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Soobin estaba sentando en una de las sillas, mirando por la ventana intentando distraerse un poco.

Sus piernas no dejaban de mover nerviosas a la espera de ver a su hermano y a los demás. Ya había pasado bastante tiempo, además, la última conversación con Jackson lo dejó peor.

Yeri tenía a Yeonjun en brazos y con él fue a ver al menor de los Kim.

La chica miro a Soobin acongojada.

Con el tiempo, conocía cada vez más al hermano de Namjoon; su personalidad, algunas costumbres y sus temores los conocía. Podía verse rudo en ocasiones, pero por dentro era un niño que estaba asustado y que necesitaba de su hyung, era normal, Namjoon era lo único que le quedaba a Soobin, aparte de Seokjin.

Yeri el día que Soobin dijo al grupo que el doctor era ex novio de su hermano mucho quedaron con la curiosidad, pero ella aún más. Durante eso día intento preguntarle y averiguar qué pasó. No quería ser entrometida, pero las ganas de saber la mataban, por otra parte, se dio cuenta del gran distanciamiento que existe entre el doctor y el mayor de los Kim. No se hablaban mucho y poco se miraban. Era algo extraño.

Yeonjun comenzó a remover entre los brazos de la chica y una pequeña queja salió de su boca que capto la atención del chico.

Yeri lo comenzó a mecer para que no llorase.

—Ya debe estar por venir Soobin —habló ella apaciblemente.

Kim la miró poco convencido.

—Es imposible estar tranquilo ahora Yeri.

La muchacha apretó sus labios sintiendo un poco mal por su amigo que estaba con pocos ánimos y preocupado por su hermano mayor.

El bebé comenzó a llorar. Extrañaba ese calor y aroma que solo Taehyung le podía proporcionar así que sus llanto era más que justificado. Eunwoo miró a su hija con una sonrisa divertida al verla angustiada por el llanto incontrolable de Yeonjun, el cual llenaba la sala de espera. La mujer fue hasta su hija y extendió los brazos pidiendo al bebé.

—Ve —dijo su madre—, tu amigo necesita apoyo, yo me encargo de Yeonie.

La hija de los Lim sonrió y fue hasta donde está Soobin para hacerle algo de compañía. Ella solo se quedó allí a esperar a que Kim se sintiera listo de poder hablar un poco más tranquilo.

Soobin seguía mirando por la ventana como diversos caminantes que estaba a la lejanía, deambulaban sin rumbo. Intentaba pensar en algo que no fueran ideas negativas que lo hiciesen alterarse y temer más de lo ya que hacía. El tener que ver como su hyung bajaba para ayudar y ver que llegase herido de nuevo le aterraba. Desde el disparo a Namjoon, Soobin se puso un tanto más paranoico de lo que acostumbraba.

Los últimos días ha estado con pesadillas. Veía a Namjoon una y otra vez tendido en el suelo con un disparo en diferentes partes del cuerpo, la peor de todas era verlo con una bala incrustada en su frente. Anteanoche, despertó con una capa de sudor que dejó su cuerpo mojada hasta la misma sábanas lo estaban, fue una imagen tan espantosa que deseaba borrar de su mente pronto.

No podía y no quería perder a la única persona que lo ha cuidado. Namjoon era su pilar, su escudo, su hermano, y su amigo hasta cumplió un rol de padre. Lo era todo para Soobin, por eso, aque día del disparo, estuvo tan asustado por el estado de su hermano, así mismo, lo cuido en sus ideas de recuperación.

—Sé que tu hermano volverá Soobin —dijo Yeri acercándose a él.

—Sí ya lo sé, pero... —Hizo una pausa. —¿Si vuelve herido otra vez o le pasó algo peor que eso? Yo ni podría...

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora