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Jungkook estaba de pie frente la puerta esperando que las chicas o Jin le diera un reporte de la operación, necesitaba saber de Jimin, estaba ansioso y un manojo de nervios que ni Taehyung logro controlar. El castaño lo abrazo un par de veces para que se quedaran tranquilo, pero no podía culparlo por estar así, era lo normal. Aun así, el chico estaba preocupado por resto que subió a la azotea, solo deseaba que todos estuvieran para luego irse de allí lo antes posible.

Los dos estaba allí mientras que Soobin cuidaba la entrada.

—¿Crees que lograron rescatar a Bahiyyih y Soyeon?

Taehyung se encogió de hombros.

—No lo sé, pero espero que si...

—Deberías ir por Yeonjun.

—Confió en Eunwoo y Hoseok —dijo sincero.

Jungkook se dejo caer al piso quedando sentado. Kim se puso junto a su amigo.

—¿Por qué la espera debe ser así de horrible? —pregunto mirando sus manos con sangre de caminante.

—Estas ansioso, pero no te ayuda de nada estar alterado.

—Si les pasa algo, yo... yo no sé qué haría, hyung.

Sin lograr responder por culpa del estrepitoso ruido de la puerta de la veterinaria abrirse, Taehyung se quedó en silencio, tragándose sus palabras. Se puso de pie y vio que era todo el grupo entrando apresurado, y cerrando la puerta con sillas de la recepción y una estantería. Eran todos, incluyendo a Eunwoo, Hoseok, su hijo y Sunwoo, pero lo que más le llamo la atención fue no ver a  la amiga del general y hermana de Kai. Los dos chicos fueron a reunirse con ellos para saber que ocurría.

Por los rostros que lograron leer, pudieron deducir que algo ocurría y no era para nada bueno. Jungkook barrio a Kai con la mirada, este lucia en un estado de trance del cual no reaccionaba, Joong-ki estaba igual.

—¿Qué ocurre? ¿Y las chicas?

Yoongi respiró hondo y negó. Taehyung vio que su novio estaba apunto de llorar, sin comprender bien fue con el lo abrazo. Fue ahí cuando Min lloro en silencio contra su hombro.

—Fallé... Y-Yo fallé...

Jae-ik apretó sus labios y camino hasta su hijo y le dio unos golpes en la espalda como consolación. Soobin por otro lado, se sentó junto a Kai y su hermano estaba triste, así como Jungkook miro a Joong-ki.

Joo-hee fue la única en poder contar lo que paso.

—Fueron esos Profetas... ellos las empujaron —dijo en voz baja.

Taehyung se quedo helado, Jeon no tenia palabras. Los dos no podían creer lo que oyeron.

Bahiyyih y Soyeon habían muerto.

Namjoon seguía consolándolo, al instante se acercó el menor de los Kim para abrazar a su amigo con fuerza y hallar el modo de consolarlo, pero era imposible. Una perdida así era dolorosa, tal como si te arrancasen una parte del corazón, Soobin lo entendía, así como sufrió por sus padres, sufrió la muerte de Yeri, ahora otra buena amiga había fallecido en mano de gente sin escrúpulos y demente.

—¿Qué sigue ahora? —pregunto Jungkook. —¿Esperar que vengan y nos maten?

—Estamos rodeados —dijo Jae-ik quien miraba por la ventana.

Cada uno se fue acercando al par de ventanas que daba hacia la calle principal por donde había llegado al principio, ahí se percataron de los Profetas que estaban con machetes, cuchillo, navajas; otros con palancas de fierro y palos con alambre rodeándolos. Estaban esperando a que grupo huyera. A metros de los asesinos estaba la camioneta envuelta en llamas, seguramente todas las cosas que trajeron ya estaban quemadas.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora