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Todo a su alrededor se había detenido.

El beso había sido profundizado por Namjoon que se acerco a Seokjin para sentir un poco más aquello carnosos y húmedos labios que gritaban por lo suyos. El moreno no se apartó en ni un momento, algo que sorprendió a Jin, quien pesaba que lo estaba arruinando.

El moreno se abalanzo sobre él, tumbándolo en la camilla, por un solo instante sus bocas se separaron para que ellos tomaran un poco de aires. Se miraron por un segundo y fue suficiente como para volver a un beso con más ferocidad que a Jin lo tenía viendo estrellas. La boca de su ex pareja era tan adictiva que separarse jamás era una opción.

Las manos de Namjoon comenzaron a subir por debajo de la parte superior de la prenda de Seokjin, este último se estremeció al sentir las frías y grandes manos del chico que lo hizo soltar un gemido bajo que solo el hermano del dongsaeng alcanzó a escuchar.

Entre tanto, mientras los besos y tímidos toques continuaban, se oyó como la puerta de enfermería era abierta con brusquedad.

Estaba tan perdidos en los belfos del otro que apenas se dieron cuenta.

Quien había entrado y presenciado tal escena fue el mismo Soobin, quedándose boquiabierto; su hermano mayor sobre Seokjin besándolo.

El menor se aclaró la garganta haciendo un poco de ruido para llamar la atención de los dos que se besaban sin pudor sobre la camilla con el papel recién cambiado, ahora todo arrugado.

«Yo solo venia a curarme la mano...»

Pensó el chiquillo mirando su mano con sangre.

El primero en ver hacia la puerta fue Seokjin que abrió sus ojos de par en par, alejando a Namjoon de golpe de su cuerpo, vio que se trataba de su ex cuñado que lo miraba sin poder procesar lo que ocurría.

—S-Soobin... ¿Q-Qué te trae por aquí? —preguntó intentando volver a la normalidad.

El moreno se arregló un poco la ropa al igual que Seokjin que ordenaba su bata y se ponía de pie para recibir a Soobin algo más decente.

—Venía por una curación —dijo mostrando su mano que la tenía con un paño de cocina húmedo.

Los dos mayores reaccionaron al ver el ese trapo estaba manchado de sangre. Ambos Kim fueron hasta el menor.

—¿Se puede saber que te paso? —Namjoon miró toda la sangre del paño.

—Estaba lavando los utensilios y me corte con un cuchillo en la palma... Solo eso hyung ­—explicó sin darle mayor importancia.

Ahora lo que más le interesaba, era saber porque y como fue que Seokjin y su hermano se estaba comiendo las bocas como su el mundo se fuera acabar.

Tanto Seokjin como Namjoon, era el que más sonrojado seguía debido a la vergüenza y al calor que había aumentado en el cuarto con los voraces besos del más alto.

—Siéntate aquí —ordenó Seokjin mientras mostraba la junto a una mesa donde tomaban los signos vitales—, te voy a curar enseguida.

—Yo creo que me iré... —habló Namjoon rascando su nuca sin saber cómo escapar de la situación. — Younha debe estar sola, a-adiós.

El moreno iba a salir rápido de allí, pero Soobin se negaba a dejar las cosas así. Si había solo una pequeña ventana de probabilidad de que Seokjin y Namjoon volvieran él quería saberlo antes que nadie, pues desde que vio que la relación entre ambos volvía a dar frutos pudo recordar toda esa emoción de años atrás cuando Namjoon le dijo que tenía una pareja. Si su hermano era feliz, Soobin también lo seria.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora