Outlast ¹

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Sus piernas se cansaron de tanto correr, sus pulmones gritaban por un poco de aire, así como su cuerpo rogaba para que se detuviera para descansar de una vez. Se sentía tal como si hubiese corrido una maratón. Huening Kai estaba a la par de Soobin. Además, que traían algo de peso extra entre sus brazos, así que era doble esfuerzo.

Cuando al fin frenaron la corrida, los dos se percataron que se detuvieron en el lugar donde fue dejado el viejo furgón en donde llegaron, en el vehículo se notaba como el tiempo paso sobre él. Lleno de hojas, alguna parte oxidas, sus llantas sin nada de aire; algunas ramas sobre él al igual que tierra pegada en el parabrisas y ventanas. Trataron de pensar en que hacer, pero los sollozos de ambos niños se le hacía difícil, pues era complicado hacerlo cuando bajo su responsabilidad había otras vidas.

Lo que eran Beomgyu y Yeonjun, estaban aterrados.

—P-Pa... Pa —sollozo el bebé en brazos de Soobin. —Tete...

—Oye no... no llores Yeonie, ya vendrán por ti. Te lo prometo. —Secó las lágrimas del bebé con su mano quitando todo rastro de humedad. Luego lo abrazó para mecerlo y acallarlo.

Soobin miro a Kai y los dos estaban igual que los niños, mortificados por todo lo que acababa de ocurrir y no contento con eso, una fuerte luz los alumbro a los dos adolescentes. Enseguida se juntaron y protegieron espalda contra espalda. Kim comenzó a respirar aceleradamente por culpa del miedo y la desesperación por querer salir huyendo otra vez, pero cada cuando movía un pie, los tipos vestidos como militares los amenazaban con armas de grueso calibre. Entre ellos apareció uno que estaba sin casco ni chaleco, lucia como el que los dirigía.

—Cometieron un grave error, el señor Jeon y Kim, lo sabrán —amenazo.

—¡Diles! ¡Quiero ver como lo haces! —Desafío el dongsaeng cubriendo a Yeonjun. —Pero te aseguro que ni con el señor Jeon o Kim me quitaran a Yeonjun de mis brazos.

—¡Llegaran pronto por nosotros, así que largo de aquí! —grito Kai como apoyo a Soobin.

De pronto se vieron rodeados, y ese circulo hecho por hombres armados se fue haciendo más pequeños, provocando una sensación se sofocación a los dos jóvenes. En ese mismo instante, el circulo se vio abierto, dejando que los cabezas de todo esto se dejaran ver.

Dantae y Gong Yoo estaba allí con una cara diferente. Más sombría, malévola y frívola que era difícil de mirar, con solo hacerlo les daba miedo intentar hacer algo.

—No sean insolentes y denos a nuestros nietos, ahora —ordeno Jeon.

—¡No! ¡No lo haremos! —Kai retrocedió abrazando a Beomgyu contra su pecho teniendo cuidado de no ahogarlo. —Solo... Solo piense que dirá Jungkook hyung de esto.

Jeon carcajeo y metió las manos a los bolsillos de su pantalón.

—Lo que mi hijo opine me da exactamente igual. —Camino hasta el paso a paso hasta que lo acorralo contra el capo del auto. —Ahora, dame a ese mocoso.

Huening negó. Gong Yoon, ya sin paciencia, lucho con Kai para robarle al bebé de los brazos, cuando lo tuvo en sus brazos movió la cabeza dando la señal a sus hombres que se llevaran al chico. El hermano de Namjoon no iba a permitirlo, así que se puso delante de su amigo, pero lo único que recibió fue que lo agarraran de la ropa para quitarle a Yeonjun. Él bebé comenzó a llorar y a gritar.

—¡Yeonie! —grito Soobin peleando que lo soltaran e los brazos.

Dantae miró al niño con desprecio. Realmente estaba decepcionado de su propio hijo. Tanto hizo por él para al final de todo le pagara de esa manera.