Outlast ¹

67

Los recuerdos de aquella última noche que vio a Hwang-Woong golpearon con fuerza a Yoongi, generando un torbellino de emociones que no sentía hace años. Rabia, tristeza e incluso odio hacia el chico que alguna vez amo. Yoongi empezó a sentir la respiración pesada, creyó por un momento que era una ilusión por culpa de despertar en mitad de la noche casi madrugada, pero miró hacia el espejo y el reflejo del chico estaba ahí. Era real.

Min no se movió ni un solo centímetro; estaba desconcertado.

Por parte del muchacho, sí se acercó con todo el descaro del mundo a abrazar a Yoongi con fuerza como si nada hubiera pasado, claro que Yoongi apenas sintió el contacto de su ex novio le dio un empujo con fuerza cargada de molestia. Hwang-Woong lo miró indignado.

—Vuelve acércate a mí y te vuelo los dientes. ¿Oíste? —amenazó el pelinegro.

—Solo creí que ya estaba todo olvidado Yoon, iba a saludarte hoy, pero te vi ocupado.

«Así que era él quien me estaba mirando a escondidas...»

El pelinegro se tomó la cabeza entre sus manos, escucharlo hablar le generaba repudio, asco e impotencia. Hablaba como si fuera un inocente chiquillo que no rompió ni un plato, su cabeza palpitaba con fuerza cuando recordaba esa noche que, en ese entonces novio, llego con los ojos vidriosos jurándole todo el amor del mundo y al otro día solo recibió lo peor de Hwang-Woong.

El más bajo se acercó a Min y le tocó el brazo para que se calmara, tenía tantas preguntas que hacerle, pero verlo enojado le hacía tener un poco miedo. No recordaba a Yoongi tan prepotente, él era diferente cuando fueron novios, pero claro, los años le tuvieron que haber enseñado a madurar de cierta manera. Ya no quedaba rastro de ese chico afectuoso y cariñoso, ahora estaba viendo a un hombre furioso.

—Te creí muerto —confeso sin soltarle el brazo.

Min le apartó con un manotazo.

—Te hubiera gustado que estuviera muerto, pero el sentimiento es mutuo.

—¡Yoongi! —grito para detenerlo. —Jamás te querría muerto yo te a...

—¡Ni se te ocurra decir "te amo" maldito hipócrita! ¡Lo que tu sientas por mí es mentira! —acuso señalando con su dedo.

—Te extrañé todos los años que estuviste en prisión —se escuso sin dejar de mirar al mayor.

El pelinegro rio sin poder creer la cara de inocente que ponía, intentando convencerlo de que lo que decía sobre que lo extrañaba y amaba era verdad. Conocía las facetas de Hwang-Woong mejor que nadie.

—Con tus mentiras a otro, a mí no, que te conozco todos tus putos demonios.

—No eras así... —negaba.

—¿Te digo algo? —encaro nuevamente haciendo que el menor retrocediera unos pasos. —El Yoongi de hace cinco años murió cuando vio que su novio lo incrimino de algo que jamás haría para liberarse de su mierda. Madure en el peor lugar de todos... ¡Por tu culpa! ¡Deje de ver a mi madre y a Suran por tu culpa!

—¡Tu aceptaste los cargos! —grito en defensa

—¡No tenía más opción imbécil! —alzo la voz Min casi quebrandose recordando todo lo que paso años atrás. —No teníamos dinero para abogados, y al defensor público no le interesaba mi caso, le daba igual mi situación.

—No lo sabía...

—¿Qué ibas a saber si seguramente te andabas drogando con tus amigos? Mientras que la única persona que estuvo ahí para ti se la llevaban a la fuerza.