La agonía de una mentira

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Mansión Harrison, Londres 1996

(Escena restrospectiva entre los capítulos Leviatán despierta y Claridad Roja)

Pov. Mailette Harrison.


   ¿Alguna vez han hecho algo muy malo de lo que se arrepienten cuando es demasiado tarde y ya no se puede enmendar? Creo que todos lo hemos hecho en algún momento y yo no soy la excepción.

   Estaba tan ciega y tan sedienta de riqueza, lujuria y poder que no me importó traicionar a la única amiga que tenía en el mundo.

   No me voy a excusar pero tenía mil razones para odiarla; Alana siempre tuvo lo que yo deseaba y lo peor es que no lo valoraba.

   Quería ser la mejor amiga de Austin Kutcher cuando estábamos en la secundaria, siempre corría detrás de él y juramos que estaríamos juntos siempre... Pero cuando comenzó a acercarse a Alana... Él me reemplazó.

  Creía que ella era más genial y la nombró su BFF oficial. ¿Y todo para qué? Él siempre escuchaba los dramas de Alana con Ashton y su madre pero ella era una egocéntrica que nunca se detenía a escucharlo, de haberlo hecho se habría enterado que le gustaban los chicos, que sus padres lo discriminaban desde que se dieron cuenta de sus preferencias sexuales y tal vez de haberlo apoyado, no se habría ido a América.

   Alana me lo robó y todo para abandonarlo cuando su novio se lo pidió. Debió ser una decepción para él.

   Soñé siempre con ser la reina de mi baile de graduación, me puse un vestido corto y el maquillaje más llamativo que pudiese haber encontrado, estaba dispuesta a usar la corona esa noche y a retratarme con ella.

   Pero cuando entré al salón de baile la gente me miró raro, se comenzaron a reír de mi cruelmente. Escuché que me llamaron "puta" y "payasa". Nadie votó por mi... Alana y su novio millonario fueron galardonados como los mejores... Ella ni siquiera se esforzó en su vestuario, de hecho parecía una pordiosera, simplemente lo ganó por ser bonita y porque Ashton le daba clase.

   Mis padres tenían propiedades enormes en las que Alana, Ashton y yo paseábamos desde niños. Y mientras mis padres lo perdían todo a causa de la baja en las cosechas de almendras, las pequeñas bodegas de vino de los Monroe aumentaban su valor. ¡Quedamos en la quiebra desde hace años aunque intentábamos mantener las apariencias!

   Siempre estuve enamorada de Ashton, sus ojos, su clase, ese hundimiento varonil en sus mejillas... ¡Dibujaba nuestros nombres en papel junto a un corazón todos los días! Desde niña ensayaba la manera en la que respondería cuando me pidiera que fuese su novia... ¿Y qué pasó? Él escogió a la malnacida de Alana para que fuese su esposa.

La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora