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La punzada en su cabeza le había obligado a despabilarse. Al abrir los ojos sintió la potente luz que entraba por la ventana de la sala de estar.

Min se sentó y se tomó la cabeza con fuerza, vio el reloj sobre la chimenea y se percató de que ya eran casi las once de la mañana, se levantó de golpe quitando las mantas de la cama. Busco su ropa con desesperación, entro eso apareció su padre con una bandeja de madera que traía un cuenco con arroz, un tazón de sopa y un buen vaso de agua con una aspirina. Yoongi confundido se regresó a su posición.

—Tomate tu tiempo en prepararte, pensé en no ir, pero creo que sería bueno salir juntos.

—Que haya bebido contigo no quiere decir que te haya perdonado.

—Qué va... No soy tan ingenuo, Yoongi. :Acomodó la bandeja que traía con una mano en frente de su hijo. —Vamos, come.

—No sé si es buena idea ir solos.

El hombre maquinó su mente por un momento.

—Yo pienso que sí. Ahora come.

El chico vio como el mayor salía de la casa. Se preguntaba demasiadas veces como lo iba a hacer si el hombre andaba cojo, con un bastón y apenas si corría. Con suerte caminaba y eso era bastante preocupante y podría ser un punto débil en la ciudad, solo debía tener que estar al pendiente. Por más enojado que esté con su pare no lo iba a abandonar a su suerte, si bien dijo que "no le cuidaría el trasero" tampoco podía ser tan mala persona, menos un mal hijo.

Apenas dio un sorbo a la sopa que mezclo con el arroz, sintió ese gusto hogareño que extrañaba tanto, además que sabía cómo la comida de su madre. Sonrió melancólico al tener ese gusto en su paladar.

Una vez terminado el desayuno, Yoongi se alistó dejando todo en orden para salir al exterior y ver que su padre llevaba una mochila para dejarla en la parte trasera del auto que tenía detrás del granero. Se quedó parado allí viendo como Jackson conversaba con Jae-ik, posteriormente el hombre tomo la escopeta que dejo anteriormente en el lado del copiloto para dársela a su hijo. Esta venía cargada.

—¿Estás listo? —preguntó entregando la escopeta.

—Supongo...

—Bien, vamos entonces.

Ambos Min caminaron juntos hasta el vehículo; Yoongi como conductor y Jae-ik como copiloto. Al estar poniéndose el cinturón, vio por el espejo del lado como Taehyung, que traía a Yeonjun, se aproximaba. El chico lo miro seriamente.

—Más te vale regresar en una pieza, Min Yoongi —dijo con tono amenazante. Min rio al oírlo.

—Lo haré, sabes que siempre regreso contigo.

—Ya... No te pongas meloso antes de salir y todavía sigo molesto.

—¿Otra vez?

—Sí, ya vete. —Hizo un gesto con la mano que indicaba que se fuera pronto.

Min saco la cabeza por la ventana y beso la mejilla de su pareja y luego la cabeza de su hijo.

—Los amo.

Para Kim fue imposible aguantarse la sonrisa.

—También te amamos... ¡Ya vete antes de que te obligue a quedarte! —exclamó Taehyung.

Jae-ik observaba la escena contento. Algo que se dio cuenta durante estos días era que Taehyung y Yoongi era la típica pareja joven enamorada, peleaban, pero sus riñas eran absurdas y no duraba más de un día. Min presuntamente creía que se conocía desde ya hace mucho, así que con mayor razón estaban tan unidos.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora