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A la mañana siguiente los respectivos grupos que se separarian se estaban terminando de alistar para ponerse en marcha y adentrarse en el infierno que les esperaba pisos abajo.

Jackson tomó pistolas con silenciadores más unos cuchillos que él y Hoseok había recuperado la vez pasada del bus militar que los llevó hasta Seúl. Le entregó una a cada uno, pero Jungkook y Yoongi tenían las suyas que eran armas un pocos más grandes
Y que ya se habían acostumbrado a usar.

—Harán más ruido con esas. —Les dijo mirando con desprecio las armas de ambos.

—Espero no tener que usarla —respondió Min.

Jackson rio.

—¿Al menos sabes cargar una escopeta? —preguntó el militar en tono burlesco.

El pelinegro saco balas de una caja y cargo su escopeta como todo el experto que ya era gracias al viejo hombre que lo ayudo en Daegu sus primeros días de supervivencia. Wang se quedó cayado al ver con facilidad que Min cargaba su arma. Había hablado de más.

—¿Así está bien señor militar? —preguntó con sarcasmo el de tez pálida levantando el arma.

—Basta... Concéntrese en lo que debemos que hacer luego se dedican a molestarse —habló Hoseok cargando su pistola y guardado munición en su pantalón.

Yoongi le dedicó una mirada de pocos amigos a Jackson, al igual que este último. La relación entre estos dos muchachos no mejoraba, pero tampoco empeoraba, sus únicas conversaciones eran con ironía y sarcasmos, molestandose mutuamente hasta sacarse de quicio e ignorarse. Min todavía seguía algo molesto y rencoroso desde el primer día que llegaron.

Jimin, Eunwoo y Hoseok ya estaban listo, pero antes de salir Yeri abrazo a su madre con fuerza. Temía por ella, pero confiaba en que volveria sana y salva. Por parte de Park, miro a Jeon de reojo y este lucia serio, concentrando en su objetivo.

—Cuídate Kook —dijo intentando romper el hielo entre ellos.

—Tú igual. Te cuidado allí abajo.

Fue lo único que le dijo el azabache.

Al poco rato apareció Soobin y Namjoon; quien tenía una muleta que Ji-eun le entregó para apoyarse estos días de recuperación. La doctora y Seokjin también llegaron con un par de walkie talkie.

—Lleven estos. —La mujer le paso uno  a Hoseok y otro a Jackson. —Cualquier cosa nos comunicaremos. Avísen si pasa algo por favor.

Los seis asintieron.

Taehyung estaba allí, observando preocupado a su compañeros que iban a bajar a los primeros pisos para ayudarlos. Estaba asustado por todos en realidad. Temía por sus vidas y le aterraba la idea de perder a uno de ellos, en el fondo sabría que fue por su culpa.

—¿Puedo ir Kook hyung? —preguntó Sunwoo aparentemente listo para bajar.

Todos lo miraron sorprendidos.

—No, no puedes. Es peligroso Sunwoo, quédate aquí cuidado de Yeri, Nam hyung y Tae. ¿Te parece? —Jungkook le hablo con tono tranquilo.

—Pero... —Sunwoo bajo su mirada. —Está bien, me quedaré aquí haciendo guardia con Soobin hyung.

Jeon le sonríe removiendo sus cabellos.

Ji-eun abrió de par en par la puerta para que pudieran bajar. Estaban todos nerviosos y ansiosos por lo que podría suceder allí abajo. Era de alto riesgo meterse a pisos infectados de caminantes, pero iban por una sola razón y nada los iba a detener.

—Suerte. Tengan cuidado.

—Tranquila doc, si algo pasa usaremos a Min de carnada.

Si las mirada matasen, Yoongi hubiese asesinado a Jackson mil veces. Era el tipo más insoportable que jamás ha conocido.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora