84. De despedidas y vivir de la mejor manera posible

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Al día siguiente no fui a clases. Me quedé con el abuelo sentado en el sofá viendo viejos álbumes de fotografías. Estudié un poco por la tarde para el examen de admisión. El presidente me llamó porque estaba preocupado por mí puesto que yo nunca faltaba a clases. Le dije que lo hice porque quería dedicarme a limpiar. Eso funcionó con él porque se tomaba muy en serio todo lo que tuviera que ver con la higiene.
Al día siguiente volví a la escuela. Me sentía mejor. Temía encontrarme con Dalton pero sabía que aún si eso pasaba él no se detendría para hablar conmigo porque corríamos el riesgo de que la profesora nos viera.
Pero él no fue a la escuela. De hecho no lo hizo por muchos días. Yo trataba de estar lo menos solo posible. Me pasaba los recesos con Harry y Tony, que me dejaron unirme cuando les pregunté si podía. Era divertido estar con ellos. Tony estaba emocionado por la graduación. Gigi le pidió que lo llevara y él aceptó pero con la condición de que ayudara al consejo estudiantil con los adornos del auditorio. Ella aceptó. No era la única, muchas personas se ofrecieron para ayudar. Todo comenzó a quedar muy bien en el transcurso de los días.

Como no me encontraba con Dalton en la escuela, no sabía cuándo regresó a clases pero un día escuché que Jason hablaba sobre que había estado practicando sus tiros largos con Dalton y gracias a eso supe que ya había vuelto. Además Jason me dijo que no me preocupara, que Dalton estaba bien.
Jason siempre sabía todo al parecer, incluso lo que yo no sabía que necesitaba saber. Me alegró escuchar eso.

Pasaron más días que se sentían como horas. El tiempo se fue muy rápido. Cuando me di cuenta ya debía ir a hacer mi examen de admisión. No me pareció complicado pero aún así no quería adelantarme. Decidí esperar los resultados.
Laura ganó las elecciones del consejo estudiantil. Eso me puso muy feliz. Me emocionó mucho. Ya quería poder hacer eso con un candidato real. El futuro parecía incierto pero fascinante. Harry y Tony lo creían.
La final del torneo llegó. Yo no fui pero supe gracias a ellos dos que el equipo ganó. Según Harry, ese fue el mejor partido de Dalton.

Más días pasaron. Me llegaron los resultados del examen de admisión. Logré entrar. Tuve unos cuantos errores pero en general me fue bien. También me gané esa beca. Harry y Tony también entraron y aunque no ganaron la beca se pusieron muy felices por mí.

Dalton me envió el dinero que me había prometido pero se lo regresé. No lo necesitaba, además era suyo. El abuelo y yo comenzamos el proceso para cambiarnos de ciudad. Encontramos un departamento bonito cerca de la escuela que parecía ideal. Hasta tenía su propia chimenea. Y el lugar donde Harry y Tony vivirían no estaba lejos así que parecía muy conveniente.
Sin darme cuenta cómo, llegó la graduación. El abuelo y yo fuimos a la ceremonia. Me encontré con Tony y su familia. Gigi estaba ahí. Se acercó a mí.

— Hace mucho que no te veía— dijo.
— He estado ocupado.
— Lo sé— dijo—. Mi hermano me contó que vivirás cerca de él. Qué molesto, al parecer te veré en el futuro.
— Lamento que no puedas huir de mí.
— Está bien, te soportaré. ¿Y qué pasará con Dalton?
— Nosotros... terminamos— dije, no fue tan difícil decirlo. Quizá porque ya habían pasado días. Antes sólo debía pensar en su nombre para sentir ganas de llorar.
— ¿De verdad? ¿Por qué?— dijo ella sorprendida.
— Me iré lejos— dije—. Él no puede venir.
— Entiendo. Lo siento— dijo.
— Está bien— dije.
— Eso explica porqué no están juntos ahora— me dijo ella—. Lo vi por allá con su familia. Me imagino que lo que menos quieres es verlo.
— No exactamente— dije.
— Debe ser terrible no poder hablar de ese tipo de cosas con nadie— dijo ella—. Así que si un día quieres contarme tus desgracias de universitario, llámame.
— ¿De verdad? Pensé que yo te parecía molesto.
— Lo eres— dijo—. Pero en vista de que no tienes amigos y yo tampoco... no parece una mala idea.

Me sonrió.

— Me encantaría— dije.
— Entonces te veo luego. Debo ir a molestar a Tony antes de que sea universitario y tenga autoridad moral sobre mí.
— Es tu hermano mayor, ya tiene autoridad moral sobre ti— dije.
— Sí pero todavía no se ha dado cuenta. Así que no le digas.

Se fue. La observé llegar con su familia. Eso me alegró. Todos estaban despidiéndose entre lágrimas y abrazos pero yo me sentía bastante confundido. Como si no pudiera creer que todo fuera real. Se sentía como un sueño. Vi al presidente y a su novio. Se veían muy bien juntos. Me pusieron de mejor humor. Él me observó y se acercó a mí.

— Emery, voy a extrañarte como no tienes idea— dijo.
— Yo también— dije.
— Lo bueno es que volveremos a vernos— dijo—. Porque cuando sea un importante político voy a necesitar que me ayudes a volverme presidente de este país.
— Me encantará hacerlo— dije.
— Juntos seremos imparables— dijo—. Así que no se te olvide, voy a ser presidente.

Se despidió y se fue. Habían muchas personas ahí. Busqué a mi abuelo porque me separé de él cuando me encontré con Gigi. Me interné entre las personas. Entonces cuando iba a volver por donde vine, me encontré con Dalton. Estaba con su mamá y su papá. Me miró sorprendido, como si no pudiera creer que estaba ahí. Nos encontrábamos muy cerca. Nos quedamos en silencio unos segundos observándonos.

— Emery— dijo él al fin.
— Dalton— dije yo.

Y fue todo. Porque en ese momento un grupo de personas pasaron entre nosotros y me tuve que hacer para atrás, cosa que hizo que el abuelo me encontrara. Me tomó del brazo y dijo que ya era hora de irnos. Miré para ver si Dalton estaba donde lo vi pero ya no se encontraba ahí.
Salí de la escuela y fui a casa.

No lo volví a ver de nuevo.

Con los días el abuelo y yo dejamos la ciudad paulatinamente. Después nos fuimos definitivamente. Pasé el verano familiarizándome con la nueva ciudad y acostumbrándome al clima frío. Por suerte no lo hice solo. Fui a muchas partes con el abuelo y a otras con Harry y Tony.
Entré por primera vez a un bar. Patinamos sobre hielo. Nos perdimos en un bosque porque Harry no sabía cómo leer un mapa. Tony me cocinó un pastel en mi cumpleaños. Gigi fue a visitarnos. Me dijo que planeaba seguir en los certámenes de belleza. Entonces le dije que podría volverse modelo profesional. Dijo que lo pensaría.
La madre de Tony me contó que el padre de Zac ganó las elecciones de la ciudad y sería el nuevo alcalde.
Eso me emocionó de verdad, ya la admiraba mucho y sólo aumentó mis ganas de querer poder dedicarme a lo mismo.

Una tarde la madre de Dalton me llamó, principalmente para preguntarme por qué rechacé el dinero de Dalton. Le dije que no lo quería. Entonces le pregunté por él. Me dijo que no me preocupara, que su hijo estaba muy bien aunque muy ocupado con su empresa. Eso me hizo feliz. Él cumpliría su sueño. Nos despedimos porque lo mejor era no seguir manteniendo contacto puesto que no sería bueno. Pero antes me prometió que lo cuidaría mucho. Yo le prometí a su vez que me cuidaría a mí mismo.

No era una mentira. Haría todo lo posible por ser feliz. Por cumplir mis sueños. Y siempre llevaría a Dalton en mi corazón.
Recordaría los momentos felices a su lado. Cada pequeña cosas se mantendría en mi memoria aún si no la hablaba con nadie. Aún si no lo volvía a ver. Aún si parecía que lo nuestro jamas ocurrió. Pero yo sabría que sí pasó. Usaría todos esos recuerdos para inspirarme a lograr mis objetivos. Y viviría de la mejor manera posible.

De Amor Y Otras Cosas ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora