Noticia

2.2K 141 12
                                    

En la mañana, me despierto como de costumbre y me doy un baño rápido, para luego despertar a los niños. Mientras estos se preparan bajo las escaleras para preparar el desayuno.

Me sobresalto al ver a Tom recostado en el sofá, se suponía que debía estar durmiendo en la habitación debajo de la escalera y no ahí.

Tomo una de las almohadas que seguro él tiró al suelo y la lanzó hacia su cara. Debo admitir que fue difícil aguantar la risa con la cara que puso después de mi acción.

- Ay lo siento - me acerco a él fingiendo arrepentimiento y levanto la almohada de su cara - Olvidé que estabas aquí. Buenos días, por cierto, ¿tú llevarás a los niños?

Sin esperar respuesta caminé a la cocina y puse a preparar el desayuno para mis hijos.

- Buenos días - se acercó Tom bostezando
- Buenos días - respondí mientras preparaba unos panqueques - ¿No se suponía que te quedarías en la habitación?
- Descubrí que tengo claustrofobia
- Siempre descubrimos algo nuevo cada día
- Lo sé, lo sé. Te ves hermosa esta mañana
- ¿Verdad que sí? Soy una madre soltera y sexy - sonreí y dejé los platos con panqueques en los lugares que siempre ocupaban mis hijos.
- Siempre me gustaron los panqueques que hacías
- Soy una experta haciéndolos, me sorprendería que no te gustaran - dejé los vasos de jugo de naranja al lado de los platos.
- Ajá...
- Tengo una reunión importante hoy, así que iré a cambiarme. Ahí - señalé uno de los cajones de la alacena - Hay café, puedes prepararte un poco y ahí tienes algo de masa para panqueques que sobró por si quieres hacerte uno.

Salí de la cocina y subí las escaleras, por suerte mis hijos ya estaban por bajar. Entré a mi habitación y me cambié lo más rápido que pude, no me quedaba mucho tiempo antes de que Nate llegara a recogerme y aún tenía que preparar la merienda de mis hijos.

Luego de verme decente para una reunión de negocios, bajé las escaleras y entré a la cocina. Mis hijos ya estaban terminando su comida y Tom estaba parado junto a la cafetera.

- Cuando acaben vayan a cepillarse los dientes - les ordené y luego me puse a prepararles unos emparedados
- Gracias mami - dijo James levantándose de la mesa
- Gracias mami - lo siguió su hermano
- Provecho, amores

Puse los sándwiches envueltos en papel estañado dentro de los tuppers y en otro compartimento una buena cantidad de uvas frescas. Luego en las loncheras que correspondían a cada uno de los hijos.

- No entiendo cómo funciona - me miró Tom que aún batallaba con la cafetera.
- Necesitas enchufarlo primero - señalé y tomé una manzana - No es tan difícil, ¿sabes? Creo que yo llevaré a los niños, te ves ocupado

Salí de la cocina con las loncheras y dándole un mordisco a la manzana. Entretanto mis hijos bajaron saltando con sus mochilas.

- Vayan a despedirse de su padre, mientras busco mi bolso

Ambos se perdieron en el pasillo. Mientras comprobé tener todo lo necesario dentro mi bolso y revisé mi teléfono. Nate ya estaba esperando en la puerta.

- ¡Niños, nos vamos!

Ambos corrieron y me quitaron sus loncheras de las manos. Salieron de la casa y subieron al auto de Nate, saludando a este con entusiasmo. Yo salí después de ellos y me acerqué al auto.

- Hola, Nate querido
- Hola, Di - sonrió y abrió la puerta para mi.

Al hacerlo, el sol provocó que su anillo de compromiso resplandeciera.

- Esperen - Tom salió de la casa y se quedó congelado al ver a Nate, quien tuvo la misma reacción
- ¿Qué sucede? - volteé a mirar a Tom
- ¿Debería darles a los niños dinero para que se compren algo en la escuela?
- Idiota... - alcance a oír a Nate
- No, les compraré una botella de agua y de jugo allá, no es necesario. Ten un buen día - respondí y luego subí al auto

Nate condujo a la escuela de los niños. Al llegar los acompañé a la puerta, donde de la máquina expendedora compramos botellas de agua y los consentí comprándoles una soda a cada uno, estos se despidieron de mi y entraron.

Al regresar al auto, tuve un discurso del porqué había cometido un terrible error, cuán mal padre era Tom y el daño que me hacía yo misma.

- ¿Ya terminaste? - miré a Nate
- ¿Qué?
- No volvimos, si eso te preocupa. Y tampoco tengo que explicarte lo que pasó, es un enredo y una mierda.

Ambos nos quedamos callados por unos minutos.

- ¿Claudia ya habló contigo? - dijo finalmente
- ¿De qué?

Por insistencia de ambas familias, Nate y Claudia, cambiaron la fecha de su boda y también su modalidad. Ahora será algo un poco más elaborado, que estará acompañado de más invitados.

- No puedo decírtelo, tendrás que esperar
- ¿Quiere que sea su dama?
- No, no puedo darle ese privilegio por más que la ame
- ¿Que quiere decir eso? - lo miré intrigada.
- Mi hermana será su dama. Pero tú Diana, bueno tienes que ser mi padrino o en este caso sería... ¿madrina?
- ¿Puedo usar un esmoquin que haga conjunto con el tuyo? - lo miré sonriendo
- De hecho, eso había pensado, el azul te quedará bien
- Me encantaría ser tú... digamos dama de honor - él soltó una carcajada
- Eso me hace muy feliz. Pero ya en serio, Claudia iba a llamarte para que la ayudes a elegir el vestido
- Eres un indiscreto, ¿sabías?
- Es la emoción, quiero casarme mañana mismo.
- Tranquilo tigre, Claudia no se escapará del país
- Es lobo - me corrigió Nate en un tono bromista.

Ambos reímos hasta que mi teléfono nos interrumpió.

- Hola Mel - contesté y sólo escuché un sollozo del otro lado de la línea - ¿Mel? ¿Hola?
- Di.. ana - dijo entrecortado
- ¿Qué sucede? ¡¿Melanie?!

Nate me miró preocupado y como si leyera mi mente, estacionó el auto.

- Diana... está muerto - otro sollozo la interrumpió y la oí llorar
- ¿Quién? Melanie, ¿de quién hablas?

El casi silencio del otro lado combinado con llanto, empezó a desesperarme.

- Maldición... ¡Melanie! ¿Quién murió?
- ¡Harry! - gritó mi hermana y mi corazón dio un tremendo vuelco.

Creo que dejé de respirar en ese instante, era difícil procesar lo que dijo, hasta que...

- ¿Diana?
- Dios... ¿Harry eres tú? - seguía vivo.
- Sí, Melanie está algo alterada ahora
- ¿Estás bien?
- ¿Qué? Sí. Ella quería avisarte que tu padre falleció.
- ¿A... así?
- Sí, creo que en la madrugada, no sé. Hablaron con Melanie, pero esta muy sensible para hablar, quizás te dé más explicaciones luego.
- Claro, claro. ¿Necesitas que vaya?
- Sería bueno que lo hicieras, pero si tienes cosas que hacer no hay problema. Me ausentaré hoy del trabajo para cuidar de ella
- Gracias Harry, iré en cuanto pueda

Colgué el teléfono y mire fijamente hacia el frente.

Infiel    TOM HOLLAND ©   T1 Y T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora