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Momentos antes.

—¡¿Qué crees que haces?! ¡¿Qué pasará si vuelve con ellos?!

Gang-tae hacía oídos sordos a los gritos de desespero, que Jimin emitía cada vez que miraba hacia atrás y sentía como el autobús iba andan para alejarse de un refugio en el cual ya no eran bienvenidos los vivos.

Por más que quisiera, regresar era una muerte asegurada para cada persona. Los caminantes no paraban de venir, otros se convertían más rápido de lo normal, aún quedaba Cobras que mataban a quien fuera con tal de huir. No pondría más vida en riesgo.

Además, Ye-ji estaba ahí, aún. Quizás ya convertida y tener que devolverse a ese lugar que le quito a la única persona que le quedaba, lo desmoronaba por dentro.

—Jimin, por favor…

—¡Tú no lo entiendes!

Suran trataba de tomarlo del brazo para que no fuera donde Gang-tae. Ella lo entendía, por su parte igual quería regresar para ver si Eunwoo regresó sana y salva con su hermano, Jungkook y Sehun, pero comprendía lo que implicaba volver.

La gente, mientras que Jimin rogaba por volver, lloraba con dolor sin poder creen todo lo que se perdió; familiares y amigos. Los pocos niños que lograron huir lloraban entre brazos de personas que los resguardaba. Nadie sabía que iba a ocurrir ahora y la incertidumbre era mucho peor en tiempos como estos.

—¿Y a dónde iremos si salimos? —preguntó Taehyung. —Tenemos que reunirnos de una forma u otro con ellos.

—Lo sé… pero no se me ocurre nada.

—¡Por favor! ¡Mi hijo está donde sabe quien y mi novio estaba allá! —Kim cedió ante la desesperación. —¡Me siento mal por no saber donde está Yeonie y Yoongi!

Ji-eun lo tomó de la mano para calmarlo, luego lo abrazo.

—Pensaré en algo, pero primero los sacaré de aquí. —Gang-tae no apartaba la vista del camino de tierra por el que iba. Pendiente por si cruzaba alguien conocido.

Hoseok que estaba sentado, se puso de pie para ir con Gang-tae.

—Sal a la carretera —ordenó.

—¿Seguro?

—Sí. Lo más probable es que vayan hacia allá —dijo convencido.

—Hyung...

—Tranquilo Jimin. Los vamos a encontrar.

El rubio asintió mientras las lágrimas corrían por sus mofletes colorados por el frío y el llanto.

Seokjin no hablaba, estaba sumido en la preocupación. No saber de Namjoon y Soobin en días lo tenía bastante mal. Trataba de creer que estaban bien, pero su mente le jugaba malas pasadas y le creaba los más desgarradores escenarios en donde él, no los encontraba, en otras lo hacía, pero los hermanos yacía convertidos o muertos.

Mientras iba mirando por la ventana, gracias al reflejo de esta, vio que en el asiento de su lado derecho había una mujer y un hombre sentados juntos. Su actuar era más que raro, la mujer se movía inquieta y se retorcía cada vez más. El hombre por un momento dejo ver la mano y esta estaba con sangre.

La alerta se encendió en Jin. Se puso de pie y camino hacia ellos, estos dos lo miraron asustados.

—¿Qué está pasando? ¿Qué te duele?

La mujer negaba repetidas veces con su cabeza. Su rostro sucio, mojado por las lágrimas y algo de sangre. La gente se asomó para mirar.

—¿Te mordieron?

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora