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—¿Quiere que trabaje en recepción? —preguntó Jimin fingiendo sorpresa.

—Así es, quiero que ayudes a Ji-won con los papeles y registros, a ordenar más que nada. —Joong-ki se giró hacia él. —Gang-tae me dijo que eras el indicado para la tarea.

—¿Seguro? Después de lo de esta mañana pensé que me pondría a limpiar baños —bromeó.

Joong-ki rio junto a Gang-tae.

—No, no —negó con una sonrisa—, no te preocupes por ello, pero debes entender que nadie ni siquiera tú puedes ver esos papales, Ji-won sigue bien las reglas espero que hagas igual.

—Sí, lo comprendo, haré las cosas al pie de la letra, pero lo que no entiendo es para que traerme hasta aquí para decirme —confesó sin entenderlo.

—Es un trabajo que maneja confidencialidad, si lo digo ante las personas es probable que quieran todos estar en recepción —explicó con claridad.

—Bien. Gracias.

El general camino hacia la puerta junto a Gang-tae, Jimin los siguió.

—Empiezas hoy, Ji-won te guiara.

Los tres iban caminando por el pasillo.

—Si resulta ser pesada, hablaré con ella, de eso no te preocupes —dijo esta vez Gang-tae.

Jimin asintió.

Sus pasos continuaron hasta volver a llegar a la recepción, allí estaba la famosa Ji-won, una mujer con una expresión seria que no miraba a nadie, solo la ignoraba por apreciar sus uñas perfectamente limadas, por esa actuación Jimin podía atreverse a decir que debía ser una mujer que era parte de la alta sociedad.

Al llegar ella miro a Park, haciendo memoria de que era el chico rubio que era nuevo en el refugio.

—Buenos días Ji-won —saludó Joong-ki.

—Buenos días Ji-won —saludó Joong-ki

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Ella sonrió forzosamente.

—Él es Park Jimin, te ayudara con el papeleo en el refugio, me dijiste que en la bodega había un caos, quizás pueda empezar por allí.

La mujer miró con una ceja alza al chico de pies a cabeza analizando su apariencia. Rubio, delgado, algo bajo, su postura gritaba que estaba nervioso. Chasqueo la lengua, odiaba que se metieran en su trabajo y si le dijo del desorden de la bodega fue para que estuvieran al tanto y no para buscarle un ayudante.

—Que empiece con la bodega, yo estoy aquí en recepción —habló con fastidio.

El general suspiró, sabía que era una mujer de carácter complicado y difícil de tratar.

—La bodega está en esta dirección...

Joong-ki se lo iba a explica, pero fue interrumpido por la mujer tras el mesón.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora