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Hace ya un rato, estaban completamente seguro de que volverían al hospital antes de que cayera la noche, ahora era todo diferente.

Tras avanzar bastante camino de vuelta, el auto comenzó a dar fallas hasta un punto en donde no aceleraba. Jackson, quien fue el primero ver que ocurría, se dio cuenta que el vehículo estaba humeante en la parte delantera, buscando la falla se dio cuenta de que hubo un problema de agua, la cual no pasaba como debía.

Estaban atrapados en medio de las calles en plena noche. No sabían de donde sacar agua e intentar arreglarlo. Así que no quedo más que dejar el automóvil y caminar lo que faltase.

Los cinco estaban de mal humor, habían fallado en volver durante el tiempo que les habían prometido al resto, lo más probable es que estén preocupados por ellos sin saber nada. Pensando en que hacer, su única opción era seguir y no detenerse por nada, por lo menos ya no quedaba tanto por caminar, sin embargo, hacerlo en la oscuridad y en la calle con aires tétrico y con el miedo acechando era más complicado.

—Busquemos un lugar —habló Jungkook—, mañana a primera hora nos vamos.

Todos estuvieron de acuerdo con la idea del azabache.

—Es la única opción por el momento, tenemos ropa abrigada para pasar la noche por lo menos —agregó Hoseok.

—¿Qué tal ese edificio de allí? —Namjoon alzó su dedo índice y señalo un complejo de departamentos que estaba a metros de ellos. El edificio lucía abandonado, con ventanas rotas, y partes negras por culpa de, probablemente, un incendio.

—Ese o cualquiera. Solo apresuremonos. —Terminó diciendo Yoongi.

Los cinco muchachos aceleraron sus pasos para lograr llegar al edificio que Kim había mostrado como opción. En si camino, se toparon con algunos infectados, a los cuales fueron matando uno por uno, pues era grupo pequeño, así que no hicieron falta las armas, además que, el cuchillo que Yoongi había sacado ayudaba bastante.

Cuando Jackson se acercó a la entrada principal, que daba a un especie de lobby, entro sigiloso observando el escenario. Habían más caminantes, que hace meses fueron personas comunes y corrientes. El ascensor estaba descompuesto, había sangre y cuerpo por allí y por acá. Las luces parpadeaban y el los focos que estaban en el techo colgaban.

Jung y Wang se encargaron de los pocos infectados que estaban allí.

Ya vacío todos se adentraron.

Respiraron más calmados. Luego de caminar en la noche, lograron encontrar un lugar donde refugiarse hasta la mañana siguiente. Ahora solo debían encontrar algún apartamento para quedarse y descansar.

Subieron las escaleras del edificio y comenzaron a oir más gruñidos de infectados acercandose. Se pusieron en alerta y levantando sus armas con filo comenzaron a atacar. Pero eran muchos, no quedó más opción que sacar las armas de fuego. Los disparos llenaron la zona de las escaleras atrayendo más caminantes hasta que por fin acabaron con el último de ellos que al parecer, era un cartero que estaba con la mitad del brazo, su rostro desfigurado y su parte izquierda mostraba los diente exponiendolo cada uno, dando asco quien fuera que lo mirase.

Jungkook fue quien acabo con él, dándole con el cuchillo en el entrecejo. Después lo lanzó por las escaleras como si fuera un costal.

Ya en cuarto piso, buscaron un apartamento que no se escuchara nada, hasta que dieron con la puerta ochocientos cinco. Hoseok entró con cautela y le dio la señal a los chicos de poder entrar. Estaba despejado.

Con todos dentro, cerraron la puesta con seguro y dejaron caer las mochilas al piso para dejarse caer el sofá que estaba en la sala del lugar. Hoseok colocó la linterna hacia arriba pata que iluminara gran parte de la habitación, mientras que Yoongi cerraba las cortinas.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora