Llegó el día. Si todo salía bien, seguiríamos adelante. Pero si no, lo dejaríamos. En eso quedamos. Era definitivo. Pero deseaba que no fallara.
Dalton y yo practicamos lo que haríamos previamente. Analizamos cada aspecto y elaboramos un plan. Así que lo pusimos en marcha ese jueves.
Método para hacer trampa: Visera de un gorro deportivo.
Paso 1: Después de la penúltima clase, Dalton debía correr a cambiarse. Previamente ya teníamos calculado el tiempo que eso le llevaría. Llegaría a clase a tiempo si se daba prisa.
Paso 2: La profesora notaría que él se veía diferente. Entonces sería momento de que Dalton usara sus habilidades sociales. Previamente comprobamos que en efecto la profesora era fanática del basquetbol y que apoyaba mucho al equipo. Además Dalton le agradaba. Así que él debía ser encantador y convencerla de que su aspecto era sólo algo que tenía listo con antelación para la práctica.
Paso 3: Ser cuidadoso para que nadie descubriera que las respuestas estaban escondidas en la parte inferior del gorro. Para este paso se suponía que la profesora lo dejaría quedarse con el gorro puesto, pero en caso de que no teníamos una alternativa:
* Él se quitaría el gorro y lo pondría sobre su mesa. Desde ese ángulo no podría ver con libertad las respuestas pero podría ocasionalmente tomar el gorro y mirarlas. Al menos el objeto era menos común que una botella de agua.
* Si lo obligaban a quitársela definitivamente, él fingiría un malestar e iría a la enfermería. Ya afuera se comunicaría conmigo para avisarme que todo salió mal. En ese caso continuaríamos con la idea de que se sintió mal y le aplazarían la prueba para otro día. Usaríamos el tiempo para trazar otro plan. Lo ideal era no tener que llegar a esto.Paso 4: Responder el examen. Dado el historial de Dalton en esa clase, sería sospechoso que él tuviera el 100% de respuestas correctas. Así que hice una revisión y necesitaba al menos el 80% para poder salir bien librado. Debía ser coherente por lo que me encargué de que las preguntas más difíciles fueran las que él contestara equivocadamente.
Para esa parte él debía cumplir unas condiciones:* Tardarse tiempo. No podía copiar todo y entregar el examen, se vería sospechoso.
* Debía parecer concentrado en el examen. Eso también le ayudaría para no moverse mucho y no arriesgarse a que alguien de su alrededor viera las respuestas pegadas en su gorro o que éstas se cayeran.Paso 5: Entregar el examen después de un tiempo, cuando más de la mitad de sus compañeros ya lo hubieran hecho. Así parecería que le costó trabajo pero que tampoco fue una tortura para él.
Paso 6: Salir corriendo cuando termine la clase, para continuar con la farsa de que le importa no perder tiempo en la práctica del equipo.
Yo lo esperé al lado del lugar donde se reunía el equipo. No había nadie porque todos estaban cambiándose.
Me sentía nervioso. Dalton sabía todo el plan pero cualquier cosa podría salir mal.Estaba pensando en eso cuando él apareció de repente. Me acerqué, se veía feliz.
— ¡Funcionó, en verdad funcionó!— dijo él feliz.
— ¿En serio?— dije incrédulo.
— ¡Todo salió perfectamente, nadie sospecha y pude copiar todo!
— Genial— dije sin poder creerlo.
— ¡Es increíble! Esto funcionará, siento que así será. Tú eres un genio, no puede salir mal.Me sentía un poco confundido y hasta abrumado pero todo resultó como lo planeé. De hecho hasta era emocionante y muy satisfactorio.
— ¡Lo hicimos!— dijo él contento—, ¡Hay que festejar!
— Fue sólo una prueba pequeña— dije.
— Admítelo, es emocionante. Apuesto a que es lo peor que has hecho en toda tu vida.
— No me recuerdes que rompí las reglas— dije aparentando tranquilidad.
— Algunas reglas se hicieron para romperse— dijo él—. Y puedes sentirte bien con esto, no dañamos a nadie. Además fue producto de un buen y calculado trabajo duro. Deberías sentirte orgulloso.
— No gracias— dije—. Como sea, yo me voy. No deben vernos juntos y los demás llegarán rápidamente.
— Hay que festejar definitivamente— dijo él—. Este es nuestro primer triunfo. Nos merecemos una recompensa. Principalmente tú.
— Nuevamente, no gracias— dije—. Me niego a disfrutar esto.
— Emery, por favor.
— Suponiendo que yo accediera... ¿Cómo festejarías?
— No lo sé pero lo pensaré— dijo él—. Tú espera en el auto.
— Bien, estaré afuera.
— ¿Afuera? Eso es para perdedores.Sacó algo de su bolsillo y me lo lanzó. Lo atrapé, era pequeño. Extendí mi puño y vi que eran las llaves. Estaba el control de la alarma de su auto.
— ¿En serio me estás confiando tu auto?— dije incrédulo.
— No, no puedes sacarlo del estacionamento. Te estoy dando permiso de esperar dentro de él mientras tanto.
— Qué considerado.
— Soy alguien muy muy considerado— dijo él orgulloso—. Ya deberías haberte dado cuenta.
— ¿Le has confiado tu auto de esta manera a otras personas?
— Una vez a una chica— dijo él pensativo—. Ella decidió maquillarse mientras estaba ahí y dejó una mancha de lapiz labial en el asiento de piel. Tuvo mucha suerte, de no ser bonita la hubiera arrojado del auto mientras estábamos en movimiento. Así que espero que no quieras maquillarte.
— Puedes estar seguro de eso— dije.Caminé a la puerta. Todos iban de salida también. Por suerte ese día no había reunión del consejo estudiantil. Podía relajarme un poco.
Llegué al estacionamiento. Entré y fue raro. El guardia que estaba ahí me observó pero no me dijo nada. Me detuve frente al auto. Tomé el control.
Entré una vez que las puertas estuvieron abiertas. Era raro estar ahí sin Dalton. Me sentía un poco ansioso.
Decidí adelantar unas tareas mientras él llegaba. Me quedé totalmente concentrado en la tarea de cálculo, tanto que perdí la noción del tiempo. Cuando Dalton abrió la puerta salté del susto.— ¿Estás haciendo tarea?— preguntó él muy sorprendido.
— Quería aprovechar mi tiempo— dije.
— Qué aburrido.
— ¿Y qué pretendías que hiciera mientras te esperaba?
— No lo sé, en este auto hay mucha diversión— dijo él—. Podías al menos poner un poco de música y relajarte.
— No tengo tiempo para eso.
— Sospecho que sí pero no sabes cómo hacerlo. Así que ya decidí cómo festejaremos nuestro primer triunfo.Iba a contradecirlo pero decidí que mi paz mental era más importante que discutir con él. Lo dejé conducir.
Condujo por varias calles hasta que se detuvo en un autoservicio de pizzas.
Lo cuestioné con la mirada.— Necesitaremos comida a donde iremos— dijo él.
Nuevamente decidí quedarme callado. Después de que compró comida, condujo por varias calles que yo no conocía. Fue extraño. Decidí mirar por la ventanilla la mayoría del tiempo. El clima era agradable en esos días. Salimos de la ciudad. Eso empezó a asustarme.
— ¿A dónde vamos?— pregunté.
— A mi lugar favorito— dijo él—. Ya casi llegamos.
— ¿Por qué está tan lejos?
— No lo sé— dijo pensativo—. En realidad lo conocí gracias a mi papá. Él solía tener reuniones de negocios ahí.Me pareció sospechoso pero no dije nada. Él giró de la nada rumbo a una zona boscosa, fuera del camino. Nos internamos entre el follaje.
Después de un último giro, se detuvo en una planicie al lado de un río. Bajó. Lo seguí.— No hay nada— dije confundido.
— Sí, es un raro lugar para hacer negocios— dijo él.
— No, para eso es perfecto— dije.Miré alrededor. Se veía bastante solitario. Miré a Dalton con curiosidad.
— ¿Por qué este es tu lugar favorito?— pregunté.
— Porque no hay nadie— dijo él—. Al menos no aquí. Del otro lado del bosque Uva hay un lago y la gente suele visitarlo. La profesora Lucille me contó que acampó ahí una vez. Pero creo que este lugar aún no ha sido descubierto.
— Sinceramente creo que es raro que tú que hasta hablas con los profesores como si fueran tus amigos, prefieras un lugar solitario como este.
— Me gusta relajarme de vez en cuando— dijo él—. Así que compro pizza y me siento al lado del río.
— Eres más extraño de lo que creí— admití.
— No es raro, es divertido. Ven, acompáñame.Eso hice. Después de un rato nos sentamos junto al río a comer pizza.
No me sentía para nada relajado. De hecho el silencio me estaba dando ansiedad. Me sentía un poco incómodo con él.No entendía por qué. Era raro.
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De Amor Y Otras Cosas Imposibles
Teen FictionDalton necesitaba graduarse a como diera lugar. En su desesperación, le ofreció un trato a Emery, un chico muy inteligente: si le ayudaba a pasar los exámenes, él le pagaría una buena cantidad de dinero. Emery necesitaba el dinero para la universid...