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Habían pasado alrededor de dos semanas y media de todo lo acontecido en las calles de Seúl y Gangnam-gu. El grupo tras la conversación que tuvieron de como irse a Ansan, surgieron los planes que llevarían a cabo para salir todos, tal como dijo Hoseok.

Entre ellos era juntar unos tres autos del subterráneo para poder ir todos, un inventario de lo que llevarían y lo más importante las armas, algo que estaba volviéndose el problema detrás de todo. Las balas eran escasas, tras la ida al centro de la ciudad y al distrito, quedaron sin casi municiones, los cuchillos ayudaban, pero era un combate cuerpo a cuerpo que era más que peligroso.

Ahora estaban todos separados nuevamente por grupo para organizarse; los que sabían conducir bajaron al subterráneo y los que no, se quedaron arriba ayudando a lo que faltara. A lo largo de los días han dormido con la incertidumbre de cuando aparecería el enemigo en el hospital, cuando llegue ellos deberían salir corriendo a los autos, eso era lo primordial.

Los que habían bajado eran Seokjin, Taehyung, Jimin y Sehun, este último, que petición de Namjoon, bajó junto con los chicos para ayudarlos y protegerlos de lo que sea. Sehun aún tenía diferencias con Kim y Park, en el fondo no le agradaba que hubieran miradas desconfiadas por el hecho de que estaban ahora en el mismo grupo y compartían las mismas ganas de salir de allí vivimos, así que aprovecho el encargo de Namjoon como una forma de ganarse la confianza y limar asperezas.

Mientras tanto que los demás estaban en el almacén donde estaban las mochilas y las pocas balas.

Jackson estaba de mal humor, no había casi nada, ni para matar un pequeño grupo de diez errantes. Yoongi, Namjoon, Jungkook y Hoseok estaban buscando en cada rincón del almacén para ver si encontraban alguna suelta, pero nada. Jung al igual que su compañero estaba decepcionado de no encontrar nada.

—No puede ser cierto... No hay ni una mierda de bala. —Jackson lanzó el bolso al suelo.

El mismo bolso que alguna vez estaba lleno de balas y traían las armas necesarias.

—No te rindas, encontraremos más —ánimo Hoseok.

—¿Qué hay de las armas de los guardias? Podemos ir a buscar, quizás ellos tengan algo —propuso Jungkook.

—Imposible, normalmente no usan armas de fuego. Balines y garrotes sí —respondió Yoongi apoyándose en la pared.

—Sigamos buscando o tendremos que pensar seriamente en cuchillos —habló Namjoon buscando más balas entre los muebles del almacén.

Los cuatros chicos asintieron siguiendo a Namjoon.

Por otra parte, los más menores del grupo ahora mismo estaban en el en una de las viejas oficinas que fueron usadas alguna vez por médicos del hospital. Soobin y Hueningkai estaban buscando pilas para linternas, y su vez, Sunwoo cuidaba de Yeonjun.

Nadie se imaginaba que el mismo Soobin encontraría una amistad progresiva con Hueningkai. Tenían bastantes cosas en común, además que se agradaban mutuamente y compartían mismos pensamientos con respecto a salir del hospital. Muchos los veían como adolescentes impulsivos, pero ellos mejor que nadie sabían lo que estaba en juego.

Sunwoo simplemente estaba sentando en el piso, por el lado de Yeonjun él estaba sentado en sus piernas mientras baboseaba sus manos y hacia pequeños gorgoritos, estaba creciendo y cada vez se volvía más inquieto. No le desagradaba Yeonjun de hecho, para él era su amigo, aunque el pequeño Kim no tuviera idea de lo que decía, muchas veces Sunwoo se desahogaba con el bebé y le contaba historia o hacía gracias para divertirlo, pero ahora quería ayudar, todos haciendo algo productivo y él estaba con un bebé en brazos mirando lo que pasaba.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora