Outlast ¹

05

El silencio era sepulcral. Taehyung estaba de pie en medio de la oscuridad, sin saber a dónde poder ir. Su cuerpo estaba totalmente helado como si de un cubo de hielo se tratase. Comenzó a moverse un poco para avanzar y buscar alguna salida. Él no tenía ni la más mínima idea de por qué estaba en el medio de la nada. Lo único que sabía era que sentía un frío horrible que le calaba los huesos, además del frío, tenía miedo, mucho miedo y se sentía completamente vacío.

Estuvo caminando con el miedo de poder pisar mal y caer, o peor aún caerse al mismo vacío. Así estuvo un par de pasos más hasta que vio una luz a lo lejos, apresuro aún más su paso para llegar lo antes posible a aquella luz. Una vez que atravesó el destello de luz el chico apareció en la estación de trenes de Daegu, pero no había nadie, solo era él y su miedo acompañándolo.

Estuvo allí cuando llego a la ciudad antes de ver al extraño ser que se topó en un callejón.

Antes de ver como una persona con el abdomen abierto y con sus tripas fuera de su lugar.

Y también antes de ver como una persona se comía a otra.

¿Por qué estaba en la estación otra vez? Taehyung trago saliva.

De la nada apareció una persona antes sus ojos. Estaba tirada sobre el suelo de la estación de trenes observado fijamente el nublado cielo. A aquella persona le faltaba una pierna y el abdomen, exactamente en la parte baja de este, había un agujero horrible. Le resultaba familiar. A medida que avanzaba el rostro de la persona se dejaba ver cada vez más.

Taehyung reconoció a la perfección quien era.

Era el mismo quien estaba tendido en el suelo.

Kim gritó totalmente aterrado, sus piernas fallaron haciendo que cayera al piso. Taehyung paso su mano por su vientre y no sintió nada, sorprendido abrió sus ojos y vio que estaba delgado. No había nada, no sentía nada. Aquella era la razón por la que se sentía tan vacío.

Al lado de su cuerpo sin pierna, con el abdomen abierto y expuesto había alguien sentado sobre un charco de sangre comiendo ruidosamente de su interior. Taehyung trato de huir, pero no podía, estaba anclado al piso, no podía moverse por más que él quisiese.

Su corazón se detuvo al ver que aquel ser era Jungkook, su compañero de viaje, y quien lo había ayudado.

Cuando Jeon levanto la mirada Taehyung vio que el rostro de este era pálido y estaba descomponiéndose, su boca llena de sangre y con pequeños trozos de su propia carne repartidos en las comisuras. Kim comenzó a llorar desconsoladamente. Quería salir de allí lo antes posible estaba asustado.

Comenzó gritar desesperado al ver que el ser se levantaba y se acercaba a él con el fin de devorárselo tal como lo estaba haciendo. No podía dejar gritar por ayuda. En ese se comenzó a oír ruido y era la propia voz de Jungkook.

—¡Hyung despierta!

—¡Hyung!

—¡Taehyung!

Estaba desorientando, movía sus pupilas con desesperación. Apenas se sentó en la cama toco su abdomen y su agitado corazón comenzó a calmarse cuando sintió que su abultado vientre. Luego sintió como alguien le había tocado el hombro, miro asustado hacia su lado izquierdo y se trataba de Jungkook.

—¿Kook?

—Así es, soy yo. Creo que tuviste una pesadilla.   

La voz del azabache se oía calmada y relaja, en cambio la de Taehyung, estaba muy agitada.

—¿Estás bien Jungkook?

—Claro que sí. Pero tú no, estas sudando.

—Sólo fue una pesadilla.