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Min estaba embriagado con el calor de Taehyung. Su cuerpo, sus labios, sus suspiros y las manos finas que recorrían la piel pálida de su espalda buscando a pegarlo más así mismo. Estaba sucumbido en una burbuja placentera de la cual no quería salir hasta que su cuerpo le pidiera un respiro.

El castaño podía decir lo mismo, sentir las manos grande de Min entrometerse en su ropa, y de poco en su pantalón para apretar con vehemencia sus glúteos redondos y suaves, le hacía querer gemir alto, pero era consciente de que no estaban solos.

El pelinegro puso a Taehyung contra la pared, para tener un poco más de control sobre él. Estaban en un almacén con una ampolleta que iluminaba duras penas, pero todo lo hacía más secreto y prohibido. El mayor se separó de los labios haciendo un recorrido con sus labios hasta las clavículas expuesta de Taehyung para darle lamidas sutiles y besos provocando que el chico hiciera su cabeza hacia atrás para darle paso a la zona de su cuello.

Yoongi sonrió lascivo al ver tan entregado al chico. Claro que en su descuido, las manos traviesas de Kim comenzaron y tantear el elástico de su pantalón de chandal para meter su mano y buscar lo que tanto deseaba; el miembro despierto del mayor, gracias al pantalón le daba un gloriosa vista de este mismo.

Min imitó a Kim, pero sus manos fueron a parar a los erectos botones rosados del castaño. Apenas posó sus dedos fríos, Taehyung abrió su boca dejando salir un jadeo. Esa era su zona más erogena después de sus piernas.

El mayor beso su mejilla y luego levantó la camiseta de Taehyung para que quedara de torso descubierto y así poder comenzar a bajar sus labios desde la zona del cuello hasta donde estaban los puntos erogenos del chico. Kim apenas sintió el aire caliente que salía de la boca de Min chocar contra su cuerpo este temblo entero, ya cuando la boca atrapó su pezón derecho, luego soltó un gemido.

—¡H-Hyung!

Min había descubierto que la voz y gemidos de Taehyung era lo suficientemente adictivo como para seguir con su cometido y corromper al muchacho.

Kim no se quedaba atrás, su mano, seguía bajando hasta que se encontró con el miembro erecto del mayor. Apenas lo rodeó con sus delgados dedos sintió como el calor lo abrumaba y sus ojos se volvían más oscuro por culpa del placer.

Lo deseaba tanto que quería que Yoongi dejara los juegos previos y lo hiciera suyo por completo. Tanto fue así que Taehyung separó al joven de cabellos negro poco de su cuerpo.

—¿Q-Qué sucede? —preguntó Min completamente excitado. —¿Quieres que pare?

Kim no dijo nada y llevó su mano hasta el bolsillo del pantalón que traía puesto y de allí sacó un pequeño sobre de tono negro, era un preservativo.

—H-Házmelo ya hyung... te necesito.

La mano de Kim comenzó un vaivén lento en el miembro de Yoongi con tal de excitar todavía más y que cayera rendido ante la petición del joven castaño.

El pelinegro movía su cadera al ritmo que la mano de su acompañante la iba moviendo desde la base hasta la punta, aquella petición hizo que una gran palpitacion en su pene. El de tez pálida dio el último beso en los labios entre abiertos del chico para darlo vuelta rápido sacando un chillido de sorpresa a Taehyung.

Ahora estaba contra la pared, de espaldas para Yoongi.

Min bajó el pantalón y la ropa interior de mi Kim y su vista quedo fija en aquel par de glúteos tersos. Ver a Taehyung de esa manera le generaba un placer inmenso que le nublaba la vista, estaba perdido en aquel cuerpo desnudo de tono canela. Antes de cumplir el deseo de su chico, llevó un par de dedos hasta su boca para humedeserlos y preparar a Kim.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora