El cuarto oscuro

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Club Devon, más tarde.

Austin parecía no tener más lágrimas para llorar, estaba decaído sentado en la cama, y yo estaba en su regazo consolándolo. Él tenía mucha pena, quizás estaba preparado para decir abiertamente cuál era su sexualidad, pero no para enfrentar sus sentimientos por Alexis. Después de todo era su mejor amigo.

—Tienes que tranquilizarte un poco. —Le recordé, pero no recibí respuesta.

  Alexis tocó la puerta suavemente, traía un té caliente en la mano y el rostro algo triste.

—Austin ¿Podemos hablar? —Alexis se dirigió a él, pero tampoco le respondió, solo escondió su cabeza bajo las cobijas—. Jezzabelle, ¿Podrías dejarnos solos? —Asentí y me levanté de los regazos de Austin, me acomodé un poco el cabello y me dirigí hacia la puerta.

—No seas duro con él. ¡Si llegas a decirle alguna grosería me lo pagarás caro! —Lo miré a los ojos, tocando su brazo mientras él se mantenía inexpresivo y luego los dejé para que pudiesen hablar.

Pov. Omnisciente.

  Alexis colocó el té sobre el buró y se acostó en la cama, metió su cabeza bajo las cobijas también para intentar buscar el rostro de Austin.

—¿Entonces todo lo que Melinda dijo allá es verdad? —Alexis intentaba mirarlo a los ojos.

—¡Mjum! —Austin asintió sin poder dejar de llorar.

—Y esto que sientes ¿Es como una atracción o más como un enamoramiento? —Estaba intentando entender la situación.

—¡En realidad no quiero hablar de eso! —Trataba de evadirlo.

—Escucha, quiero entenderlo, quiero saber lo que sucede y apoyarte, pero es muy difícil si no eres sincero conmigo.

—No es solo una atracción, no es algo de un momento o que se desvanezca fácilmente, tampoco elegí sentir eso por ti.

—¿Hace cuánto tienes estos sentimientos hacia mí? —Alexis intentó secar una lágrima de los ojos de Austin.

—Básicamente... ¡Desde que te conocí! —Se sinceró.

—¡Oh, Austin...! Te juro que no lo sabía. —Alexis cerró los ojos con fuerza dándose cuenta de cuánto pudo haber lastimado sus sentimientos sin querer—. Tu siempre has sido muy cariñoso conmigo, y me has tratado bien, pero pensé que así eras tú y que tal vez solo eras especial conmigo por ser tu mejor amigo, pero nunca pensé en que pudieses sentir algo más por mí. ¿Por qué nunca dijiste nada?

—¡No es como que eso fuese a hacer una diferencia! —Las lágrimas volvían a brotar de sus ojos—. Sé que eres hetero, y lo entiendo. Y tampoco espero que las cosas vayan a cambiar ahora que lo sabes. ¡Sé que no tengo la oportunidad y eso está bien! Solo no quiero perder tu amistad...

La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora