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Taehyung estaba sentado en el sofá individual ayudando a encender la chimenea junto a Jehyunk para la cena de esa noche.

Mientras que Kim movía los trozos de ramas y algunos papeles picados para avivar la llama, el pequeño Sunwoo se acerco tímido con una hoja y un crayon de color azul.

—H-Hyung... —le llamo tímidamente tocando su hombro.

—¿Qué sucede Sunwoo? —le preguntó con total paz.

El chico extendió la hoja con lo que aparentaban ser algunos nombres.

—Hice una lista para ti. —Sunwoo era un niño muy cerrado. Asustadizo y tímido. Desde que la señora Hyejin murio, el niño se había cohibido más todavía, hablaba con Taehyung en las noches o con Lim, eran escasas las veces que hablaba con los demás.

—¿Ah sí? —Taehyung tomó el papel con curiosidad. —¿Son... nombres?

—Si... Son para su bebé... —Sunwoo miró hacia abajo jugueteando con sus dedos.

El castaño sonrió, le pareció sumamente tierno aquel pequeño detalle. En ese trozo de papel se podían leer tres nombres; Misuk, Seung y Yeonjun.

—¿Por qué solo tres?

—Yeri eligió Misuk, si es que es niña. —Comenzó a explicar. —Soobin eligió Yeonjun por si es niño y yo elegí Seung.

El chico rió al escuchar como cada uno de ellos consideró nombre para su hijo o hija. Si era sincero, por la situación actual, no tenía la cabeza para pensar en un nombre para su bebé y esa pequeña lista le vino de maravilla.

Sunwoo se acercó al oído de Taehyung.

—Póngale Yeonjun, la verdad me gusto más... —le susurró intentando convencer al adulto.

Kim hizo la misma acción que el chiquillo y le susurro: —A mi también, suena lindo...

Ghim sonrió ampliamente haciendo que su par de ojos se cerraran sutilmente.

Al cabo de unos minutos, la puerta se abrió dejando ver a Yoongi y Namjoon que había vuelto de su búsqueda de proviciones por el pueblo. Min estaba ya agotado de salir por cosas y cada vez encontraba menos, la comida se estaba acabando y con suerte podría sobrevivir el próximo mes. El primer mes que habían pasado todos juntos no fue tan malo, pero cuando se dieron cuenta que la pequeña tienda se estaba quedando vacía decidieron racionar más sus porciones.

El mayor de los Kim abrió la mochila al la par con Min dejando todo lo que encontraron regado sobre la mesa.

—¿Cómo fue? —preguntó Suran.

—Bien, encontramos conservas, baterías, algo de ropa y más conservas —dijo Namjoon, también estaba cansando.

Se habían metido alrededor de siete casas, lo que significaba que caminaron bastante, y todo para pocas cosas. Algunas familias que vivían allí se llevaron todo.

—No hay más salidas hasta que de verdad sea necesario. Nos cruzamos con veinte infectados y sin armas... Estaba acabados. —Min se dejó caer al sofá de la sala.

—Jimin y Jungkook se han demorado demasiado —habló Taehyung, ayudando a guardar latas.

—Sí, estoy preocupada por los muchachos —agregó Eunwoo.

El ambiente se volvió algo tenso, aun así preferirán centrarse cada uno en sus asuntos, dejando de lado un poco la preocupación. Aunque esa incertidumbre de saber como estaban Jimin y Jungkook persistía en todos.

Yeri y Soobin habían salido de la casa para tomar algo de aire y recoger pocas ramas o trozos de madera para la chimenea que haría en falta más, los dos se ofrecieron, pero el padre de la chica la dejó ir con la condición de no alejarse mucho. Ambos adolescentes estaban recogiendo varas del suelo o sacando parte de madera de los marcos de las ventanas. Caminaron solo un par de casa lejos de donde se quedaban.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora