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Ahora mismo Jeon Jungkook parecía un toro listo para abalanzarse con la víctima, solo que su objetivo era esa puerta de metal que le impedían salir de su encierro. Jungkook había pateado, intentado derribar y romper la puerta con la fuerza que acumulo gracia la ira que sentía por culpa de Seoho.

Tomó una mesa donde habían alguno implementos médicos desperdigados y con sus brazos la alzo hasta golpear la puerta con este mismo objeto. No hubo éxito, solo logro hacer otra abolladura a la puerta y botando las cosas de la mesa.

Enojado le dio un puñetazo. Luego se apoyó contra ella intentado pensar en cómo salir de esa prisión, Jimin estaba afuera esperándolo, debían hablar y más que decirle como sentía al respecto de la noticia, quería abrazarlo, no era como si hubiera pasado una semana, pero ha estado tanto con Jimin que esa separación no la estaba soportando, menos ahora.

Se dejo caer al suelo dejando sus rodillas apoyadas contra su pecho, tratando de calmarse y pensar con la mente fría. Por el rabillo del ojo alcanzo a ver a los hermanos Huening que lo miraban desde a través del vidrio con tristeza. Bahiyyih era la que más culpable se sería en ese momento, por ella todos estaban allí lejos de la gente que amaban, no pudo dormir bien pensando en ello y quería buscar la forma de ayudar a Jungkook.

La chica miró su cuarto en donde estaba encerrada con Kai, vio la camilla la mesa con instrumentos médicos, una silla y lo que más llamo su atención fue el conducto de ventilación. Era lo suficientemente grande como para dejar pasar a una persona delgada.

La chica arrastró la camilla con la fuerza que tenía, su hermano la miró desde donde estaba confundido.

-¿Qué intentas hacer? -preguntó con una ceja alzada.

-Salir de aquí y arreglar mi error -respondió tajante.

-¿De qué error hablas Hiyyih? No hiciste nada... -Kai le hablaba mientras miraba como su hermana se subía a la camilla y trataba de abrir la escotilla del conducto.

-Están aquí por mí y yo lo sacaré de aquí Kai -dijo ella entre diente mientras hacía fuerza para quitar la escotilla.

-Déjame ayudarte aunque sea.

El mayor de los Huening se montó en la camilla y junto a su hermana comenzaron a tirar hacia abajo. Fueron varios intentos hasta que está comenzó a soltar, era cuestión de un tirón más para sacarla y esa fue la menor quien lo hizo. Kai miro detrás de su hermana y allí había una cámara de seguridad que tenía una luz roja encendida, seguramente grabando. El chico levantó el dedo del medio dándole igual quien viera, iban a salir de ahí y después largarse de ese lugar.

-Necesito que me ayudes a subir, pon tu mano, Kai. -Pidió la chica mientras se sujetaba el cabello.

El chico junto sus palmas y se mantuvo firme mientras que su hermana ponía su pie sobre las manos, al verla lista para meterse la impulsó hasta que vio que su hermana entro por completo.

-Trataré de llegar al pasillo y te abriré -avisó la chica.

-Cuidado, ¿sí?

Bahiyyih asintió. La joven comenzó a gatear por la ventilación haciendo ruidos contra la lata cada vez que apoyaba sus manos y la punta de sus zapatos hacia contacto. Ella estaba algo asustada, no veía casi nada y sentía alguna telaraña rozarle el rostro y las manos, agradecía que no se topaba con ratones sino daría grima.

Cuando vio algo de luz proveniente de abajo, miro y por el piso supo que era el pasillo. Respiro hondo y su pie comenzó a dar patadas una tras otra hasta que el camino quedo libre para ella bajarse. Rogaba para que nadie estuviera ahí abajo, si era así, Bahiyyih estaría en graves problemas.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora