115

163 27 15
                                    

Yoongi decapitó, con ayuda de la katana que se trajo, al último que merodeaba por el granero. Jackson limpio su cuchillo con un paño que había allí, el mismo que uso una vez para limpiar los restos de aceite del vehículo cuando lo arreglaba.

Los dos amigos se dieron la vuelta a mirar la docena de caminante que mataron. Afuera había otra docena más, y uno que otro que andaba suelto por ahí fue asesinado por Jungkook y Eun-seok.

El terreno ya estaba dentro de todo despejado, ahora solo quedaba deshacerse de los cadáveres. Todos estaban realmente agotados tras Suncheon, el ladre de Yoongi lloro en silencio al ver su vivienda con caminantes, que profanaron con sus cuerpos podridos la pureza de la pradera que cada mañana y tarde veía con su nieto en brazos. Ahora la sangre teñía el césped, cadáveres y una que otra cabeza que su hijo mayor fue cortando.

Sabía que Yoongi lo hacia para quitarse todo el peso del cuerpo que traía. Al igual que el resto que se dispuso a limpiar el hogar de todos.

A la casa entro el grupo y se dejo caer, lo que cabían, en el sofá. Jackson miro el techo exhausto, Hoseok se sentó al lado de su novia quien le acariciaba la mano para relajarse un poco. Así todo el grupo en la sala sucumbidos ante un horrible silencio. El único que subió fue Kai, a su cuarto que compartía con su hermano. Lo que se oyó en la casa fue el portazo del joven.

Al rato subieron Jungkook que cargaba a Jimin y Joo-he que llevaba a su nieto para acurrucarlo y hacerlo dormir en el cuarto de sus padres. Mientras que el grupo se ponía de acuerdo, Jungkook ayudo a Jimin a lavarse un poco el cuerpo teniendo cuidado con su herida reciente. Al acabar lo dejo acostado en la cama durmiendo. Su cara se veía mejor, pero se notaba el cansancio y el dolor de la herida de la cesárea.

Jungkook no bajo, se quedo junto a Jimin y Beomgyu.

—Haremos una fosa o algo así para quemar los cuerpos —dijo Jackson mirando al grupo. —Y voy a cavar unas tumbas para... para enterrar a las chicas y al general.

—Te ayudo a cavar. —Se ofreció Soobin para hacer algo por su amigo que sufre aun la reciente perdida de su hermana.

—¿A donde llevaremos los cadáveres de los caminantes? —preguntó Yoongi apoyado en la pared. —El olor va a ser asqueroso si lo hacemos cerca.

—Es mejor hacerlo en la carretera, no se expandirá el fuego tan rápido. Cuando este calcinados, apagamos las llamas. —Agregó Namjoon.

El grupo estuvo de acuerdo con la idea. Todos ,menos lo ya mencionados y Taehyung, comenzaron a volver a salir par ahacer la limpieza del terreno del hogar.

Kim tomó a Yeonjun, para darse una ducha él y bañar a su hijo. Quería descansar, dormir hasta la mañana siguiente y no saber de nada más de lo ocurrido. No era el único, la mayor parte de grupo quería olvidar todo, pero quedaban muchas cosas por hacer.

—No te quedes hasta tarde, apenas termines sube. ¿Sí? —Le dijo a Yoongi tomándole la mano. Min asintió y le beso la frente a él y Yeonjun.

Los que se quedaron miraron cada cuerpo desperdigado. Suspiraron y vieron como Jae-ik les entregaba unos cerillos, luego les indico que tenia un lar de bidones de gasolina en el granero, totalmente utilizable para quemar a todos los caminantes.

El padre de Yoongi se acercó a él, le toco el hombro.

—¿Qué paso allí con ese chico Profeta? —preguntó mirando a Yoongi fijamente.

—Hicimos lo que teníamos que hacer para acabar con eso y venir a casa —respondió frívolo.

—¿Lo mataste? —interrogó mirando los ojos vacíos y perdidos de su hijo.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora