Las fiestas le hacían cosas muy raras a las personas. Algunas se emocionaban mucho y se preparaban con semanas de anticipación. Otras las detestaban y preferían que los arrollara un auto antes de ceder a la presión social de ir a una. Por ejemplo, corría el rumor de que cuando Dalton invitó a Clyde (el chico gótico de la escuela) a su fiesta, él le dijo que se fuera al diablo y le hizo una seña muy grosera con su dedo. Por otro lado, cuando Dalton invitó a Letty y sus amigas, ellas se emocionaron y planearon ir de compras por la tarde. Entre tantos extremos, había gente a la que realmente no le importaba la fiesta, por ejemplo al presidente.
Y como no le importaba (y había tenido unas semanas muy difíciles) decidió a último minuto que no iría. A Laura y a mí no nos sorprendió porque se veía que no le importaba mucho. A mí tampoco porque entendía el por qué no quería ir. No era su ambiente y mucho menos el mío. Es más, no sabía siquiera qué debía ponerme para algo así.
Decidí no pensarlo mucho, iba a haber tanta gente que seguramente nadie me notaría.Un día antes de la fiesta, Laura me dijo que ella no iría. Es más, ninguno de sus amigos iría porque todos tenían planes.
Al principio me puse feliz porque pensé que ya no tendría que ir pero luego recordé que Letty contaba conmigo. Como era mi compañera de clase, pensé que quizá si le explicaba cómo estaban las cosas, ella decidiría no ir conmigo. Pero no, después de contarle, ella dijo:— Está bien, iremos juntos— dijo ella—. Será divertido.
Quería decirle a Letty que nunca jamás nadie me había considerado divertido y que definitivamente no lo sería pero mejor me quedé callado.
Entre los rumores que rondaban la escuela porque parecía que nadie tenía nada mejor qué hacer más que hablar de los demás, destacaban los siguientes:1- Decían que Dalton y Gigi básicamente ya eran una pareja oficial, es más, hasta decían que él quería proponerle matrimonio.
2- De alguna manera todos se enteraron de que el presidente y su grupo de amigos no irían e interpretaron eso como que la fiesta no sería tan buena, por lo que mucha gente decidió no ir nada más por eso.
3- Muchas chicas lindas que esperaban pasar la fiesta con Dalton (que repentinamente era la persona más popular de la escuela) estaban tristes porque él elegió a Gigi y en su desesperación por no estar solas, habían escogido al primer chico que se encontraron. Por ejemplo, había una chica de segundo año muy linda que se llamaba Julie que aceptó ir con Fede, uno de los matones de último año. Y yo desde luego, que era probablemente la última opción de Letty.
4- Al parecer no sólo irían personas de la escuela. Como sería una fiesta legendaria, personas de otras escuelas y hasta de universidades irían.
5- Dalton había contratado a un dj famoso pero nadie sabía quién era. Decían que sería una fiesta tan legendaria que superaría la fiesta de cumpleaños de Jason que le organizaron sus amigos en año nuevo.Llegó el día de la fiesta y hacía un poco de frío. Letty le había pedido prestado el auto a su papá así que pasaría por mí. Cuando me dirigía a la puerta porque ella me envió un mensaje diciendo que estaba afuera, el abuelo me preguntó sobre a dónde iría. Estuve tan estresado esos días que se me pasó por completo contarle sobre la fiesta.
— Hay una fiesta— dije.
— ¿Una fiesta?— dijo él confuso—, ¿Qué clase de fiesta?
— Una... con personas— dije un tanto nervioso.
— ¿Desde cuándo vas a fiestas?
— Desde hoy— dije.
— ¿Será algo pequeño?Iba a decirle que no sabía (porque era mejor que decir que iría todo la escuela) cuando llamaron a la puerta. Abrí. Era Letty, que estaba usando una falda con piedritas que brillaba mucho. También tenía muchos brillitos en la cara y en el pelo, es decir, toda ella resplandecía.
— ¡Hay que irnos o llegaremos tarde!— dijo y me tomó de mano.
Me llevó hasta el auto. Todavía me giré para ver si el abuelo estaba en la puerta. Ahí se encontraba, en efecto.
— ¡No regresen muy tarde!— gritó.
Ya no pude decir nada, Letty me obligó a subir y empezó a conducir. Eran alrededor de las 7:00 pm pero ella manejaba como si fuera la media noche. A comparación con Dalton, ella conducía como si quisiera arrollar a algún enemigo invisible.
En todo el trayecto ella casi embiste a un árbol, a otro auto, a una señal vial y por poco se equivoca de camino y nos íbamos al bosque uva. Por suerte yo recordaba la ruta por todas esas veces que Dalton me llevó a su casa.Llegamos. La mansión se veía muy distinta de noche. Había mucho ruido y gente en todas partes. Bajamos del auto. Letty me tomó de la mano y me guió entre la multitud. Entramos a la casa y yo no podía evitar recordar lo diferente que era a comparación de aquella vez cuando sólo éramos Dalton y yo.
Me sentía perdido. Muy confundido.
Bajo las luces multicolores del lugar, Letty brillaba y todos la observaban. La observé con detenimiento. Tenía el cabello rizado recogido en un moño. Su falda brillante era muy corta y estaba usando tacones. Se notaba que había pasando muchas horas maquillándose porque se veía perfecta. Se quitó su abrigo y sus hombros bronceados también brillaban.
Seguramente muchos debían pensar que tuve suerte al poder ir con ella, pero yo sólo podía pensar en lo mucho que quería irme. También en el miedo que tenía por encontrarme con Dalton. No quería, de verdad no quería.
Entonces nos encontramos con Gigi cuando entramos a una habitación. Ella y Letty al parecer se conocían. Se saludaron.— Hola, te ves genial— le dijo Gigi.
— Tú luces increíble— le dijo Letty—. Me encanta tu vestido.Gigi usaba un vestido rojo muy brillante. De hecho y a juzgar por la ropa de las chicas, eso parecía un concurso de ver quién brillaba y llamaba más la atención.
— Gracias, me gustan tus zapatos— le dijo Gigi—. Me tengo que ir, Dalton está arriba y me espera.
La observamos irse. Al menos yo ya sabía a dónde no debía ir.
— Su vestido es horrendo— me dijo Letty—. Parece una prostituta.
No dije nada porque básicamente no entendía a las mujeres. Eran muy complicadas. Primero se repartían cumplidos y luego hablaban mal de ellas con otros a sus espaldas.
— Necesito beber algo— dijo ella.
Fuimos a buscar algo de beber. Ella me pasó una lata. Estaba por abrirla cuando noté que era cerveza. Yo no sabía que habría alcohol en esa fiesta, es más, muchos de ahí no tenían edad para beber. Pero a nadie parecía importarle. Me giré y le di la lata al primer sujeto que encontré. Yo no planeaba meterme al mundo del alcoholismo a mis 17 años. Letty sin embargo se bebió su lata como si fuera agua.
— ¿Está bien que hagas eso?— le pregunté.
— Toma, carga mi bolso— dijo ella.Me dio una pequeña cajita brillante que tenía una cadena.
— Buscaré otra cerveza— dijo ella—. Espera aquí.
Se perdió entre las personas. No iba a quedarme parado en medio del lugar así que me hice a un lado para no estorbar. Había un sofá junto a mí con un espacio vacío. Me senté. Observé el bolso de Letty. Me pareció muy pequeño, de hecho casi nada debía caber ahí. Lo abrí. Tenía su teléfono, un lápiz labial y maquillaje en polvo. También dos pañuelos.
Observé a mi alrededor: habían muchos otros chicos que también sostenían bolsos.Suspiré. Sería una larga espera. La ansiedad me estaba consumiendo.
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De Amor Y Otras Cosas Imposibles
Teen FictionDalton necesitaba graduarse a como diera lugar. En su desesperación, le ofreció un trato a Emery, un chico muy inteligente: si le ayudaba a pasar los exámenes, él le pagaría una buena cantidad de dinero. Emery necesitaba el dinero para la universid...