127

137 27 17
                                    

El día que Soobin llegó a su vida, no reaccionó de la mejor manera, Namjoon era un niño que creía ciegamente que ese bebé había llegado a quedarle el puesto del hijo mimado. Equivocado estaba, porque cuando lo tuvo en sus brazos vio en Soobin su compañía de por vida hasta más allá de la muerte.

Los hoyuelos de Soobin eran como los de Namjoon, detalle que su madre y padre más adoraban de ambos. El moreno vivía pegado a Soobin, día y noche hasta que comenzó a ser independiente, le dolía, pero debía aceptar que su hermano crecía. El dongsaeng se daba cuenta de esto y no le gusta que su hermano lo dejara crecer, prefería seguir siendo el pequeño Binie mimado de Namjoon, así era feliz.

Su unión fue mayor cuando los padres de ambos fallecieron, el hermano más grande asumió aquel rol de papá y mamá con Soobin cuando este iba creciendo. Lo terminó de criar, y estaba seguro que sus padres estarían orgullosos de ver en quien se convirtió el chico.

Esa promesa de estar junto hasta el último día de su vida, se estaba cumpliendo. Namjoon no veía bien gracias a las lágrimas, pero se negaba a soltar la mano de su hermano que estaba fría como cadáver.

Cuando un hijo perdía a sus padres, es huérfano. Cuando un esposo pierde a su mujer en viudo y así viceversa. Pero aún no existía el nombre exacto cuando un padre perdía a su hijo, y menos cuando un hermano perdía al otro. El dolor era como un ardor que quemaba el pecho, Namjoon solo quería arrancarse el corazón y quitarse ese dolor que lo mataba lentamente.

Mordieron a Soobin y no había vuelta atrás.

—S-Soobin... No... —susurró Taehyung cayendo al suelo con Yeonjun en brazos. Ni quería creerlo, sentía que era un mal sueño. El bebé por primera vez que salió vio al chico allí.

Yoongi sentía un presión en el pecho que no lo dejaba hablar. Así estaba todo el grupo, pero Jungkook se adorrillo junto a Soobin para verlo mejor, estaba destruido al igual que Taehyung. El chico que los salvo de morir el primer día estaba muriendo y agonizando.

Jackson tenía el ánimo por los suelos. El corazón le dolía. El militar se tomó la cabeza, pateo un piedra y grito de rabia, solo rabia y dolor.

—No, no, no... Tú vienes conmigo, ¿oíste? —dijo Namjoon llorando. Le tomo el brazo para ponerlo de pie, pero Soobin hizo peso muerto. —¡Soobin! ¡Levántate por favor! —rogó a gritos y lágrimas.

—H-Hyung... N-No puedo hacerlo, creo que no l-lo voy a lograr...

—Oye no digas estupideces. Vas a venir con nosotros y todo estará bien —dijo Jackson convenciendo de que sería así, pero en el fondo sabía que bueno pasaba cuando había una mordida de por medio.

—¿C-Cómo fue que paso? —preguntó Jimin.

—Un caminante... iba a morder a Yeonie, y-yo s-solo... me lancé y lo protegí  —explicó como pudo. El cuerpo ya no le respondía como antes. —Solo quería ayudar, hyung... —Namjoon estaba llorando como fuerzas. Soobin lo abrazo del cuello. —Yo... Y-Yo debí tener cuidado, pero hyung estaré bien... voy a estar bien...  —decía mientras le sobaba la espalda a Namjoon.

Taehyung vio que Yeonjun se removió inquieto.

—Bin... Bin —llamó el bebé mirando al chico.

Soobin sonrió al oír decir parte de su nombre. El chico se arrastro hasta el bebé y le acarició la cabeza con su mano temblorosa. Taehyung ver aquella escena le rompía el corazón, se negaba a perder a Soobin, no quería hacerlo... no podía. Comenzó a llorar en el hombro de Yoongi.

—Y-Yeonjun... Crece sano y fuerte... Eres el niño m-más... e-especial que conozco. —Sintió un punzada en el hombro y un escalofrió. —Se muy feliz...

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora