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A pesar de que ya se habían alejado de aquel lugar repleto de caos, el ruido de las sirenas de policías, bomberos y ambulancias retumbaban en sus oídos. Jungkook se asomó por una calle, para ver si había peligro. Los gritos de las personas aun no cesaban y cada vez era más espeluznante oírlas.

La tranquila ciudad de Daegu, de un momento a otro se había sumergido en el caos total, y lo que a ambos jóvenes les había sorprendido fue que la estación no había dado aviso de la situación por la que pasaba el lugar, ambos se percataron que aquella parte de la ciudad no era para nada ajena de lo que estaba sucediendo, igual había gente corriendo y gritando desesperada. Algo muy malo estaba ocurriendo y ni uno sabía a que se debía, sólo querían salir lo antes posible de allí.

—¿A dónde debemos ir ahora Jungkook? —preguntó Taehyung.

—Según el mapa debemos doblar a la derecha en la siguiente en la calle, hasta llegar a una tienda de videojuegos.

Taehyung camino un poco para echar un vistazo corto y asegurarse de que no hubiese peligro por aquella dirección. Al parecer el único peligro de allí era ser atropellado por algún conductor que trataba de huir a toda velocidad de la ciudad, así que sin más ambos comenzaron a caminar.

Jungkook tomó la mano de Tae y lo jalo para cruzar rápido la calle y así no ser atropellados por algún sujeto. Una vez seguros en la acera siguieron caminando para llegar a la calle en donde debían doblar, durante su caminata se toparon con varias personas manchadas de sangre y con sus ropas hechas jirones, también con expresiones de terror en sus rostros. Se toparon con varios semáforos fuera de servicio y por culpa de aquello tuvieron que cruzar con bastante cuidado.

Jungkook a pesar de haber conocido a Kim hace exactamente una hora atrás, era su prioridad, él no era tan desgraciado como para salvar su propio pellejo y dejar a un joven embarazado en medio del caos.

Cuando doblaron hacia la derecha en la calle que correspondía, vieron que el escenario era un poco más tranquilo, solo gente tratando de saquear una tienda de conveniencia de la calle, lo que les molesto a ambos. Aveces la gente se aprovechaba de situación, no importaba cual fuera algunos lo hacían igual. Luego siguieron recto hasta que vieron la tienda de videojuegos al final.

Al pasar por en medio de la gente temerosa, Jungkook se topó con un niño que vestía una jardinera de mezclilla, junto a su madre, el niño por un momento lo miro y lucia tenebroso, su cabello desordenado y su rostro no le daba para nada buena espina. Era estúpido temerle a un niño, pero ese chiquillo le había provocado un escalofrió.

A lo lejos vieron el letrero que ponía “Game Club” en la parte superior de la tienda.

—¡Esa creo que es! —exclamó Jungkook.

—¿Y ahora a donde debemos ir?

Jeon volvió a mirar el mapa entre sus manos.

Alzó la vista y su voz se detuvo. Por la calle que debían dirigirse ahora, habían seis de esos extraños seres caminando dispersos. Ambos se quedaron estáticos en absoluto silencio.

Miro a todas parte evaluando la situación. Intentando pensar en qué hacer. Estaba a cargo de una chico de unos seis meses de embarazo, así que debía buscar alguna forma de sacarlo pronto de allí.

—¿Kook? —Le miró Tae asustado.

Jungkook no sabía bien por donde ir, y era inútil mirar el mapa en ese momento, porque esas cosas iban a llegar y estarían encima de ellos. Kook observo el cielo, la noche estaba cayendo de manera inminente. ¿Qué deberían hacer?, tomar algún taxi estaba totalmente descartado, ya que ni uno solo había pasado durante el trayecto. Los autobuses, ni hablar, estos habían desaparecido completamente de las calles. Si, definitivamente algo iba muy mal.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora