisiones difíciles requieren voluntades fuertes".

En este tiempo mi voluntad se ha vuelto inquebrantable, siento que me volví más fuerte y sabía, quiero decir que he aprendido, que el amor y el odio son sentimientos extremadamente parecidos, que se sienten con la misma intensidad y que una delgada franja los divide pero que tu decides a cuál le has de dar tu atención, que las promesas son tan frágiles como lo es una rosa que se marchita, que aquel a quien llamas amigo no necesariamente lo es y que de cada error que cometes sale de este un universo de oportunidades que tú verás cómo aprovechar si bien usas la oportunidad.