Alana es seductora y peligrosa, no conoce límites, está decidida a destruir a cada hombre que se interponga en su camino. Ella buscará la venganza en contra de aquel que en realidad la hizo sufrir en cada rostro masculino que pase por su negocio. ¿Q...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov. Melinda Shannel.
Regresé de mis deberes y estacioné mi auto frente al club. Recordé por un momento la manera en la que Ashton Harrison me tomó del cabello aquella noche y comenzó a arrastrarme antes de golpearme para que no gritara y luego reviví mi ultima conversación con Dynia:
—No te delaté con Alana antes porque creo que eres la única que puede cambiar las cosas, mi hermano tiene mucho dinero, pero tú tienes más y puedes usarlo en su contra. Viste lo que hizo, si Alana no hubiese puesto su propia vida en riesgo, tú ya estarías muerta. —Expresó preocupada.
—No hay nada que yo pueda hacer al respecto... Tengo mucho trabajo ¿Sabes? Tengo que averiguar quien es el padre del bebé de Nayrid y hacer que se haga responsable... —Le respondí.
—¡No! Mi hermano descubrió que Alana estaba aquí por tu culpa, nunca debiste irlo a ver a Londres, también es tu culpa que Mailette esté muerta, tú provocaste todo esto, Melinda.
Me quedé en silencio por un par de segundos sintiéndome culpable.
—¿Qué pasó con lo de que las mujeres se apoyan al final de día? ¿Piénsalo... En el fondo, creo que no eres una mala persona, Melinda, pero si no haces esto, lo serás y entonces no habrá salvación para ti. ¡Tendrás que cargar con lo que le pase a Alana por el resto de tu vida y también con lo que le pasó a Mailette! —Ella se dispuso a salir, pero la interrumpí.
—¡Tal vez tengas razón! —Le dije con los ojos algo humedecidos ante sus palabras—. ¡Voy a rastrear a tu hermano! Pero cuando sepa donde está, irá a la cárcel y lo sabes...
—Lo sé... —Respondió ella agradecida acercándose a mi de vuelta y tomando mis manos en las suyas—. Es mi hermano, y también un asesino... ¡Estarás haciendo lo correcto!
—Eres más fuerte de lo que aparentas... —Reconocí—. Yo no podría delatar a mi hermano si fuera un criminal... ¿Eso me vuelve una perra egoísta y maldita no es así? —Le pregunté—. Porque es lo que todos piensan de mi.
—No, te vuelve humana. Y puedes ser mucho más que eso si es que en verdad lo quieres... —Dynia llevó su mano a mi corazón mirándome a los ojos—. ¡Hay mucho más aquí, estoy segura, por más molesta que seas! —Reímos un poco y luego le sonreí levemente tomando una decisión.
Y estaba hecho, Ashton Harrison se esconde en un Búnker perteneciente a Industrias Kadere en las afueras de la cuidad.
La imagen de Alexis y Austin saliendo al balcón en ropa interior mientras Alex lo abrazaba como si fuese un oso de peluche me interrumpió. Pero por primera vez, no tenía ganas de arruinar las cosas. Por primera vez, vi a Alexis como una historia del pasado en la que ambos nos hicimos daño y Austin como un chico enamorado que al fin venció sus miedos para vivir su sueño.
Me bajé del auto y me detuve a mirarlos, cuando Alex me vio giró los ojos.
—¡Se ven bien juntos! —Les grité tapándome el sol de la tarde que pegaba en mi rostro con una mano.
No respondieron, solo se miraron el uno al otro como si mi comentario fuese lo más raro que hubiesen oído.
—¿Es sarcasmo? —Replicó Alexis.
—Puede ser... —Le dije de vuelta para no perder el orgullo.
—¿Dónde está Alana? —Quería hablar con ella de manera civilizada.
—Dijo que quería verte en el hospital, Christian y Dynia ya están allá, Nayrid tenía dolores en el vientre. —Me contestó Austin.
—¡Bien! Allá será... —Le sonreí genuinamente haciendo que volteara a mirar a su novio de nuevo.
Me subí de nuevo al Royce, y me dirigí a encontrarme con ella.
En el hospital, esa noche.
Caminé del brazo de Dynia por los alrededores mientras hablábamos.
—Alana dijo que estaría aquí, me hubiese gustado hablar con ella también antes de hacer la llamada. Aunque temo que no se tome a bien lo que hice antes... —Le comenté.
—Créeme, no lo hará. Ya hiciste lo correcto, Alana no tiene que saber la verdad ahora, eso solo empeorará la tensión entre ustedes dos. —Me aconsejó.
—Tienes razón, gracias por guardar el secreto... ¿Y entonces por cuánto tiempo piensas quedarte en L.A.? —le pregunté— ¡Creo que después de hoy sobra decir que de mi parte ahora también eres bienvenida.
—¡Gracias! Pero aún no lo sé. No quisiera regresar a Inglaterra nunca aunque debo hacerlo...—Dynia hizo una pausa para bajar la mirada y pararse frente a mi.
—¡Deberías quedarte! —insistí— Si no es cómodo para ti regresar, es mejor que no lo hagas—. Luego le toqué la suave piel del rostro a Dynia—. Has logrado sacar el lado buena de una perra malnacida... ¡Me gustaría mucho conocerte mejor!
Dynia retrocedió un par de pasos sintiéndose confundida.
—Oye... ¿No me estás coqueteando verdad? ¡Porque tengo esposo! —Me mostró su anillo de casada.
—¡Oh, lo lamento, no sabía que...! ¡Olvídalo! Creo que lo mal interpreté. —Soy una idiota.
—¡En definitiva lo hiciste! —le recordó Dynia— ¡Aunque no puedo negar que eres una mujer jodidamente sexy! —Se acercó con curiosidad y me plantó un beso en los labios, haciéndome entender mucho menos que al principio.
—¡No me voy a quejar por eso! —Le dije abriendo los ojos después de haber disfrutado el beso—. Pero acabas de recordarme que estás casada. ¿Entonces que significa ese beso? —Estaba muy confundida.
Dynia me acomodó un mechón de cabello del flequillo.
—Significa... que quizás deberías conocer a mi esposo. —me dijo sonriendo.
Pov. Alana. Después del Show en el Club Devon.
La presentación de la noche había terminado, las scorts estaban ocupadas, todos los demás se habían ido y para cerrar con broche de oro, comencé a dirigirme hacia el cuarto de Melinda buscando encontrarla muerta, fingir horror y luego quedarme con todo lo que ella me quitó.
Nunca pensé que matar se sentiría tan bien, o quizás solo era así porque ella estaba tratando de aniquilarme también. Pero debo reconocer, que en la muerte de alguien a quien odias, siempre existe una pequeña satisfacción... Y cuando tienes una inmersión en el mundo de la muerte, ya no hay nada que pueda sacarte de ahí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.