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—Hazme el amor Kook...

Jungkook se quedo helado al oír las palabras que se deslizaron por los labios de Jimin; llenas de lujuria y necesidad. Jeon paso saliva. Aquella oración había generado que la entrepierna de Jungkook se sintiera palpitante. Miro a Park a los ojos y no relejaban nada de dudad, solo deseo.

El azabache tomo apego el cuerpo de Jimin para apegarlo más al suyo, para profundizar el beso, sus manos juguetonas volvieron a agarrarlo con rudeza, esto hizo que Park soltara un gemido más fuerte que el anterior.

Ese gesto había encendido aún más a Jungkook. El muchacho se apodero de la boca del chico una vez más, dándole una caricia la lengua con la suya. Jeon saco sus manos del pantalón para luego alzarlo de la cintura. Jimin como reflejo enredo sus piernas en cadera del más alto. Debido al erótico ambiente que había entre ambos, el azabache dejo apoyo a Jimin contra el semi muro de las duchas. Los besos no se detenían, quería saborearse, sentir no una, si no hartas veces.

Park piso el piso de azulejo, seguido de eso, se separó de la boca de Jungkook. Con sus manos se deshizo de la poca ropa que le quedaba en la parte inferior de cuerpo, se volteo quedando contra la pared fría de la ducha, dándole a Jeon la vista más grotesca que haya podido imaginar.

Jimin desnudo, contra la pared dándole la vista completa de su espalda y trasero medianamente levantado, invitándolo a que lo tocara cada centímetro de piel.

Su short comenzó a molestarle. Respiro profundo y con sus grandes manos acaricio los glúteos suaves de Park, simulo embestidas con el short aun puesto. Ya sin poder seguir soportarlo, Jungkook también se quito lo que restaba de ropa para igualar las cosas. Luego se acercó al cuerpo del muchacho rozando sus miembros contar Jimin. El libido se apoderaba cada más de ellos, deseándose a cada segundo.

—Eres un demonio Jiminie —susurro excitado.

Park sonrió ladino.

—Ya hazlo... —Le suplico con la voz llena de deseo.

Estaba totalmente dispuesto de cumplir, pero por un momento se detuvo.

—No tenemos condones —dijo el azabache haciéndose el cabello hacia atrás.

—Estoy limpio, no sé cómo demostrártelo, pero confía en mi Jungkook.

—No es solo eso Jimin, y lo sabes.

El rubio se dio la vuelta, poso su mano sobre la mejilla derecha de Jungkook intentado trasmitirle tranquilidad.

—Me tomare una pastilla, te lo prometo —dijo el chico—, pero por ahora solo déjate llevar Kook.

Jimin llevo su mano al miembro erecto del chico más alto para acariciarlo con ímpetu de arriaba abajo, generando una ola de placer a Jeon que tenso su mandíbula dejando que el chico hiciera de las suyas. Park no podía creer lo sexy que era Jungkook; de pecho fornido, abdomen trabajado, piernas firmes y gruesas que lo volvían loco, se dio el lujo de mirarlo con descaro. Jeon era un completo Adonis ante sus ojos, además de ser un hombre tan generoso con los demás, todo eso lo había hecho caer rendido ante el amigo de Taehyung.

Park aumento el ritmo de su mano generando que Jungkook gimiera más alto haciendo un eco en las duchas, solo esperaban que nadie los oyera. Aunque no han oído que nadie tocara la puerta.

—Jimin... basta, no me quiero correr así.

—¿Ah no? ¿Cómo lo quieres Kook? Dime... —Le susurro en el oído dándole una sutil mordida.

—Te quiero a ti Minie, solo a ti.

El corazón de Park dio vuelco al oírlo. Jamás pensó escuchar algo así en su vida, teniendo en cuanta de que nunca ha tenido novio por dedicarse a lo suyo, y también porque estaban apunto de hacer el amor, puede que lo haya dicho por que prácticamente esta caliente, pero Jimin se aferraba y confiaba en que esas palabras salieron del corazón de Jeon. Conociéndolo, sabía que era así.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora