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Yeo miraba desde la lejanía, escondiéndose de su ex novio que estaba a metro de el en el pasillo en dirección a los cuartos.

Tras haber salido de la lavandería y terminar sus qué haceres se dirigió a su cuarto para esperar lo suficiente y salir al patio según lo indicado por Seoho. Era innegable el miedo que sentía por hacer semejante pedido que ponía en riego su estadía allí en el refugio.

Fue ahí de camino, que vio a Yoongi con Taehyung y con el bebé entre sus brazos. Los dos riendo por las pequeñas gracias que hacia el bebé, tales como reírse, balbucear y jugar con sus manos. Hwang-Woong se apoyó contra la pared suspirando con melancolía.

Taehyung vivía la relación que alguna vez quiso con Yoongi.

Ambos enamorados, mirándose como si solo fueran ellos dos en el mundo y con ese pequeño bebé con cual soñó. Pero todo eso, cada uno de sus anhelos se fueron deteriorando con el paso de los año en la relación.

Su adicción era el factor principal de que su vida se fuera por la borda. Su relación, su objetivo de vida, todo aquello había acabado cuando llevo la droga a casa de su novio.

Recordaba ese día como si fuera ayer. Estaba complicado ya que en su propia casa su padres habían encontrado aquella mochila con algunas drogas que el consumía en sus momento críticos. La amenaza de su padre con llamar a la policía fue la gota que rebalsó el vaso y le empujo a culpar a la única persona que tenía cerca; Yoongi, que estaba en su casa esperando por él.

Antes de hacerlo se había metido un par de líneas por la nariz haciendo que estas hicieran el clásico efecto en si sistema ayudándolo a ser quien no era, a cometer actos de los cuales siempre se terminaba arrepintiendo. Era su otra parte la que actúa bajo influencias, y la que no, siempre era ese típico chico asustado de todo que dependía de Yoongi.

Los celoso eran efecto colateral de aquel dolor fue por eso que cuando Somin le contó todo sintió rabia. Dejando que los celos tomaran las riendas de sus pensamientos, golpeando así a Taehyung, pero no ganó nada, solo el despreció del hombre que amó.

Hwang-Woong iba irse a su cuarto, pero sintió una mano en el hombro que lo tocaba.

-Acuérdate de lo de hoy -le dijo Seoho recordandole cuando era su tarea.

-Si ya sé, déjame paz.

-Más te vale si no quieres que suframos las consecuencias.

Yeo resopló molesto mientras veía como su amigo se iba de allí. El chico tomo la valentía necesario y paso por el pasillo acercándose cada vez más a Yoongi y Taehyung que también se iba de camino am cuarto.

Hwang-Woong paso rápido por su lado ignorando a los dos. Daba igual si lo hacia, no uno se inmutó a mirarlo y se dio cuenta cuando doblo hacia la izquierda; la pareja seguía pendiente del niño.

Con lágrimas en sus ojos ignoró a los dos y fue de allí antes que lo viera.

Entró a su cuarto y se encerró con llave dejándose caer a la cama. Apretó el edredón con rabia y saco de debajo del colchón una pequeña bolsa con polvo blanco. Era nada más y nada menos que cocaina.

Aquella bolsa la había cuidado con su vida desde que todo comenzó, solo la usaba en casos que de verdad necesitara escapar de la asquerosa realidad en la que estaba, para su mala suerte aquella felicidad que venía en formato de polvos se acaba hoy con unas dos lineas extendiendolas sobre la mesita de noche. Sacó un trozo de papel y las alineó, luego hizo un tubo y dejó que su nariz atrapase cada partícula de polvo.

-Mierda... -dijo dejando de lado la papel.

Se dejo caer al piso y dejo que la sustancia hiciera el efecto debido.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora