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Sus corazones estaban acelerados, sus respiraciones agitadas y el sudor corría por sus frentes.

Las balas se habían acabado cuando apenas pisaron Gangnam-gu. El barrio de la alta sociedad coreana que había sucumbido ante la muerte. Las calles que algunas vez estuvieron llenas de tiendas de lujo, gente en sus mejores autos y las luces iluminando cada parte del barrio. Ahora yacían cuerpo de policías, militares, personas muertas en autos o tendidas en suelo con ese característico charco de sangre que indicaban que sus vidas fueron aterrbatadas por un caminante.

Kim y Park había llegado a pie a Gangnam-gu, agradecían que esta no estaba tan lejos, pero haber huido y matado a varios infectados los tenían agotados. La buena noticia es que según el castaño su casa estaba subiendo un par de cuadras más, justo en donde había una pequeña zona de juegos infantiles, árboles y varias casas de dos pisos bastante lujosas.

Al ir caminando por la calle que Taehyung tanto conocía, vieron que a los lejos había un grupo de caminantes que se acercaban a ellos.

Jimin se puso en alerta y jaló a Kim del brazo hasta que entraron a una casa que estaba a su derecha. Estaba vacía, solo había un horrible olor a comida podrida y era la que estaba sobre la mesa, la sala de estar estaba desordenada con varias maletas repletas de ropa.

Taehyung cerró la puerta con rapidez y corrió con fuerza un mueble con libre para bloquear la entrada. Jimin buscaba entre cajones alguna cosa que les pudiera servir demás para defenderse, pero nada. Solo papeles y sobre de cartas.

Kim subió junto a Park al segundo piso y desde la última habitación oyeron el típico gruñido de un caminante. Ambos se acercaron lentamente hasta allí y cuando Jimin abrió la puerta se encontró con una mujer ya convertida atada a la cama, estaba se retorcía buscando liberarse a lanzarse hacia los jóvenes para darles un mordisco y saciar esa hambre incontrolable.

Estaba vestida con ropa costosa, como un traje de reuniones. Aquellos típicos que usaban las mujeres que manejaban sus propios negocios, un collar de perlas y pulseras de oro. Las muñecas de la mujer estaba en los huesos debido a los movimientos constante que ella hacia contra la cuerda, además que sus piel se estaba pudriendo.

Jimin y Taehyung se miraron entre sí, y con el cuchillo que aun conservaban, Park se paró junto a la cama y enterró este en el cráneo. Kim vio como la mujer dejaba de moverse, ya un poco más seguro observó con detenimiento cada detalle del cuarto.

Había cuadros familiares, retratos, un gran closet, en la mesa de noche había una foto de al parecer ella y lo que el creía que podría ser el esposo y su hijo sentado entre ellos.

Alguna vez fueron una familia ahora, dedujo que pudieron haber abandonado a la mujer que se había convertido, dejándola atada a la cama.

—Salgamos de aquí por otro cuarto.

Taehyung asintió y salió detrás de Jimin.

Buscaron otro salida y la más efectiva era salir por la ventana del baño, la única opción era saltar o baja con cuidado. El primero en pasar fue Jimin que se sujeto de una tubería apegada a la pared. Cuando ya estuvo en el piso, miro que no anduviera ni un infectado, luego le señalo a Taehyung que podía bajar.

Con preocupación, Kim fue colocando un pie luego el otro para bajar de la misma manera que el rubio lo había hecho. Ya los dos estando en el suelo fueron a escabullirse para salir de esa casa por la parte de atrás encaramadose por un muro y saltarlo.

Taehyung y Jimin había avanzado mucho, pasando por un verdero infierno.

Había usado el mismo auto con el llegaron, pero con la gasolina que quedaba quedaron a mitad de camino, pero de todas formas les había servido para dejarlos cerca de lo que fue la casa de Taehyung, ya solo quedaba subir.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora