73. De dinero y discusiones

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Como no sabía qué hacer dejé de pensarlo para evitar estresarme. Al día siguiente muy temprano, Tony le presentó al presidente su idea aunque le fue muy difícil porque se veía notablemente nervioso. El presidente lo miró con interés.

— Me agrada— dijo—, ¿Alguien más a favor de la idea?

Todos la adoraron. La cara de Tony seguía tan roja como siempre pero esta vez parecía feliz.

— Harry, me iré a pelear con tu padre para que suelte el presupuesto necesario para eso— le dijo el presidente—, ¿Está de buen humor hoy?
— Se veía bien en la mañana— dijo Harry.
— Entonces si me disculpan, iré a negociar— dijo el presidente feliz—, Laura, tú me acompañarás porque necesito que aprendas a cómo sacarle dinero al director. Para que lo hagas cuando yo no esté aquí.
— Eso no suena a nada bueno— dijo ella—. Pero lo haré.

Se fueron. Miré a Harry.

— No te preocupes, todo saldrá bien— me dijo—. Mi padre tiene muchos años de experiencia como director. Además le gusta pelear con Zac. Llegarán a algún acuerdo.

Decidí no preocuparme por eso. Pasé el resto del día estudiando porque ya lo necesitaba. Además Harry me dijo que si quería también podría ir a estudiar con él y Tony para el examen de admisión. Haríamos el mismo así que tenía sentido. Acepté.
Pero no le dije a Dalton. Porque aún no sabía cómo manejar todo eso. Imaginé que ya se me ocurriría algo, entonces le diría.

La que sí le contó sobre la graduación fue Gigi. Y le dijo que quería ir con él. Dalton entró en pánico porque no podía rechazarla y salió huyendo. Nos encontramos en el salón del consejo estudiantil.

— Ya no seguiré haciendo esto— dijo—. Le diré que no podemos seguir viéndonos así...
— No puedes— dije.
— No nos acusará, estoy seguro.
— No lo sabemos... además va a ponerse triste...
— Tal vez pero debo hacerlo...
— O podrías esperar— dije.
— ¿Y cuándo quieres que lo haga? ¿Cuando deba casarme con ella? Porque todos piensan que estamos saliendo y yo no recuerdo haber llegado a ese punto. Quizá hasta ya soy su esposo y no lo sé.
— Son sólo los rumores... aunque todos lo creen...
— Por eso, debemos detener esto ahora— dijo.
— ¡Pero se va a poner triste!
— ¿Y crees que si dejo pasar más tiempo no se sentirá así cuando la termine? Será hasta peor... Además, ¿Por qué te interesa?

Lo miré fijamente.

— Eh... es que... ella... me agrada— dije.
— Pero sólo han hablado un par de veces— dijo.
— No exactamente— dije nervioso.
— ¿A qué te refieres?

Entonces tuve que contarle que era mi compañera de natación.

— ¿Qué?— dijo alterado—, ¿Te has estado viendo con una mujer a mis espaldas?
— ¡No! Bueno, sí— dije apenado.
— ¿Y le pediste que te enseñe a nadar? ¡Yo iba a hacer eso!— dijo molesto.
— Ella no me está enseñando porque tampoco puede— dije—. Estamos aprendiendo juntos. El que nos enseña es Tony.
— Espera, ¿También te ves con él a mis espaldas? ¿Hay alguna otra persona?
— Pues ahora que lo mencionas...
— ¡Emery, tú no eres así!— me dijo alterado.
— Es sólo Harry— dije.
— ¡Lo sabía, siempre supe que ese tipo iba a darme problemas!
— No es lo que tú piensas— dije—. Me veo con él y Tony para estudiar. Es todo.
— ¿Estudiar qué? Pensé que los exámenes serán en Junio...
— Para la entrevista de la universidad— dije.
— ¿Y tienes que estudiar tanto? Porque realmente no importa cómo te vaya, no seguirás estudiando ahí...

Me miraba fijamente. Desvié la mirada al suelo. Me sentía muy mal.

— Es que... quizá yo... tal vez... sí es algo que me gustaría— dije con dificultad y angustia—, la idea de ser universitario ahí me agrada y....
— ¿Qué?— dijo sorprendido—, ¡Pero tenemos un plan! ¿Ya lo olvidaste? ¡Iniciaremos una empresa y no tendrás que irte, te quedarás conmigo y con tu abuelo!
— Sí, lo sé pero...

De Amor Y Otras Cosas ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora