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"¡Hyung, no! No, no, no, no, hyung, por favor..."

En su mente retumbaba la voz de su hermano. Podía oír entre sus pensamientos la voz suplicante de Soobin, pero ¿por qué? No lo comprendía, tampoco recuerda con exactitud cuando y donde se lo dijo.

Era demasiado extraño.

Abrió con lentitud sus ojos, intentando acostumbrarse a la luz que había en el cuarto en el que estaba. La habitación era blanca y pulcra. La luz del sol entraba ya que las cortinas estaban abiertas de par a par. Namjoon se quejó por el exceso de iluminación, había sentido una punzada en su cabeza que le hizo llevar su mano a la cien y acariciarla un poco. Después observa brazo, la cual tenía un catéter conectado a la vena, siguiendo la delgada vía se topó con una bolsa de lo parecía ser suero.

Kim, algo desorientado, intento acomodarse, pero el dolor había llegado enseguida. Un costado de su cuerpo había dolió horrible que le hizo casi gritar del dolor. De quito las sábanas y vio que estaba con un pantalón clínico y sin camiseta. Lo que más había llamado su atención fue la gran venda que envolvía su abdomen y una mancha rojiza en ella.

—¿Qué me pasó? —Preguntó, a pesar de estar solo en el cuarto

Con su mirada busco desesperado a Soobin, ya un poco más despierto se dio cuenta de que estaba aparentemente en el cuarto de un hospital.

—¿S-Soobin?

Namjoon tenía poco conocimiento de su situación, solo sabía que el abdomen de dolía mil infiernos, pero aun así se quitó la vía de brazo como pudo, y posteriormente, levantó de la cama cojeando, se dirigió a la puerta para ir en busca de su hermano.

Ya en el pasillo, se fijó de que no andaba nadie, aunque podía alcanzar a escuchar voces animadas al final de ese mismo pasillo. Caminando un poco más se encontró con la sorpresa de que estaba todo su grupo reunido en una mesa comiendo, su hermano igual estaba allí. Nadie se percató de su presencia.

Mirando un poco más, se dio cuenta de que había dos hombres y una mujer más que hablaba entre ellos y que comían con el grupo.

—¿D-Donde estoy? —preguntó apoyándose contra la pared, pues había perdido fuerza en sus piernas.

—Hyung... —Taehyung se levantó de inmediato de la silla dejando su cuenco con comida en segundo plano, para poder ayudar a Namjoon a sostenerse.

Ya después, todos miraron sorprendidos al moreno que recién había despertado de la anestesia que le pusieron los médicos. Soobin no sabía si preocuparse y llorar de la alegría de poder ver a su hyung despierto, con más color en rostro y no ese pálido que tenía cuando estaba perdido mucha sangre.

Jungkook le cedió su silla dejando que Kim se quedara allí por un momento, mientras que Suran iba en busca de Seokjin y Ji-eun.

Jackson por su parte, sintió un poco de vergüenza al ver el estado del tipo que venía con el grupo, casi lo mata de un disparo. Lo único que pudo hacer fue tenderle un vaso de agua, ya que sus labios se veían secos.

—¿Cómo te sientes Namjoon? —preguntó Eunwoo preocupada.

—¿Qué paso? ¿Dónde estamos? —Fue lo único que quería saber pronto el peligris.

—Te dispare.

Habló Wang sin rodeos. Todo el grupo se quedó callado.

—¡¿Qué tu qué?!

—Te confundí con un errante, bueno a todos en realidad... Te dispare, lo siento mucho. —Terminó de decir Jackson con arrepentimiento.

Kim iba dispuesto a levantarse para darle un puñetazo, pero apenas se levantó el dolor había atacado su abdomen e hizo que caerá sentando.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora