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Habían sido los mejores cinco minutos de sus vidas. La ducha había sido lo más maravilloso en este período de incertidumbre y temores. Apenas sintieron como las tibias gotas de agua caían sobre sus cuerpos, los músculos se relajaban, no pudieron evitar soltar sonrisas bobas, literalmente, solo era agua, pero para el grupo del pueblo era la octava maravilla del mundo.

Suran, Eunwoo y Yeri, fueron las primeras en probar el agua. Las tres conversaban mientras se duchaba una en cada cubículo. Pasado los cinco minutos, entraron Sunwoo y Soobin, también habían disfrutado cada minuto y cada chorro de agua que recorría cada parte. Seguido de ellos, entraron Jimin y Taehyung y al final Jungkook, Yoongi irá de los últimos él solo.

Todos habían disfrutado aquel "lujo" otorgado por los médicos. Ahora solo quedaba cenar y ya poder descansar como se merecían. Descansar de las huidas, del miedo inminente y esperaban que un poco de la tristeza. Había sido tiempos difíciles, la supervivencia fue dura, pero lograron llegar en donde estarían bien por el tiempo suficientes.

Mientras que Jin se encargaba de hacer una cena improvisada en la pequeña cocinilla montada en un rincón del mesón, todos estaban conversando y conociendo mejor a los dos militares; Jung Hoseok y Jackson Wang. Hombres que habían dado hasta las últimas luchas para mantener el frente en pie y acabar con la mayor cantidad de errantes posibles. Lamentablemente, lo había perdido todo; el refugio, comunicaciones con superiores, su vehículo, todo se había ido. Sólo quedaron ellos dos intentando buscar un techo, hasta que, afortunadamente, entraron al hospital sin esperar a encontrarse con dos doctores.

Ji-eun, se había encargado de tomarle los signos vitales a Taehyung, y con su estetoscopio poder escuchar los latidos del bebé, así como a la antigua, pues Seokjin dijo que lo mejor era ahorra la energía de los generado de emergencia para cuando lo necesitaran de verdad y al parecer quedaba poco para aquel día. La doctora miró amable a Kim, quien estaba tomándose un jugo en caja

Cerró sus ojos sentir el frío del objeto sobre su piel. No lo negaba, estaba nervioso, aun así, él sabía que su bebé estaba bien, antes de entrar al hospital le había dado la patada del horror que lo dejó a medias tratando de ayudar sacando las barreras de la barricada improvisada.

La doctora pidió silencio por un momento. Comenzó a mover a con sutileza el estetoscopio y cada vez podía sentir los latidos de la criatura. Era buena señal. Todos en la sala estaban observando curiosos, además que se preocupaban mucho del bienestar de Taehyung y de ese niño o niña que estaba por nacer. La más emocionada de todas era Yeri y claro que también Sunwoo, ambos querían ver nacer a ese bebé y saber cómo sería.

-Bien... -Ji-eun se quitó el instrumento de sus oídos. -Escuche su corazón, así que podemos asumir que todo está bien.

Kim se relajó.

-¿Cuántos meses dijiste que tenías?

-La última vez que fui a medico dijeron que seis... ahora no sé, perdí la cuenta.

-Viendo por encima, puede que tengas unos ocho más o menos casi nueve. Tienes que estar listo, en cualquier momento necesitaremos hacer la operación. -Explicó la doctora.

El grupo se comenzó a preocupar otra vez. ¿Cómo lo haría si no tienen las cosas necesarias?

El castaño suspiro, sabía que ese día llegaría y desde que se enteró que estaba embarazado, temió. Pensar cómo iba a nacer le aterraba cada mes. Fueron tanto los miedos que Kim tuvo durante los primeros meses que ahora el mayor temor estaba a la vuelta de la esquina. Aparte de eso, el tener que pensar que su hijo o hija nacería en un mundo distópico, en donde deambulan seres putrefacto medios muertes no le gustaba para nada. Si las cosas seguían así, tendría que enseñarle a esa criatura la palabra "supervivencia" desde la cuna.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora