Outlast ¹

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Joong-ki se interpuso entre el menor y Junwoo, sintiendo la katana atravesarle el abdomen. El general no logro mantener en pie y se desvaneció contra el piso frio y sucio del callejo. Taehyung se quito la soga de cuello desesperado y trato de auxiliar a Joong-ki.

Entre tanto, Min y Junwoo comenzaron a forcejear hasta que el chico salió corriendo al interior del primer piso del edificio dejando al pelinegro a solas con su novio y el par de muchachos que llegaron a ayudarlos matando a los Profetas; Jackson y Hoseok.

—¡Jackson, ayúdame! —gritó.

Wang llegó corriendo para auxiliar al general, con ayuda de Hoseok lo pusieron de pie y lo llevaron corriendo hasta una pequeña tienda de calzados de segunda mano que había saliendo del callejón, allí estaba el resto del grupo. Apenas entraron dejaron al general en el suelo, este sangraba demasiado.

—Una toalla o lo que hace, rápido. —Pidió.

—Ya déjalo, Wang...

—¿Qué demonios dices? Te van a ayudar —Se quito el chándal e hizo presión en la herida. —Te pondrás bien, general.

La expresión que mostro la doctora Lee, no era para nada confortante. Ji-eun al ver el orificio que tenía en la espalda y la cantidad de sangre que estaba perdiendo también la dejo impactada. El militar presiono la tela, pero con las pocas fuerzas que tenía, Joong-ki la aparto.

—No te preocupes. —Tosió algo de sangre. —Ya hice suficiente hasta ahora...

—¿Y que con lo que le dijiste a Kai? —Jackson regreso su suéter a la herida para ejercer presión nuevamente. —Eres importante para nosotros, a pesar de todo.

—Lo que hice... Lo hice para dejarlos ir...

—Nos vamos contigo —dijo Kai con lagrimas en su rostro—, tal como llegamos aquí.

—No, no será así está vez...

El grupo al ver la resignación del general les partía el alma, así como la muerte de Bahiyyih y Soyeon. Era triste, pues la última vez que Soyeon vio a Joong-ki fue en una situación desafortunada.

—¿Por qué lo hiciste? —Taehyung lo miró triste. —¿Por qué nos ayudaste?

—Son mis amigos después de todo... —explico con dificultad. —Sé que fui un idiota hace meses... pero me gusto proteger a mí gente —dijo haciendo énfasis en «mí».

Taehyung se le apretó el corazón, esta agradecido, pero verlo pagar las consecuencias de haberse interpuesto lo devastaban, al igual que Yoongi. Aunque todos quisieran ayudarle, la katana perforo parte de su cuerpo y por la cantidad de sangre y por la ubicación de esta herida, era claro que la katana daño gravemente un órgano.

—Además no podía dejar que su hijo los perdiera... Tienen una linda familia.

Eun-seok que mecía a su nieto, contenía las lagrimas al igual que Joo-hee. Lo conocieron hace tanto tiempo, convivieron más con él fuera del refugio que dentro y lograron conocer a la persona detrás d esa fachada de general militar estricto. No había palabra para describir lo que todo sentía, perder a tres personas en un día era... era duro, y no eran personas cualesquiera, eran de aquella que valía la pena mantener a salvo, que contaban con corazones bondadosos.

La madre de Jimin se acercó a Joong-ki y le beso la mejilla.

—Eres una gran persona, general Joong-ki —dijo embozando una sonrisa la mujer.

—¿Ya no me odias? —pregunto débil y cerrando sus ojos.

—Jamás lo hice y mi esposo tampoco lo hizo.