Cenizas

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  No podía creer lo que estaba presenciando y tampoco podía permitirlo. Le iba a enseñar una lección al infeliz de Alexis que nunca olvidaría. Tomé el látigo de puntas de cristal de la pared y abrí la puerta de golpe haciendo que Alexis se saliera de inmediato del cuerpo de Bryce, quién solo alcanzó a intentar recoger su ropa.

   Le lancé una ráfaga de latigazos a Alexis y no me detuve hasta que lo vi sangrando mientras con los brazos intentaba cubrirse de los azotes. Le grité improperios y seguí golpeándolo mientras Bryce se hacía un puño contra la pared. Por un momento creí que no iba a alcanzar la cordura otra vez, estaba tan enojada, tan dolida. pero sobre todo... ¡Tan decepcionada de él!

—¡Eres un bastardo! ¡Un maldito imbécil! —Le grité antes de escupirle en la cara—. ¡Austin tardo más de 6 años en conquistarte, soñando con una vida entera contigo y tu acabas de volver su vida cenizas... ¿Por acostarte con un tatuador de burdel? —Le di una patada en los testículos que lo hizo retorcerse.— ¡Ojalá te hubieses muerto en el incendio del Club Devon!

   Se merecía cada una de mis palabras.

—¡Debería cortarte ese maldito pene! ¡No mereces tener uno y tampoco mereces el amor de mi amigo! —Era demasiado para mi.

   Terminé lanzando el látigo al suelo y desplomándome a llorar como una estúpida. Sabía que cuando Austin se enterara, no solo su vida se arruinaría si no que tampoco me lo perdonaría jamás. Era mi culpa que Alexis hubiese venido a este lugar.

   Austin era como mi hermano después de todo, lo que a él lo dañaba, también me dañaba a mi.

   Alexis comenzó a reírse como un completo idiota.

   Me incorporé secándome las lágrimas de los ojos y le cerré la boca con una bofetada estruendosa. Él se quedó quieto por un momento reponiéndose del golpe y luego comenzó a reír otra vez.

   Sentí tanta impotencia y tanta rabia que estuve a segundos de no darme cuenta de que había algo extraño en todo esto. Primero perdí la noción de mis acciones por un par de minutos hasta que desperté en el baño y la actitud de Bryce y Alex parecía bastante ambigua.

   Mi teléfono comenzó a sonar dentro de mi bolso, el cual estaba sobre el sofá. Dudé en contestar, pero dejé a Alexis por un momento para revisar de quién era la llamada...

  Un número desconocido.

—¿Te gustó la sorpresa Alana? Es la misma droga que bebí en el Club Devon hace un año, la misma que le pusiste a Melinda en su licor y también la que usaste con los Dagniton.

   Me acerqué y tomé la cara de Alexis en mis manos. Vi sus pupilas dilatadas por completo, dándome cuenta de que estaba totalmente drogado. Lo solté de golpe encendiéndome en furia contra Dominick.

—¡Eres un maldito! ¡Tú hiciste todo esto! —le grité.

—No me culpes a mi, Alana... Eres tú quién está cazándome. Querías una guerra conmigo y ahora la tienes. Esto solo es resultado de tu búsqueda de consumación por la venganza. —Me hizo remorderme.

—¿Cómo te atreves a culparme?

—Lo que pasó en el Club aquella tarde... No hubiera sucedido si no hubieses puesto esa droga en el trago de Melinda. Me acusas de ser un monstruo, cuando el verdadero mal está dentro de ti.

—¡Mientes! Tú ya habías estado conspirando en mi contra... Los escorpiones, las cartas amenazantes... ¡Eso solo reveló tu verdadera personalidad! —Traté de no dejar que me manipulase.

—No tienes ni idea de lo que hablas, Alana... Todo lo que hize, fue para protegerte...  Y volviendo al tema... ¿Le contarás a Austin sobre esto? —Era una pregunta capciosa.

—¡Si llego a encontrarte... te juro por lo más sagrado, que te voy a matar!

   Dominick desconectó la llamada. Yo me quedé mirando a Bryce quién también parecía no tener el control total de sus acciones, y luego deslicé mi mirada hacia Alex, quien seguía bastante perdido.

   Después de darles un baño con agua fría y de que ambos vomitaran la droga volviendo en sí levemente, los lleve a vestirse.

—¡Esto no volverá a suceder! Tampoco hablaremos de ello con nadie. ¿Está claro? —Ambos asintieron en silencio.

—¿Quién pudo habernos hecho esto? —Bryce parecía avergonzado.

—¡Alguien que me odia tanto como yo a él! Debes irte Bryce, y si vuelvo a verte cerca de Alexis tendré que despedirte. ¿Entiendes lo que digo?

   Él tomó su abrigo y salió en silencio.

Alexis se terminó de poner el abrigo y se puso los dedos sobre el rostro apunto de llorar.

—¡Lo lamento, lo lamento tanto! —Sentí mucho remordimiento por haber sido tan dura con él sin haber pedido siquiera una explicación. La irá me cegó, Dominick tenía algo de razón. Yo lo había arrastrado aquí conmigo, a esta guerra.

—No Alex, yo lo lamento... —Intenté revisar sus heridas.

—No sé como enfrentar a Austin después de esto... ¡Voy a dañarlo! Lo arruiné, Alana. Voy a perder a la única persona que he amado en mi vida. —No pudo contener el llanto por mucho más.

—No le diré a Austin sobre esto. —Sabía que me arrepentiría de guardarle un secreto tan grande a mi mejor amigo, pero si se lo decía el acabaría odiándonos a los dos por una jugada de Dominick con la que lograría su objetivo. —Estabas drogado Alex, no tenías control.

—Sé como actúa la droga que Dominick usó, pero le fallé. ¡No quiero mentirle! —No podía dejar de llorar—. ¡No quiero lastimarlo y tampoco perderlo por una tontería!

—Si se lo dices, va a odiarnos, Alex... ¡Callar es un mal necesario! —Por dentro me estaba carcomiendo el remordimiento—. Aún hueles a Bryce. —Tomé mi perfume del bolso y se lo rocié en la camisa para que Austin no pudiese notarlo.

—¿Cómo lo hizo, Alana? ¿Estuvo Dominick aquí? —Él había dado en el punto.

—Dominick no trabaja solo, es evidente que tiene un cómplice. Hay un traidor entre nosotros, y creo saber de quién se trata.

  ¡Holaa! Casi nunca dejo notas, pero me muero por saber en este punto

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  ¡Holaa! Casi nunca dejo notas, pero me muero por saber en este punto... ¿Quién creen que es el aliado de Dominick?  Por cierto, amigos, tenemos un grupo de lectores en Facebook en el que podemos compartir sobre Dominatrix y otros de mis libros. Si desean unirse pueden buscar el grupo Luis Orozco (Oficial) o enviarme un DM para pasarles el link.

Gracias por leerme. Xoxo

- Luis

La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora