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Los murmullos y graves risas lo habían hecho abrir sus ojos, de pronto una fuerte clavada en su espalda lo hizo removerse en el saco de dormir. Taehyung suspiro pesado, al mirar a su alrededor vio que estaba dentro de lo que parecía ser una tienda de campaña, frunció el ceño y miró hacia su lado, y su vista se cruzó con una chica que se estaba atando el cabello. Kim con dificultad logró sentarse, intentó orientarse un poco ya que lo último que recordaba era haberse caído en los brazos de Jungkook mientras que sus ojos se iban cerrando lentamente.

—¿Quién eres tú y que hago aquí? —preguntó con un tono brusco.

—Suran —la chica extendió su mano y con desconfianza, Taehyung la estrecho—. Estás en mi tienda porque llego tu novio contigo desmayado en sus brazos, habías colapsado camino para acá.

Tae parpadeó varias veces, tenía sentido. Su cuerpo había dejo de responderle por completo tras haber caminado horas y horas, y haber comido poco también fue una de las razones de su desmayo.

—¿Mi b-bebé? —con miedo y desesperación se comenzó a tocar su vientre esperando a sentir algo por arte de magia.

Una patada de esas que lo hacían quejarse del dolor.

Un movimiento.

Sólo necesitaba una señal.

—No tengo manera de saberlo, lo siento. Tendrás que esperar que se mueva o algo para que estés tranquilo —le sonrío tratando de transmitirle calma.

—Supongo...

—Ven vamos a comer, debes estar muerto de hambre.

Suran ayudó a Taehyung a pararse, ya que aún estaba algo débil. Camino con cuidado, pues había recordado que en el bosque sufrió una caída que lo hizo doblarse el tobillo que aún le dolía un poco.

Kim observó a su alrededor, habían más personas allí sentadas alrededor de la hoguera, habían mujeres, un par de niños, y un chico como de la misma edad que él, pero lo que más tranquilidad le dio fue ver a su grupo. Namjoon, Soobin y Jungkook estaban sentados. Soobin sintió pasos en la tierra y apenas se volteó vio a su hyung de pie, caminando junto a la chica que lo ayudó.

—¡Hyung! —se levantó rápidamente.

Kim le sonrió.

Namjoon y Jungkook al oír el grito del menor se levantaron para también acercarse a Tae que se veía un poco mejor a excepción de su rostro que mostraba preocupación.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó Namjoon.

—Mejor, descanse bastante, sólo que tengo mucha hambre.

—Ven y siéntate, te abriré una lata, una botella de agua y un paquete de galletas.

—Gracias Namjoon hyung.

Por otro lado Jeon le sonrió, ahora podía estar más relajado, su compañeros de viaje había despertado, aún así, algo no lo convencía del todo, no se veía bien de ánimos.

—Te veo triste, ¿todo bien? —preguntó preocupado.

—Sí, yo... —Taehyung abrió sus ojos sorprendido al ver una moretón horrible en su pómulo— ¿Qué demonios te paso en la cara Kook?

—Ah eso... Una larga historia.

—Tengo mucho tiempo, así que dime. ¿Que te pasó?

—Te lo diré, pero come ¿si?

Taehyung asintió y con sus mirada entre cerrada observó con sospecha a Jaewook quien estaba allí observándolo con una sonrisa que lo incomodaba bastante.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora