Aire

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Mansión Shannel, Miami

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Mansión Shannel, Miami. (4 días después)

Pov. Omniciente.


  Blake se sirvió una copa de vino mientras miraba el mar a través del ventanal de la mansión.

—No he vuelto a ver a tu hermano Christopher por aquí... —Dijo dando un sorbo de su copa.

—Tampoco yo y eso me hace muy feliz... ¡Esa rata aparece y desaparece cuando quiere! Y ahora que Christian no está en la ciudad no desaprovechará la oportunidad para causar desastres en cualquier momento. ¿Saben Austin y Alexis que él está aqui?

—Supongo que no... ¡La verdad no hemos hablado mucho últimamente! Yo paso ocupado contigo y ellos... ¡Honestamente no sé que hacen ellos!

   Melinda trató de servirse una copa para si misma, pero a causa de su falta de visión la derramó sobre la mesa. Blake intervino para ayudarla a limpiarlo.

—Me siento como una inúltil, Blake. ¡No puedo hacer nada sola a causa de esta maldita ceguera! —Ella se puso las manos sobre sus córneas—. ¡No lo soportooo más! —Gritó.

   Blake de inmediato se inclinó hasta su altura para tratar de tranquilizarla.

—¡Shh, shh! Estoy aquí contigo, es normal que tardes en acostumbrarte... ¡Encontrarás un donante apto, Mel! Pero hasta que eso suceda tienes que estar tranquila. —Él le tomó la mano—. ¡No te pienso abandonar!

—¿Durante cuánto tiempo, Blake? ¿Durante cuánto tiempo le prometiste a Dynia que ibas a cuidar de mi? ¿Cuánto tiempo más pasara antes de que te aburras de cuidar de una ciega inútil que no puede siquiera servirse una maldita copa de vino! —Se frustró.

—Si es necesario, te acompañaré para siempre... —Dijo entrelazando sus dedos con los de ella—. ¡Esto ya no es por lo que le prometí a Dynia! Realmente quiero cuidarte, Mel.

   Ella retiró su mano de la él con delicadeza.

—¡Cuando tus hijos vuelvan, entonces te darás cuenta de que no tienes una obligación conmigo! Y eso está bien... Debes cuidar de ellos.

—Tengo mucho tiempo libre, Melinda... Si mis hijos regresan y espero que eso sea así, yo no te pienso abandonar... ¡Eres más importante para mi de lo que te imaginas!

   Ella se incomodó al escuchar las palabras de Blake, aún se sentía adolorida por lo que había sucedido con Dynia.

—Blake... Tú también eres importante para mi, pero no quiero que confundas las cosas... Lo de Dynia está muy reciente y también lo de tu esposa... ¡No quiero que nos dejemos llevar el dolor que ambos sentimos y que nuestra soledad nos lleve a cosas que no tienen sentido!

   Él se dio cuenta de que estaba siendo muy evidente y trató de retraerse de sus palabras.

—Melinda... ¿Te crees irresistible? El hecho de que te diga que eres importante para mi no significa que esté enamorándome de ti. —Fingió presumir.

—Claro, supongo que por eso gritabas mi nombre hace unos días cuando te estabas masturbando en el baño. —Ella habló con la ironía que la caracterizaba.

—¡No hice eso! —Negó con la cabeza.

—¡Oh, si, Melinda Shaneeel, chúpaamelo! Eres mía, ohhhh ¡Me voy a correr! —Ella se burló imitando parte de lo que había escuchado a Blake decir en los últimos días.

   Blake se cruzó de brazos sabiendo que ella lo había oído más de una vez.

—¡Okay, lo acepto! —Ella sonrió apretando los labios—. Pero querer follarte no significa que esté enamorado... ¡Puedo coger sin que mis sentimientos interfieran en ello! Y hasta donde yo recuerdo, tú eras igual que yo en ese sentido.

—Al menos admites que me quieres follar. —Ella se burló sabiendo que Blake la deseaba.

   Él se acercó a ella, y deslizó su mano por su pierna sin que ella objetara. Fue subiendo por su piel, levantando el vuelo del vestido mientras su erección crecía dentro de su pantalón. ¡Pudo notar que Melinda no traía ropa interior y eso lo excitó a más no poder! Ella suspiró y él aprovechó para llevar sus dedos hasta la entrada de su vagina, y entonces ella lo detuvo tomando su mano con fuerza.

—¡Aún ciega, sigo siendo demasiada mujer para un tipo sin clase como tú! —Las palabras le dolieron, así que retiró su mano mientras ella se acomodaba el vestido aclarándose la garganta y girando el rostro.

   No sabía a que venía ese repentino ataque de clasicismo de Melinda o si tal vez solo lo había herido recalcando su pobreza para que no terminaran involucrándose, pero el caso, es que lo había hecho sentir mal.

—¿Sabes que? Creo que necesito salir a tomar algo de aire. —Terminó el dejándola sola para que tuviese tiempo de pensar.

—¡Blake, Blake! —Ella intentó llamarlo para disculparse pero él ya no quiso escucharla, salió a mirar las olas desde la orilla y a respirar la brisa que emanaba del océano. Ella también se molestó al ser ignorada, así que intentó darle un último trago a su copa y la lanzó por lo aires antes de irse a dormir.

   Frente al mar, Blake cerró los ojos para intentar relajarse, pero una mano fuerte tocó su hombro por la espalda, él se sobre saltó sin atreverse a mirar hacia atrás.


  Mansión Shannel (En esos mismos momentos, dentro de la mansión)

   Chistopher estaba en la cocina cargando su bolso con comida de la alacena de la mansión. Tocino, carne, frutas... ¡Estaba empacando de todo un poco para viajar en el avión de Melinda hasta París!

   Austin entró justo en ese momento y encendió la luz asustándose un poco al divisarlo.

—¡Maldición! Christian me asustaste! —Se quedó mirando su bolso después de reponerse un poco del altercado—. ¿Vas a alguna parte? —Indagó.

—Emmmm... —Christopher no tuvo mucho que responder.

—¡Olvídalo! No hemos hablado en casi una semana y en realidad necesito un amigo... ¡Es sobre Alexis! —Austin le imploró tener tiempo de calidad como buenos amigos.

—Está bien, supongo que debemos ponernos al día... ¿Te parece si vamos a charlar a tu cuarto? —Era capcioso.

—¿A mi cuarto? —Austin se extraño por la petición pero tampoco quiso protestar—. ¡Me parece bien! —Austin lo tomó de la muñeca para ir a desahogar sus sentimientos con quien se había convertido en su mejor amigo.

—¡Parece que hace calor! ¿No crees? —Christopher comenzaba a preparar su cacería caminando detrás de Austin mientras le miraba el trasero disimuladamente.

—¡Oye, estás actuando un poco extraño... —Rió Austin sin tener la menos idea de lo que le esperaba.

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